La mirada de Miles Davis

Cara A de la copia promocional de Kind Of Blue

Intento imaginar a Miles Davis ese 2 de marzo de 1959, primera sesión de grabación de Kind of Blue, y veo a un hombre que mira a su alrededor, con las manos en los bolsillos, que dirige lentamente un pitillo a la boca, que descubre, que asimila y que apenas necesita dirigirse a sus compañeros. Se entienden con la mirada.

Anaxágoras, un filósofo de la Grecia clásica, llegó a decir que el hombre piensa porque tiene manos. Las manos y el pensamiento que se hace con ellas ponen de manifiesto una forma de presencia única en el amplio dominio de la naturaleza. Las manos y la música. Sin manos la música no sería lo que es.

La primera vez que escuché Kind of Blue decidí que formaría definitivamente parte de mi círculo de amigos más entrañables. Porque los amigos se socorren en sus necesidades, se ayudan de verdad, profundamente y eso es lo que siento cada vez que oigo las notas de alguno de los temas que conforman este álbum clásico. Efectivamente hay muchos Kind of Blue, tantos como vidas. Como si de una comunidad epicúrea se tratara, la comunidad de amigos por excelencia, Miles Davis, consiguió reunir a siete sabios que en dos sesiones confluyeron en plena armonía. El conjunto de trabajo más impresionante del jazz moderno se entregó a esa tonalidad afectiva, absolutamente novedosa, que derrama sobre quien lo escucha, como un bálsamo de conocimiento y sabiduría que sirve en la lucha por la vida feliz, la serenidad y el gozo.

Dice el gran Emilio Lledó, “entender el mundo es descubrir remedios para liberarse de los terrores y prejuicios que paralizan la mente; pero sobre todo vivir. Y no vivir solo. La soledad del sabio necesita ser continuamente contrastada. Un sistema de relaciones humanas que no se perciba como cárcel. Como cultivo de la infelicidad, como feroz maquinaria de la ignorancia y de la falsificación”. Es conocido que la extraordinaria reputación del grupo se basa en su mayor parte en este proyecto de grabación. Se ha convertido en un clásico. A partir de entonces el jazz no fue igual. Aquel 2 de marzo de 1959 Miles Davis consiguió abrirnos las puertas de la percepción, como decía Aldous Huxley. No hay nada falso en Kind of Blue.