Desde los inicios de su carrera, Ellington fue consciente de la importancia de las grabaciones discográficas no sólo como un mecanismo promocional –función primigenia de los discos de 78 RPM en los años 20–, sino también para que su legado musical quedase documentado y, por tanto, perdurase. A lo largo de cinco décadas, fue un visitante habitual de los estudios de grabación de diversas compañías, con las que en algunos períodos mantuvo contratos en exclusiva. Ya en la lejana era del LP se fueron también publicando numerosas grabaciones de conciertos, retransmisiones radiofónicas o transcripciones, que fueron añadiendo profundidad y variedad al material disponible. Con la llegada del CD, la mayor parte de estas grabaciones [1] -y otras que se han ido publicando con el paso de los años- han sido objeto de numerosas reediciones.
Lo mencionado hasta hora valdría para cualquier músico de jazz de la época, salvo por la profusión de la obra ellingtoniana. Lo que ya no es tan común es que el propio Ellington, en los últimos veinte años de su vida, pagara de su propio bolsillo una serie de grabaciones (con gran calidad sonora al haber contado con ingenieros de sonido profesionales), efectuadas al finalizar sesiones comerciales o incluso en los descansos entre temas. Este peculiar legado, denominado “stockpile recordings”, fue finalmente catalogado en 1992. El número total de cintas se eleva a 781 -incluyendo varios duplicados y material no aprovechable-, y contiene, entre otras joyas, treinta o cuarenta horas de grabaciones en directo. Se ha venido publicando material desde mediados de los años 80, cuando algunas compañías discográficas (entre ellas Atlantic, Pablo y Fantasy) adquirieron los derechos sobre una pequeña parte de estas grabaciones, pero todavía no podemos determinar el número de horas de música que quedan por publicar [2].
Tratar de dividir la carrera de Duke Ellington en compartimentos estancos y seleccionar las mejores grabaciones de cada época es, por definición, una tarea difícil e injusta, dada la complejidad y variedad de su legado musical. No obstante, con la intención de sistematizar y facilitar la tarea de construir una colección de la manera más coherente, económica y lógica, hemos segmentado la carrera de Duke Ellington en diversos períodos, de distinta duración e intensidad. A lo largo de varios artículos trataremos de preparar una amplia selección de lo publicado en CD, que pueda servir tanto para aquel que se adentra por primera vez en el universo ellingtoniano, como para el aficionado que quiere ir cubriendo huecos en su colección.
Esta selección no es, en ningún caso, un listado completo de los CD publicados ni una discografía completa. Para obtener un listado minucioso de las ediciones de discos de Duke Ellington remitimos al lector a Duke Ellington On Compact Disc: An Index And Text Of The Recorded Works Of Duke Ellington (Malborn Productions, 1993) de Jerry Valburn y al apéndice discográfico del libro Duke Ellington: A Listener's Guide (The Scarecrow Press, 1999) de Eddie Lambert, elaborado por Sjef Hoefsmith. No obstante, ambos libros están ya algo obsoletos por su fecha de publicación y el continuo flujo de reediciones. En el caso de que se quiera acceder a una minuciosa discografía, existen dos obras fundamentales: Ellingtonia: The Recorded Music of Duke Ellington and His Sidemen (4ª edición; The Scarecrow Press, 1996) de W.E. Timner y The New DESOR: An Updated Edition Of Duke Ellington’s Story On Records, 1924-1974 de Luciano Massagli y Giovanni Volonté (publicado por los autores, 1999) que consta de dos volúmenes y más de 1.600 páginas y se actualiza constantemente.
Notas:
[1] No obstante, existe todavía un buen número de grabaciones publicadas en vinilo y que no han sido aún reeditadas en CD. Este material será objeto de un artículo específico a lo largo de este especial.
[2] El artículo de Jack Chambers “Duke Ellington’s Parallel Universe: The Secret Stockpile”, publicado en el número 328 de la revista canadiense Coda (julio-agosto 2006), aporta una gran cantidad de información sobre estas grabaciones privadas de Duke Ellington.