Kind Of Blue es una obra maestra. Eso no hace falta que lo diga yo, ni nadie.
En realidad, a estas alturas se ha dicho y escrito mucho más de lo necesario sobre este disco. Lo que hay que hacer es escucharlo, tenerlo siempre cerca y volver a él con regularidad.
Deberían poner Kind Of Blue en los colegios a diario, en las guarderías, en el Congreso de los Diputados, en las cumbres del G-8, en cada Asamblea de la ONU, en las iglesias, las sinagogas, las mezquitas, las marchas militares, la inauguración y clausura de los juegos olímpicos y, en general, presidiendo cada puñetero conflicto internacional que nos salpica día sí y día también. El mundo iría mucho mejor.
¿Exagero? No lo creo. Kind Of Blue es ASÍ de bueno.
Kind of Blue: 50th Anniversary Collector's Edition
Columbia/Legacy 2009
Aunque sea una necedad hablar sobre la música que contiene éste álbum, sí podemos, no obstante, hablar de la nueva edición que Columbia presenta con motivo del 50 aniversario de su grabación. En total se han editado tres versiones nuevas: una con dos CDs, otra con los dos CDs y un DVD y otra (Collector’s Edition) con los dos CDs, el DVD, un libro en tapa dura con nuevos textos y preciosas fotografías, un LP de 180 gramos en vinilo azul, un póster y algunos facsímiles de documentos de la época.
Más allá del valor estético y el plus fetichista de esta versión, el cuerpo de la reedición está en los CDs y el DVD. No hace falta pensar mucho para ver lo innecesario de esta maniobra, mas allá del elemento conmemorativo y de los movimientos del departamento de márketing de Columbia buscando sacar de ello un buen montón de pasta.
Prácticamente toda la música contenida en los CDs ya había sido publicada anteriormente. Por un lado, el disco original, con el problema de velocidad en los tres primeros temas corregido y una toma alternativa de “Flamenco Sketches”, está disponible desde 1997 (y la masterización no se ha tocado desde entonces). Por otro, la mayor parte de los extras (principios errados, tomas incompletas, conversaciones de estudio) que incluye esta nueva edición ya aparecían en la caja The Complete Columbia Recordings of Miles Davis with John Coltrane, publicada en 2000.
Desde luego, lo más interesante desde el punto de vista estrictamente musical es una toma cortada de “Freddie Freeloader”, en la que podemos disfrutar de un Wynton Kelly diferente al que quedó grabado en la toma definitiva. Pero eso ya estaba en la mencionada caja, al igual que alguna conversación de estudio y la práctica totalidad del segundo disco de la nueva edición de Kind Of Blue.
El contenido de ese segundo CD se sustenta en la otra sesión de grabación que realizó el mágico sexteto unos meses antes, y se completa con un “So What” de más de 17 minutos grabado en directo en Holanda, en abril de 1960. Pero, una vez más, este “So What” lleva años en el mercado en numerosas ediciones pirata (de hecho también están disponibles otros temas de ese concierto) y lo único que aporta su inclusión en esta edición es la restauración del sonido y el hecho de otorgarle cierta legitimidad.
Don Hunstein / © SONY BMG MUSIC ENTERTAINMENT
Entonces, ¿qué hay de inédito en Kind of Blue: 50th Anniversary Legacy Edition? Pues, a efectos prácticos, seis minutos y cincuenta y tres segundos de tomas de estudio.
Vale. Como discófilo enfermo puedo entender una edición absolutamente completa, con cada segundo que se pueda recuperar de las cintas originales, sean conversaciones, notas falsas o el contrabajo afinando. Pero es que aquí no esta todo o, al menos, no todo lo que Ashley Kahn detalla en su fantástico libro Miles Davis y Kind Of Blue: La Creación de una Obra Maestra (Alba Editorial, 2002). ¿Por qué rescatar sólo esto? Si nos basamos en lo que cuenta Kahn, hay fragmentos no incluidos que parecen tener el mismo interés que los que sí lo están: mucho para algunos y ninguno para la mayoría.
Puestos a hacer una edición exhaustiva, podrían haber incluido todo, ¿no? Y, ya de paso, ¿por qué no incluir también los directos Jazz At The Plaza y At Newport 1958? Al fin y al cabo, también son grabaciones del mismo sexteto que produjo el disco original. O rescatar el concierto de Holanda al completo, aunque el resto del repertorio no venga de Kind Of Blue o no sea modal. ¿Por qué todo queda a medias?
No sé si se ve a dónde quiero llegar. Ésta edición, como definitiva, no lo es tanto. La inclusión de los extras está pillada por lo pelos y la del “So What” en directo, todavía más. No me malinterpreten, la música de la que hablamos es excepcional y de un gran interés, pero el criterio de edición parece un tanto disperso.
Uno de los puntos fuertes de Kind of Blue: 50th Anniversary Legacy Edition es el DVD. En él se incluye el famoso programa de televisión que Miles grabó justo entre las dos sesiones que produjeron Kind Of Blue, “The Sound of Miles Davis”, más un documental. “The Sound of Miles Davis” también ha estado disponible en varios sellos piratas, pero es un documento impagable directamente relacionado con el disco original.
Don Hunstein / © SONY BMG MUSIC ENTERTAINMENT
La intro orquestada de “So What” (¿duda alguien todavía de que la versión para piano que interpreta Bill fue escrita por Gil?), el tema completo interpretado por el quinteto con un Coltrane ya en pos de su propio camino, el tono de Miles y los impresionantes arreglos de Gil Evans para su estelar orquesta son elementos que hacen de este programa una pieza histórica.
Por otro lado, el principal elemento del DVD es el documental “Celebrating A Masterpiece”, escrito por el productor Michael Cuscuna. En él se analizan varios aspectos de Kind Of Blue y se recogen testimonios de decenas de personajes: Jimmy Cobb, Herbie Hancock, Bill Cosby, Shirley Horn, Dave Liebman, Eddie Henderson y muchos más. Casi una hora excelentemente realizada que sirve como estupendo complemento al disco principal. Todo ello con una gran calidad de imagen y subtítulos en castellano.
Kind of Blue: 50th Anniversary Legacy Edition es, en definitiva, una edición disfrutable, aunque quizá innecesaria, de un álbum imprescindible.
Kind Of Blue no necesita de ningún extra para ser lo que es y, hasta cierto punto, muchas distracciones a su alrededor pueden enturbiar su pureza.
Este tipo de ediciones son un cebo para el aficionado y muy interesantes para las finanzas de la compañía pero, para quienes se acercan por primera vez a esta obra maestra, es un batiburrillo de fuentes que desvirtúan su poderosa perfección.
Así que ya saben, si ustedes son aficionados y aman Kind Of Blue, ésta es una pieza curiosa que llevar a su discoteca. Pero si, por el contrario, van a descubrir por primera vez esta maravilla, a recomendarlo, regalarlo o compartirlo con un neófito, busquen una copia sencilla.
La más sencilla que encuentren, a poder ser, sin toma alternativa. Esa es la buena.
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