El violonchelista Tom Cora, uno de los impulsores de la utilización de este instrumento en los círculos más avanzados del jazz, falleció el pasado 9 de Abril a los 44 años de edad en un hospital de Drauignan, en el sur de Francia -donde vivía con su mujer y su hijo-, como consecuencia de un melanoma. Fue uno de los compositores e improvisadores más activos de la escena alternativa neoyorkina, que bajo la influencia del rock progresivo, el jazz y la vanguardia contemporánea, era capaz de mezclar en su música el humor, la ironía y hasta lo absurdo con la más rigurosa y meditada estructuración. La endiablada técnica con la que manejaba un chelo altamente amplificado se servía de variados y atrevidos efectos percusivos más cercanos a los de un guitarrista.

Nacido en Yancey Mills (Virginia), debutó como batería en un programa de la televisión local. Criado en el gospel, el blues y la música country, a mediados de los setenta es el guitarrista de la banda habitual de un club de jazz de Washington, cuando repentinamente abandona la guitarra y se dedica a estudiar el violonchelo con Luis Garcia-Renart -un alumno de Casals-, investigando el lenguaje de la improvisación y el folk de Turquía y la Europa del Este y creando un grupo propio: The Moose Skowron Tuned Metal Ensemble.

Tras estudiar con el vibrafonista Karl Berger, se une a su grupo para una gira europea junto a Lee Konitz y Don Cherry. En 1979 se traslada a New York donde inicia su colaboración con el guitarrista Eugene Chadbourne y comienza a ser un habitual de los circuitos de la música improvisada junto a nombres como John Zorn o Wayne Horvitz, mucho antes de que la Knitting Factory sirviera de escaparate de este tipo de música. Por entonces crea el grupo Curlew, en colaboración con George Cartwright.

En 1982 forma con Fred Frith Skeleton Crew, un dúo -en ocasiones ampliado a trío- de espíritu transgresor en el que desarrollan nuevas técnicas para tocar incluso varios instrumentos al mismo tiempo. En 1986 comienza a plantearse seriamente la interpretación a solo, un formato con el que grabaría dos discos en los siguientes años. Al mismo tiempo vuelve a resucitar el grupo Curlew, crea Nimal con Momo Rossel, un dúo con Has Reichel, el colectivo Frame con Sharp, Rothenberg y Hollinger, y el grupo Third Person con el percusionista Sam Bennett, grabando su primer CD en la KF, The Bends. Por este último grupo desfilan músicos tan notables como Butch Morris, Marc Ribot y Steve Lacy.

En 1990 es invitado a unirse a una gira europea del grupo holandés The Ex, comenzando varios años de intensa y fructífera colaboración documentada en dos CD's. Aparte de su frenética actividad de giras, dedica también su tiempo a la composición por encargo de música para diversas películas. Uno de sus últimos proyectos fue Roof, con Phil Minton, Luc Ex y Michael Vatcher, con el que había publicado el disco The Untraceable Cigar (RedNote).