Comentario: Segunda presentación del proyecto Miño (liderado por Baldo Martínez), en Madrid; en esta ocasión quizás no se alcanzara la magia de anteriores ocasiones, ya que esta no se manifiesta siempre que uno quiere y, para la presente el distanciamiento entre músicos y público es posible que fuera mayor. El concierto resultó ser mas frío, pero no por ello careció de momentos brillantes, ni se puede decir que no fuera un buen concierto, ni mucho menos, lo que sucede es que Baldo y sus múltiples proyectos nos tienen acostumbrados a niveles realmente altos.
Baldo comenzó agradeciendo a la organización del festival la oportunidad de mostrar propuestas como la suya y felicitándola por tal motivo.
Y sin más comenzó el concierto con Ribeira-Marcha de Guimaraes, con ambos temas fusionados. Ribeira es un tema de marcado carácter folk, protagonizado por la voz de Maite Dono y la zanfona de Beceiro (sobre todo en el comienzo del tema); Marcha de Guimaraes es un corte mucho mas jazzístico y vanguardista destacando la trompeta de D.Herrington y el tenor de A.Pérez en sus respectivos solos.
Aires de tuba se compone de una larga introducción de tuba a cargo de Ch. Mawatari acompañado por C.Castro en la percusión, en un dialogo que da paso al resto de metales, bien secundados por la zanfona con sonido a violín de C.Beceiro. Igualmente destacable fue el excelente solo de guitarra sintetizada de A.Bravo, con el final del desarrollo acabando en un duelo de lamentos entre el soprano de A.Pérez y la tuba de Mawatari y desembocando en un “enfado” pasional entre ambos.
De onte para mañan -De ayer para mañana- es la cantiga XXII de Santa María de Alfonso X El Sabio en versión actualizada. La canción comenzó de manera un tanto accidentada pues la entrada de Maite se quedó casi en silencio por un fallo técnico del ingeniero de sonido. Pudo ser uno de los buenos momentos por el lirismo que impregnaba la excelente voz de Dono. El resto fue jazz de vanguardia con disfrute para los oídos, con una vez má magnífico solo de A. Bravo, que entró lo justo pero preciso para dar la nota de calidad al combo.
La música del P.Miño es comparable al puntillismo pictórico de Seurat: una amalgama de puntos que conforma una imagen. En este caso lo que logran es un sonido total que emplea el folk, el jazz, el rock o la improvisación para conseguirlo.
Canta Rula si fue uno de los momentos más cálidos y logrados de toda la noche. En un mano a mano de Dono (que hizo su voz niña, gutural, chillona y teatral), que consiguió arrancar los aplausos del público, y un versátil Baldo (que recordó a D.Holland) claro y profundo en su exposición dando la sensación que ambos iban por libre y sin embargo sonando como uno.
Con la Suite del Miño, desarrollo basado en el tema Ribeira del comienzo del concierto, finalizó el concierto.
Me consta igualmente que el grupo tenía preparados unos 30 minutos más que por razones de tiempo y programación se fueron al limbo.
Para finalizar mi exposición comentar brevemente que este proyecto aún no ha podido hacer realidad algo que cae como fruta madura y que es el que sea plasmado en disco. Que alguna discográfica se interese por el mismo es mi deseo y el de tantos otros aficionados... ¡Que se cumpla!
Enrique Farelo/Alkimia