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Chema Chacón (Foto: Aníbal Merlo)
P: Una pregunta de difícil respuesta a la que estamos sometidos las
gentes del jazz ¿qué es el jazz para ti?
CH.: La
primera palabra que se me ocurre es música, en el sentido más amplio,
donde conviven la orquesta de baile, el músico solista, la puntual
manifestación festivalera, el olvido social....
No me considero un experto en
jazz: me enganché sobre todo al free jazz, en algún momento, por la
capacidad artística, tan expresiva y de libertad... .El jazz que
actualmente me interesa tiene que ver más con la creatividad, la
improvisación, etc. de músicos que tienden a diversificar sus
proyectos: Evan Parker, Dave Douglas, Agustí Fernández, Barry
Guy, Peter Brötzmann, Mats Gustafsson, Axel Dörner, Otomo Yoshihide,
William Parker, Joëlle Léandre, René Lussier, Jean Derome, etc..
Desde hace años lo que más escucho es improvisación libre.
P: ¿Cuál es tu relación inicial con el jazz, tu primer encuentro con
esta música?
CH.: Accedí,
primeramente, a la escucha del jazz europeo después de estar enganchado
varios años al rock alemán, el deutsch-rock de los setenta.
Con nombres como Albert Mangelsdorff, Joachim Kühn, Wolfgang Dauner,
Eberhard Weber, etc. descubrí primeramente el jazz-rock de la época y,
después, algo menos, a los clásicos americanos.
P: Jazz y España, Jazz e Instituciones… ¿palabras de difícil
convivencia?
CH.: Efectivamente.
Creo que el jazz no tiene apoyo suficiente por parte de las
instituciones públicas, en ningún país. Las ayudas con dinero público
para festivales y/o músicos son, comparativamente, ínfimas; aunque,
seguro que, lo mismo diría cualquier persona vinculada a otro colectivo
diferente de artistas. Porque, invertir en cultura, no ha sido,
precisamente, lo que más preocupe a un gobierno. Así las cosas, todo
queda entre los propios profesionales, agentes y aficionados; entidades
privadas (asociaciones, emisoras de radio, universidades, clubs, ...),
financiación de firmas comerciales, etc.
P: ¿Qué ha de cambiar para que el jazz español alcance la madurez?
(si es que no la hubiera alcanzado)
CH.: A mí me importa poco que el artista (de
jazz, en este caso) sea o no español, sinceramente... Me he
acostumbrado a escuchar la propuesta que me ofrece el/la músico sin
preocuparme por dónde nació.
El jazz que se hace, generalmente, es una imitación de la vieja escuela
americana, falto de personalidad y con patrones tan trillados como el
catecismo en la etapa en que había que recitarlo. Me fastidian mucho
las modas, gustos y músicos “recomendados”, tanto desde
instituciones como casas de discos: la vorágine del flamenco-jazz, en
su día en España; las movidas de las fusiones según épocas y fruto
de negocios mediáticos, no hacen justicia a la verdadera esencia del
jazz: música de espíritu y rebelión.
P: España y Músicos de Jazz… ¿cuál es el nivel actual de nuestros
músicos?
CH.: No estoy
puesto en el tema. Pero si músicos como Ximo Tebar, Jorge Pardo, Perico
Sambeat, Chano Domínguez, etc. han recorrido el mundo con sus proyectos
es porque han sido magníficamente aceptados allí donde han acudido. El
nivel es cojonudo, ahora bien, las exigencias a los músicos por parte
del público, en general, son muy pocas. Si el propio músico no se
preocupa artísticamente puede estar haciendo lo mismo toda la vida, sin
evolución alguna.
P: ¿Qué nombres de nuestro jazz consideras destacan en este momento?
CH.: Baldo
Martínez está ofreciendo, desde hace años, una música personal que
poco a poco va reconociéndose, también, fuera de nuestro país. Su
interés en el jazz europeo y las fuentes musicales de contenido
tradicional que incorpora, tanto a nivel instrumental como humano, en
las grabaciones (Antonio Bravo, Pedro López, Germán Díaz, Maria João,
Carlos Beceiro, David Herrington, Chefa Alonso, Greg Moore, Carlo Actis
Dato, Valentin Clastier, etc. )
enriquecen su trabajo enormemente...
A
Agustí Fernández le considero uno de los mejores músicos del país, más
reconocido fuera que en España. Él ha logrado que la ciudad de
Barcelona forme parte del circuito artístico de la improvisación
libre; que su música se compagine, como pianista, al resto de los
miembros de la New Orchestra de Barry Guy, amén de partenaire de otros
importantes improvisadores internacionales; que los propios músicos
americanos le tentaran para que se quedase a vivir en Estados Unidos...
El
Breuss-Arrizabalaga Quintet creo que puede dar la campanada estos próximos
meses si ambos, Markus Breuss y Pelayo Arrizabalaga, le quitan tiempo al
sinfín de proyectos musicales que ambos, de forma independiente,
siempre tienen funcionando. Completan este quinteto de extraordinario
free-jazz: Tsukiko Amakawa, Miguel Rodrigáñez y Javier Carmona (este
último en Aka-Free, con un trabajo a punto de editarse en el sello
gallego Xingra) .
P: Del panorama internacional del jazz, ¿qué nombres y movimientos te
llaman especialmente la atención?
CH.: No
he dejado de estar interesado en el jazz europeo aunque sea para
comprobar, desde cierta distancia,
la evolución, la incorporación,
o el descalabro artístico de algunos músicos.
Haciendo,
ahora sí, una relación por países, mantengo un seguimiento a la
“vieja guardia inglesa”: Evan Parker, Dave Holland, Keith Tippett,
Barry Guy, Paul Rutherford, y de los actuales a Paul Dunmall, Mark
Sanders, John Edwards ... Sigo con interés la improvisación libre que
se hace en ese país destacando, sobre todo, a Rhodri Davies, Mark
Wastell, Phil Durrant, Pat Thomas, John Bisset, Gail Brand,...
y otros extraordinarios músicos veteranos: Keith Rowe, Eddie Prévost,
John Tilbury, Fred Frith, Derek Bailey, Tim Hodgkinson, Lol Coxhill,
John Butcher, Paul Lytton, Phil Minton, Roger Tuner, Philipp Waschmann
… que se mueven muchísimo.
A
los “viejos” músicos alemanes asociados a Free Music Production:
Peter Brötzmann, Alex von Schlippenbach, Paul Lovens, Rüdiger Carl,
Hans Reichel, Günter Christmann... a quienes enseguida llegué a
considerar esenciales se han añadido de la escena actual en este campo
de improvisadores: Olaf Rupp, Burkhard Beins, Annette Krebs, Michael
Renkel, Alexander Frangenheim, Caspar Brötzmann, Andrea Neumann...
Los
músicos americanos del free jazz siguen haciendo prácticamente lo
mismo, manteniendo tradiciones musicales, complementadas con poesía y
homenajes,... aunque hay excepciones
maravillosas como George Lewis, Cecil Taylor, Marilyn Crispell,
Anthony Braxton, Matthew Shipp,.... y, coherencias, como la de Steve
Lacy. Prefiero la escena musical que se movió, en un círculo también
es verdad, en torno a John Zorn en los ochenta (Ikue Mori, Elliott Sharp,
Erik Friedlander, Zeena Parkins, Tim Berne, Uri Caine, Arto Lindsay,
Anthony Coleman, Dj Olive...), del que poco a poco se han ido,
afortunadamente, despegando en sus propios proyectos.
Presto
atención a lo que ocurre, actualmente, dentro de la improvisación
libre, en el área de la Bahía de San Francisco, California con Gino
Robair, Ernesto Díaz-Infante, Marcos Fernández, etc. y l@s canadienses
Joane Hétu, Pierre Tanguay, Martin Tétreault, Diane Labrosse, Peggy
Lee, Dylan van der Schyff...
Del
resto de Europa, en Francia, tengo interés por Louis Sclavis, Bruno
Chevillon, Daunik Lazro, Thierry Madiot, Sophie Agnel, Michel Doneda, Beñat
Achiary, nuestro Ramón López, también Giorgio Occhipinti, Anders
Jormin, Misha Mengelberg,... por Voice Crack, Günter Müller, Lê Quan
Ninh, Jane Rigler, Nikos Veliotis, Ingar Zach, Wade Matthews, Charlotte
Hug, The Ex, Cremaster, Carlos Bechegas, Xavier Charles, I Treni Inerti...interminable.
P: ¿Cuál es tu valoración del actual panorama de festivales de jazz
en España? ¿Jazz o acto social? ¿Se cuenta suficientemente con el
jazz español y europeo? ¿Merecerían en todo caso estos últimos
presencia sobre esos escenarios?
CH.: Ufff,
los festivales de jazz españoles.... Generalmente, no presto demasiada
atención a sus programaciones. Sinceramente, estoy en otra onda.
Los músicos de improvisación libre no tienen hueco en los festivales
de jazz programados en nuestro país. Todavía Derek Bailey recuerda,
con detalle, “palmadas,
silbidos, gritos, abucheos, pitos, risas – fuimos tratados con el
vocabulario completo del rechazo histérico” (libreto del CD “One
Time”, Incus CD22, 1995) su paso con una de las formaciones del
Spontaneous Music Ensemble de aquellos años (John Stevens, Trevor Watts,
Roger Smith, Kent Carter y Derek Bailey) por el festival de San Sebastián
en 1973.
P: ¿Festivales o programación de club?
CH.: Las dos cosas, por supuesto: como
necesidad vital para músicos y aficionados.
Las programaciones cada vez las veo más descafeinadas, de escasísimo
riesgo y, seguro, con menos presupuesto. Puede que todo vaya
relacionado.
P: ¿Cuál es la realidad del jazz en tu región?
CH.: La Comunidad de Madrid tiene diferentes
festivales de jazz. El propio de la capital, Festival de Jazz de Madrid
es (creo que actualmente tiene otro nombre) / fue poco apetecible para
mi gusto, sobre todo en los últimos años, con una programación, en mi
opinión, muy rancia.
El
ciclo de ¡¡Emociona!!-Jazz trae cosas interesantes, intentando
contentar a todos los públicos (es de los de quedar bien con todo dios,
apuesta por lo conocido y con buen gusto, tiene un poder de convocatoria
extraordinario (la prueba evidente puede ser, por destacar uno, el
concierto de Sainhko Namtchylak hace unos dos años en el ¡¡Emociona!!-Mujer,
donde casi me quedo sin entrada en un aforo completo de unas 400
personas. ¿Conocían tod@s a Sainhko?).
El
propio director artístico ha organizado otros ciclos en barrios madrileños
abarcando no solo música, sino conferencias, exposiciones de portadas
de discos y fotografías, etc.
Las
salas dedicadas a una programación habitual de jazz en la capital son
el Café Central, la Sala Clamores y la Popular. Son tradicionales,
actualmente nada de lo que fueron, programan también otras corrientes
musicales para músicas y proyectos de 100-150 personas de aforo máximo.
Para muchos músicos de jazz son los únicos sitios propios para tocar.
Sin
duda la mejor solera y calidad se centra en el Colegio Mayor San Juan
Evangelista con una experiencia de más de treinta años. En el
“Johnny” han tocado representantes de las tendencias más diferentes
del jazz: desde dixie al free, desde los grupos experimentales a las big-bands.
Sus ciclos son siempre interesantes para el público ávido de jazz. Les
falla a veces la publicidad de los conciertos (o yo no me entero, que
también puede ser).
Las
ediciones del festival que se organizan en la Universidad Politécnica-Universidad
Complutense bajo el nombre de Jazz en la UPM son, en mi opinión,
junto con las de Galapajazz, en la localidad de Galapagar, muy
variables – y esta última, creo que conseguirá mayor implantación
en años venideros si aprovechan el vacío, a nivel de festival de
calidad, que tiene esta música en la capital.
Hace
poco han abierto Calle 54, en el Paseo de La Habana de Madrid, un
restaurante propiedad del director de la película del mismo nombre, con
música de latin-jazz en vivo. Puro negocio.
Lo
mejor que hemos tenido en Madrid es, sin duda, y sin ninguna valoración
política por mi parte, la programación que se llevó a cabo en el
Festival de Jazz de Madrid de 1987, siendo alcalde Enrique Tierno Galván.
P: ¿Qué objetivos te planteas con tu programa de radio?
CH.: Mi programa está centrado básicamente
en la música de artistas relacionados con la improvisación libre y las
tendencias actuales que engloban, en estos últimos años, músicas como
el free jazz, la música clásica contemporánea, la electrónica, la
experimentación, etc.
El objetivo es simple, casi imposible, y
“pelín” pretencioso: intentar dar a conocer música y sonidos
nuevos.
P: 5 discos imprescindibles de tu discoteca
CH.: No me atrevo a decirlo porque, con los años,
han ido cambiando, según épocas, ... y no sería justo.
P: 5 directos de tu vida (a los que acudiste… no se refiere a
grabaciones)
CH.: Por diversos motivos y características:
-Oscar
Peterson / Niels H. Ørsted
Pedersen / Martin Drew (Festival de Jazz de Madrid, Palacio de los
Deportes, Madrid,1982).
-Peter
Kowald Solo (I Festival Hurta Cordel—Instituto Goethe. Madrid- junio
1996).
-Cecil
Taylor solo (Colegio Mayor San Juan Evangelista, Madrid-junio 2000).
-John
Butcher solo (VI Festival de Música Improvisada Hurta Cordel / ¡Escucha!,
2001- Auditorio Nacional. Madrid-Octubre 2001).
-Agustí
Fernández solo (Festival ExperimentaClub02, La Casa Encendida,
Madrid-Octubre 2002)
P: Algo que quieras añadir
CH.: Gracias
por tu invitación a participar y mis mejores deseos y respeto para el
mundo jazzístico.
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