Comentario: Tras su reciente publicación, tocaba presentar por todo lo alto el nuevo trabajo del trío de Abe Rábade en la capital. Y es que el equipo del compostelano no reparó en gastos para ofrecer al público en todo su esplendor un proyecto conceptual de la envergadura de
Playing On Light, basado en la íntima convivencia de música, fotografía y poesía. Para ello, el trío complementó sus excelencias musicales con la proyección de las magníficas instantáneas que constituyen la base de las composiciones del disco, acompañadas por escritos de la poetisa María do Cebreiro, hermana del protagonista; el resultado final: un espectáculo interdisciplinar que trasciende lo musical y traslada al oyente a otra dimensión.
En lo musical, el trío basó sus evoluciones en la exposición literal del contenido del disco, abriendo con el cálido
swing de “Eses”, tan sensual como la fotografía de Ralph Gibson en que se mira, la introspección de “Zero”, la zozobra de “Inner Battle”, inspirado en la desgarradora imagen tras una agresión a una mujer por su marido captada por Donna Ferrato, cuyo carácter en directo cambia ligeramente respecto a la versión registrada por su contraste con el tinte más oscuro del Fender Rhodes y el bajo eléctrico empleado en esta última, antes de llegar a los espacios abiertos y desolados que evoca “Nómadas”, pieza bellísima desde el primer acorde al piano que da paso a la melodía del contrabajo a cargo de Charlín, un prodigio de sensibilidad que pinta las indescriptibles miradas infantiles que retratara Nikos Economopoulos (fotógrafo de la prestigiosa agencia Magnum) en 1989 en las llanuras desérticas de Turquía.
Cambio de tercio en el frenético “Avalancha”, de
swing enérgico a tempo endiablado, marco para el virtuosismo instrumental llevado al límite que otorga espacio al lucimiento del batería Bruno Pedroso antes de bajar el pistón en alas de la melodía dulce, casi infantil de “Protection” y enfilar la recta final con una delicada, casi etérea introducción a piano solo que hizo las delicias de más de uno, esbozando el onírico escenario de “Bright Flow”, cuya imagen refleja el paso de un grupo de animales por los bosques del irlandés condado de Wicklow que la magia del fotógrafo Paul Caponigro transforma en una corriente tan luminosa como esta composición en compás ternario que incita al optimismo, como adecuado fin de fiesta.
Pudimos disfrutar en Conde Duque de la evolución del trío tras la sustitución de Ramón Ángel Rey por el portugués Bruno Pedroso, que se encuentra ya totalmente integrado en la formación. Tras la grabación y un buen rodaje del repertorio a nivel de club, el trío ataca con confianza el repertorio, jalonado de solos de fantasía, y se permite introducir variaciones y experimentar nuevas ideas incorporándolas a estas composiciones, que en su carácter introspectivo permiten espacios abiertos a la improvisación y a la conversación instrumental, con la búsqueda de la belleza como fin último, haciendo de
Playing On Light toda una experiencia digna de ser disfrutada en sus tres dimensiones: musical, visual y poética.