JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: En tu último
disco, The Ultimate Jazz Earth-tet, todas las composiciones
y arreglos son tuyos. ¿De dónde te viene la inspiración
a la hora de componer? ¿Qué aportan tus compañeros
a los temas?
PACO CHARLÍN: Por mi parte, la inspiración
se va creando con la experiencia de tocar temas originales de muchos
músicos con los que he compartido y comparto escenario: de
ellos aprendes muchas cosas. También de los discos, donde
está toda la información necesaria. De ahí
saco muchas de las ideas a la hora de componer. Y otras muchas veces
la inspiración viene de diferentes maneras y no sólo
con la música.
Mis compañeros aportaron justo lo que tenía en mente
para los temas y para poder plasmarlos en un disco. El sonido que
desprende cada uno de ellos individualmente conectaba en conjunto
con las composiciones y en la manera en que tenían que ser
interpretadas.
En el caso del batería Donald Edwards, su trabajo fue a mí
parecer impecable: acompaña con un drive muy definido
y lleno de matices, con un conocimiento del lenguaje, la experiencia
y madurez apropiadas para el funcionamiento idóneo del grupo
y especialmente de la sección rítmica.
Jonathan Kreisberg tiene un sonido que está intrínsicamente
unido al desarrollo climático, que ha sido fundamental a
la hora de crear la atmósfera adecuada en cada composición.
El saxofonista Jaleel Shaw es la punta del iceberg que da forma
a este proyecto: su sonido y sus solos hacen que toda su energía
contagie al resto de la banda.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿De dónde
viene el nombre de Ultimate Jazz Earth-tet?
PACO CHARLÍN: Quería que reflejase
la importancia de la Tierra, de lo que está sobre ella y
también de lo que surge y nace de ella. Agradezco mucho estar
viviendo en un lugar rodeado de naturaleza. Es lo que me da energía
y tranquilidad, manteniendo el equilibrio que necesito. Del mismo
modo que el jazz te puede llevar a lugares a los que solo consigues
llegar cuando tocas, para mí la naturaleza hace lo mismo
si la aprecias y te dejas llevar. La mezcla de las dos partes hizo
que saliese un nombre particular en el que se identificasen por
igual el jazz y la Tierra.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Por qué
esa formación de guitarra eléctrica, saxo alto, contrabajo
y batería? ¿Tenías en mente alguna formación
similar de algún músico en concreto?
PACO CHARLÍN: La formación surge a
partir del tipo de sonoridades que quería para los temas,
que particularmente los “escuchaba” en ese formato.
No tenía ninguna formación musical concreta en mente.
Está claro que siempre hay influencias de otros discos y
formaciones, pero éstas eran distintas a las que yo quería.
Además me gustaba la idea de tocar tanto en cuarteto como
en trío de guitarra y trío con saxo. El contrabajo
y la batería se acoplan perfectamente a una situación
de trío que es más libre que la formación de
cuarteto, teniendo mayor protagonismo, por supuesto. Por eso en
el disco hay un tema en trío de guitarra y otro en trío
con saxo. Además, hay también dos temas a solo con
el contrabajo, muy diferentes entre sí. Todo esto hace que
el disco tenga con un mismo proyecto una mayor variedad de formaciones.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿De donde salió
la idea de grabar en el Teatro Principal de Pontevedra? ¿Destacarías
algo en particular?
PACO CHARLÍN: La idea surgió por haber
tocado y grabado en anteriores ocasiones en este teatro, unas experiencias
que siempre han sido muy positivas. Esto me llevó a apostar
por volver a grabar de una manera particular este proyecto. La situación
para mí es muy distinta a la de un estudio de grabación.
El modo en el que grabamos es más similar y más cercano
a un directo o a la manera en que se hacían los discos de
jazz de toda la vida, todos juntos en el escenario y tan solo separados
por paneles. Creo que el estudio es mas frío, estás
casi siempre aislado de tus compañeros, a veces ni los ves,
y ese calor se va perdiendo. Era la manera más idónea
de plasmar esta música: cerrar el teatro para nosotros y
grabar.
Destacaría la forma de grabar en sí misma: tener a
tus compañeros sin una pared por medio y con un cristal para
poder verlos es algo que se agradece mucho cuando grabas. Estamos
más habituados a tocar de esa manera, así que cuando
llegas a un estudio todo cambia.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Tuvisteis que
realizar muchas tomas hasta que lograsteis los temas aparecidos
finalmente en el disco?
PACO CHARLÍN: La verdad es que no. Algunos
temas se grabaron dos veces y otros en la primera toma. Se decidieron
las tomas que se editarían al final de cada una de ellas
y por mutuo acuerdo. Grabar los temas cuatro o cinco veces es algo
que no me gusta hacer mucho: te puedes volver loco eligiendo la
toma que más te gusta. Cuando el tema se va desarrollando
de un modo natural, no tienes por qué darle más vueltas,
a no ser que quieras hacer algo que no sea verdad.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Cómo
afrontas el proceso creativo?
PACO CHARLÍN: La música que intento
transmitir y componer se basa en un porcentaje muy alto en el estilo
del jazz americano y las nuevas tendencias que pueden salir de ahí.
No sé si es bueno o malo, pero es la música con la
que más me identifico y con la que mejor me puedo expresar.
Sin duda los temas salen de la manera en que uno ve este estilo,
aportando nuevas variantes según se crece en términos
de experiencia.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: Hablas del jazz americano
y de sus tendencias. ¿Tiene el jazz nacionalidad?
PACO CHARLÍN: Ahora mismo no creo que tenga
una nacionalidad específica. Sin embargo creo que está
muy claro en donde nació, a pesar de que como sucede en todo
idioma hay diferentes formas de hablar y cada una con sus peculiaridades.
Te pueden gustar unas tendencias o maneras más que otras,
pero no creo que eso sea tampoco algo malo.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Qué opinión
te merece el llamado jazz europeo?
PACO CHARLÍN: Supongo que cuando se habla
de jazz europeo se refiere también a Portugal, España,
Inglaterra, Italia, pero tengo la extraña sensación
de que no ocurre eso. No estoy muy puesto en estos términos,
como cuando hablábamos antes de si el jazz tiene nacionalidad
o no pues que te voy a decir... Creo que hay muchas maneras de interpretar
jazz y es lógico que cada una de ellas se etiquete de una
manera distinta. En mi opinión la palabra jazz define una
cultura y una manera de interpretación musical concreta,
por lo que a mi respecta. Además, no creo que sea el indicado
para hablar de algo que no conozco con exactitud.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: En Galicia, como en
cualquier región, hay un folklore propio y particular. ¿No
te has sentido tentado a intentar conjugar el jazz con todas esas
raíces musicales?
PACO CHARLÍN: La verdad es que no se me ha
pasado nunca por la cabeza… ¡qué le voy a hacer!
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿De dónde
eliges esos títulos aparentemente tan extraños para
tus temas?
PACO CHARLÍN: Lo de los títulos es
algo más complicado: primero compongo el tema, después
le pongo el título y ahí viene el dilema. Creo que
depende mucho de cómo me levante ese día.... Pero
la verdad es que espero a escuchar el tema y después veo
lo que me sugiere o viceversa. Muchos de ellos están sacados
de ideas o conversaciones con compañeros, incluso te inventas
palabras o formas diferentes de decir algo que sólo tú
conoces.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Cuáles
son tus principales influencias como contrabajista dentro de la
música actual?
PACO CHARLÍN: Hay un montón de contrabajistas
que tocan muy bien hoy en día. Personalmente para mí
los principales son Rodney Whitaker, Robert Hurst, Christopher Thomas,
Carlos Barreto, Larry Grenadier, Christian McBride, Zé Eduardo,
Reginald Veal, Scott Colley y un largo etcétera. De todos
se aprende mucho cuando los escuchas… Y de los viejos o ya
fallecidos ni te cuento. Llegas a la conclusión de que todos
ellos vienen de sitios similares. Con los nuevos escuchas muchísimas
cosas de ellos.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: Me extraña mucho
que entre esos nombres no aparezca el de Dave Holland...
PACO CHARLÍN: Por supuesto, cómo no,
Dave Holland, pedazo músico, Bob Bowen, Ron Carter, Avishai
Cohen, y muchos más. Y si te digo los que ya por desgracia
han fallecido no acabaríamos hoy. Pero las principales influencias
para mí, entre los que están activos, están
en la lista que te nombré antes.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Cuáles
son tus experiencias musicales previas? ¿Hacia dónde
camina Paco Charlín como músico y contrabajista?
PACO CHARLÍN: Bueno, todo surge cuando uno
se interesa por el jazz y casi siempre sin darse uno de cuenta,
todo sucede a medida que pasa el tiempo. Los conciertos en directo
que vas viendo, los discos que se van comprando, las clases de algunos
profesores acertados, la necesidad de investigar y conocer esta
música y cultura te llevan a entender el jazz de una manera
más natural y a involucrarte en ella de una forma más
profesional. Algunas de las experiencias musicales previas encima
de un escenario hasta hoy han sido con Steve Kuhn, Javier Vercher,
Nuno Ferreira, Chris Cheek, Juanma Barroso, Sheila Jordan, Miguel
Zenón, Bernardo Sassetti, Mark Turner, Vicente Espí,
Jesús Santandreu, Perico Sambeat, Abe Rabade, Raynald Colom,
Rodrigo Gonçalves o Alex Frasao... Con todos ellos, y con
otros muchos compañeros más, vas intentando entender
mejor todo esto para poder hacer tu camino. Hacia donde voy a caminar
a partir de aquí no lo sé, y creo que ningún
músico lo sabe de sí mismo. Lo que está claro
es cómo me gustaría que fuese y lo que uno se va a
esforzar para conseguir lo que quiere hacer, aparte de otros muchos
factores que van surgiendo en el proceso.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: Como muchos músicos
te dedicas a la enseñanza, en tu caso desde el Seminario
Permanente de Jazz de Pontevedra (SPJ). Tu labor docente, ¿viene
dada por obligación o por devoción?
PACO CHARLÍN: De las dos maneras. Creo que
la enseñanza es algo fundamental para cualquier músico.
Mi aportación en el SPJ es una más para poder ayudar
a aquellos que estén dispuestos a tomarse el jazz en serio.
La labor que hace tiempo iniciaron –y en la que siguen–
gente como Suso Atanes y Miguel Guerra en Galicia es para respetar
y tomar ejemplo. Continuar con ese proceso es la manera de seguir
con la tradición y que no se quede todo en un saco roto.
Hacer lo contrario no tiene mucho sentido: rascarse los bolsillos
y que te cuelguen medallitas a las 4 de la mañana con cinco
copas de alcohol en el cuerpo.... Ya me dirás tú a
donde iríamos a parar.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Con que objetivo
surge el SPJ?
PACO CHARLÍN: El SPJ nace hace ya seis años
en Cangas de la mano de Luis Carballo, quien posteriormente trasladó
el proyecto a Pontevedra. En este tiempo se ha formado una nueva
generación de músicos exclusivamente dedicados al
estudio del jazz. Gracias al esfuerzo e impulso del SPJ se puede
contar con músicos como Xan Campos, Telmo Fernández,
Javier Pereiro, Virxilio da Silva, Max Gómez, Iago Fernández,
José Ferro, Alberto Vilas, Toño Otero, Nacho Pérez,
José Santomé, Jorge Valero, Martín Brea, Seir
Caneda, Iago Vázquez, Roi Adrio, y un largo etcétera
en la nueva escena jazzística.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Qué buscáis
transmitir a los alumnos tanto tú como el SPJ?
PACO CHARLÍN: Primero las experiencias que
uno pueda haber tenido previamente tanto con sus profesores como
en el escenario. Todo esto lo vas pasando por un filtro y sacas
las mejores conclusiones para que el alumno aprenda de la manera
mejor y más eficaz. Eso te lleva a enfocar las clases de
un modo más practico y en donde los resultados tienen que
ser visibles. Si no fuese de esta manera y no hubiera ningún
resultado, algo estaría fallando y tendríamos que
resolver el problema para seguir avanzando.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: En 2005-2006 el SPJ
cumple su quinta edición. ¿Cuáles son los resultados
en estos años y qué esperáis de este proyecto
que se podría decir que está ya consolidado tras sus
inicios?
PACO CHARLÍN: Los resultados hablan por sí
solos. Desde mi punto de vista el SPJ es uno de los puntos importantes
e imprescindibles en la educación jazzística de Galicia.
El concepto que desarrolla el SPJ es el idóneo para el alumno,
poniéndolo siempre en situación real ante cualquier
circunstancia que se pueda encontrar en su carrera musical. Al margen
de las clases habituales, los alumnos han recibido Master Classes
de músicos como Ramón Cardo, Jeff Williams, Perico
Sambeat, John O’Gallagher, Carlos Barreto, Miguel Zenón,
Joao Moreira y un largo etcétera de músicos que pasan
a incrementar el desarrollo adecuado para el alumnado, logrando
que quede un poso ideal que antes no había.
Todo esto hace que haya más programación para la nueva
generación, que esté mejor preparada y sobre todo
que haya más discos de jazz. En este corto periodo se han
grabado en Galicia más discos de jazz que en toda su historia
y el SPJ tiene una parte importante de culpa en que todo esto esté
sucediendo. Por una parte dándole el protagonismo al alumnado
en sí en el SPJ y también a otros muchos músicos
a los que se les incita a pensar de esta manera y a que traten sus
proyectos en serio para grabarlos. No querer ver esta situación
es algo absurdo, por que la realidad de lo que está sucediendo
salta a la vista. Hablar por hablar y criticar con la lengua sucia
es lo más rastrero y cobarde en lo que uno puede caer. Otra
cosa es ponerse a trabajar y sacar adelante un proyecto que funcione.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Está
teniendo reflejo esta existencia de una mayor cantidad de músicos
en forma de más conciertos fuera de Galicia y un mayor intercambio
entre los músicos de igual a igual (no de profesor a alumno)
tanto de Galicia como de otras regiones? ¿O es, por el contrario,
un proceso que corre el riesgo de ser puramente endogámico?
PACO CHARLÍN: La situación de profesor
a alumno cambia por completo cuando te subes al escenario. Encima
del escenario no te avalan ni las colaboraciones que hayas hecho,
ni los títulos de papel, ni las master classes.
O tocas o te pones en el público a escuchar o criticar, como
prefieras. Los grupos y músicos que hay en Galicia están
saliendo fuera a tocar con sus formaciones o de manera individual.
Esto ya es una realidad que no hace falta repetir más, a
no ser que no se quiera ver. El riesgo que puede aportar todo ello
va a ser siempre en beneficio de los músicos de Galicia y
su formación y nunca al contrario: pensar de otra manera
no tiene lógica.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: ¿Cómo
ves el panorama actual en España en cuanto a la posibilidad
de tocar en vivo?
PACO CHARLÍN: Ese tema está en manos
de los programadores. Los músicos españoles hacen
lo posible para poder tocar y entrar en los circuitos ya cerrados
o exclusivos para otro tipo de músicos. Algunos críticos
tampoco ayudan mucho que digamos en esta labor: se pasan de vez
en cuando a ver tocar un grupo español y cuando lo hacen
te puedes esperar cualquier cosa en sus críticas. A partir
de ahí los programadores hacen sus cuentas.
Es una tarea difícil que nunca se acaba. Si la realidad fuese
de otro modo esta pregunta pasaría a la historia, pero ten
por seguro que se seguirá preguntando. Tampoco entiendo por
que no hay mas grupos españoles en los festivales si en muchos
casos sus cachés no se acercan ni al 50% del de un grupo
de afuera. Pues ni con esas.
JOSÉ FRANCISCO TAPIZ: Insistiendo en
lo que comentabas, un tema que surge habitualmente es el relativo
al nivel de los músicos españoles. Quizás sería
apropiado preguntar a un músico español sobre los
periodistas: ¿cómo ves el nivel del periodismo sobre
jazz en España?
PACO CHARLÍN: La verdad es que no sé
cómo está el nivel de los críticos en España.
Lo que veo es que pegan unos hachazos de muerte, sobre todo a los
músicos españoles, a los que no se les hace ni caso.
Creo que falta muchísima humildad a la hora de escribir y
pensar un poco más en positivo. No me cabe en la cabeza que
se escriba sobre un disco de Wayne Shorter o de Greg Osby y lo quemen
con gasolina. Pero no te voy a contar qué pasa con la gente
nueva o de este país. A todo esto, muchos críticos
pagan las consecuencias de otros y la fama que les rodea no goza
de muy buena salud.
©José Francisco "Pachi"
Tapiz, Tomajazz, 2006
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