Concierto del cuarteto de Guillermo McGill, cuyo motivo no era otro que la presentación en sociedad del último trabajo del batería “uruguayo”: Tan Cerca (Karonte records).
Recibido con una calurosa acogida por parte del numeroso público que abarrotaba la sala de columnas del Círculo de Bellas Artes, la actuación comenzó por donde debía, es decir, por el primer tema del disco que nos ocupa y que lleva por título “A Remark You Made” (Joe Zawinul), incluido en el disco de Weather Reaport, Heavy Weather (1977), siendo un calco de la grabada en estudio, y que supuso un homenaje al recientemente fallecido y autor del mismo, en palabras del propio Guillermo McGill.
En “Tensky”, continuamos con reminiscencias funk del sello americano CTI, destacando el rítmico y energético solo del saxo tenor de Martí Serra, al que respondió Israel Sandoval con sus dedos largos, rápidos y afilados, con un soberbio solo de guitarra eléctrica, demostrando que aquí hay madera de guitarrista.
La finura y elegancia de Israel Sandoval, esta vez a la guitarra acústica, abrió el tema “Tan cerca”, versión en la que echamos en falta la ausencia de las armonías vocales de Ana Salazar, lo que ocasionó la perdida de algo de lustre e intensidad con respecto a la original.
En “Tu marina Soledad” llegamos a uno de los momentos álgidos del concierto, con la entrada en escena de la bailaora Ana Salazar. Su zapateado versátil permitió dar colorido y dramatismo sobre el tablao, y sus diálogos con Guillermo McGill fueron de lo más original y creativo de la noche, obligando a la música a bailar en pos de la danza y fundiendo flamenco y jazz.
Tanta intensidad dejó absorto a público y a músicos, llegándose a un merecido descanso.
En la reanudación tomó el relevo “La sonrisa de Miguel” (tema dedicado al pequeño de Guillermo McGill y Ana Salazar) que sirvió a Israel Sandoval para volver a lucirse en un fundido de blues y jazz de escalas sincopadas, al que respondió Martí Serra con un fraseo que bien pudiera haber firmado Steve Coleman.
Los siguientes temas fueron: “La duna”, una bella balada flamenca, con la intervención de Amador Losada en el cajón y la melodiosa y cálida voz de Ana Salazar;”El grito del corazón”, un tema de flamenco-funk con protagonismo para Martí Serra, en un solo intenso, agresivo y arrebatador que encendió al publico y que terminó con “Por la vida”, un tema que popularizó –entre otros– la cantante Shirley Horn. Balada flamenco-jazz, traducida por Guillermo McGill y Ana Salazar, que por voz, letra y sensibilidad bien pudiera haber sido un bolero. En dicha pieza se echó en falta la presencia de Javier Colina al contrabajo, si bien es cierto que el bajo Fender de Pep Cucurella brilló con luz propia.
En resumidas cuentas, exitosa presentación de una obra hecha para aunar y acercar al aficionado al jazz y el flamenco, y que a buen seguro tendrá un enorme reconocimiento en nuestro país y quien sabe si también en el del sol naciente.