El ser humano: Su Filosofía.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué sentido tiene la Música en el contexto de la Vida?
FRANC O’SHEA: Para mí, la verdadera Música es una entrada a otra esfera de conciencia. El Universo entero es Música, el Universo entero vibra. Creo que la música puede calmar nuestras mentes y nuestros procesos de pensamiento, de modo que podemos conectar con la Unidad verdadera de todo. Podemos experimentarlo sin las palabras y etiquetas con las cuales ocultamos esta esfera en nuestras vidas diarias.
ENRIQUE FARELO: ¿La Música tiene por objetivo la felicidad o pretende algo más profundo?
FRANC O’SHEA: Creo que la felicidad es más breve y superficial que la alegría y la paz. La felicidad es como una emoción, mientras que la alegría y la paz son estados eternos del ser. A menudo, algunas músicas provocan felicidad debido a su asociación con un recuerdo, pero la música intemporal como la de J. S. Bach proviene de la alegría y la paz y, por lo tanto, conecta con lo eterno, no sólo con recuerdos personales. La intención última de la música es la curación y transportarnos, fuera del tiempo, al Origen que realmente somos.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué es el Arte?
FRANC O’SHEA: Para mí, el arte es la utilización del poder creativo natural inherente a todos nosotros. Ser creativo, estar inspirado y usar nuestra imaginación es nuestro estado natural y creo que, cuando esto nos es arrebatado, enfermamos. Este poder puede ser usado en cualquier medio creativo, sea la música, la pintura, la interpretación, la conversación, la enseñanza, la escritura, sirviendo a otros, etcétera.
ENRIQUE FARELO: ¿Cómo diferencias la música que es arte de la que no lo es?
FRANC O’SHEA: Pienso que la mayor parte de la música es artística a niveles diferentes hasta cierto punto, pero obviamente lo comercial por lo comercial está a menudo completamente vacío de cualquier mérito artístico. También pienso que es importante darse cuenta de que lo artístico no siempre equivale a espiritual.
ENRIQUE FARELO: Has expresado en alguna ocasión que obedeces a tu corazón antes que al dinero y las modas, que lo importante es el alma. ¿Cómo puedes conjugar estas ideas con el día a día, con las personas que componen tu entorno familiar?
FRANC O’SHEA: Pienso que si sigues a tu espíritu y permites que tu creatividad fluya llegando a ser un canal del Origen, entonces todo encaja en tu vida. No tienes que preocuparte porque el Universo, del cual formas parte, se ocupa de las cosas. A veces da miedo y puede que no seas capaz de ver el cuadro más grande pero, en retrospectiva, miras hacia atrás y piensas “¡guau, aquello salió muy bien al final! ”Soy afortunado, ya que no sólo soy yo quien se siente de esta manera sino también mi familia inmediata.
© María Romero
ENRIQUE FARELO: ¿Al hablar de alma, te refieres a algo que trasciende lo material?
FRANC O’SHEA: Creo que no se puede separar lo espiritual y lo físico. Todo forma parte de la misma cosa. Sólo porque tus ojos no pueden ver las microondas no significa que no existan en un campo completamente diferente. Algunas personas piensan que el plano físico tiene menor importancia que el espiritual y simplemente dejan pasar el tiempo hasta el día en que puedan entrar en este plano, cuando, en realidad, ya está aquí y ¡AHORA! Por tanto, llegar a la iluminación espiritual es darse cuenta de esto plenamente.
ENRIQUE FARELO: También has expresado que, al sumergirte en la música de otras culturas, es como si las conocieras de una vida anterior. ¿Somos capaces de recordar vidas pasadas y, en consecuencia, músicas del pasado?
FRANC O’SHEA: Creo que todas las cosas están pasando simultáneamente, todo tiempo está ocurriendo simultáneamente. Pienso que el pasado no es diferente del futuro, es simplemente que la percepción limitada de nuestras mentes condicionadas sólo ve una pequeña proporción del cuadro más grande. Si piensas en un juego de ordenador, todas las posibilidades y resultados ya existen en los datos digitales, todo está allí ya simultáneamente y el jugador sólo sigue un camino o una pista a través de la suma total de resultados. Creo que la realidad última se parece a esta analogía: el tiempo realmente no existe en el modo lineal en que lo percibimos, del mismo modo en que la mayor parte de la gente cree que somos todos seres separados cuando en realidad somos un campo unificado de energía, citando a Einstein. Así como John Lennon dijo “yo soy tú y tú eres yo”. En este sentido, soy toda la vida que haya existido alguna vez y toda la vida que es y será, por tanto si conecto con música de otros tiempos y cultura, sólo estoy, en última instancia, conectando conmigo mismo.
ENRIQUE FARELO: ¿Captas sonidos de todas partes del planeta, los elaboras de forma inconsciente, y los plasmas de forma consciente?
FRANC O’SHEA: El proceso completo ocurre a un nivel consciente, pero utilizando la mente sólo como una herramienta. Para mí, la expresión más profunda de la música está más allá de pensamientos y palabras. Las palabras son simplemente señales que indican la dirección, pero no son las cosas en sí. La confusión surge cuando la gente cree que las palabras y los símbolos son las cosas en sí, ya que uno sólo puede REALMENTE experimentar algo estando en su presencia y acallando la mente, quitando el velo mental de imágenes y preconcepciones. En este sentido, creo que la música escrita es simplemente una herramienta y no la música en sí. Por tanto, para entender verdaderamente una música de otra cultura, uno tiene que estar calmado y sentirla. Entender algo técnicamente puede ayudar pero, en última instancia, uno tiene que ser capaz de sentirlo.
ENRIQUE FARELO: ¿Influyen los sueños en tus composiciones?
FRANC O’SHEA: Chuang Tzu una vez dijo que soñó que era una mariposa y, cuando despertó, comenzó a preguntarse si él era una mariposa soñando que era un hombre. Para mí, todo es parte de la misma cosa, entonces en ese sentido, ¡sí! , realmente he tenido muchos sueños donde estoy componiendo y tocando aunque no los he apuntado, pero soy la misma persona que sueña y está despierta, entonces, cuando estoy componiendo, los mismos canales están abiertos tanto si estoy dormido como despierto.
ENRIQUE FARELO: ¿Eres aficionado a la psicología? ¿Y a la parapsicología?
FRANC O’SHEA: Estoy interesado en la metafísica y la ciencia, pero no en la psicología en particular.
ENRIQUE FARELO: ¿Es cierto que el Tao Te Ching de Lao Tzu es uno de tus libros de cabecera? ¿Qué es el Tao, y en qué medida influye en tu música?
FRANC O’SHEA: El Tao Te Ching es un libro increíble que cambió completamente mi vida. Cuando uno pregunta “¿qué es el Tao? ”, uno hace la misma pregunta que muchos antes han realizado durante miles de años. La respuesta es que se está haciendo la pregunta incorrecta. Se debería preguntar “¿a qué se asemeja el Tao? ”No se puede decir lo que es el Tao con meras palabras porque, de nuevo, las palabras no son la cosa en sí. Se pueden usar palabras para indicar a alguien la dirección correcta pero, al final, es algo que cada uno tiene que descubrir por sí mismo. Intentar describir el Tao directamente es como tratar de conseguir que tu dedo se señale a sí mismo, por tanto, tenemos que usar una analogía. Probablemente, la mejor analogía que podemos usar para el Tao es el agua. El agua fluye libremente, tomando el camino de menor resistencia, de esta manera, estar en acuerdo con el Tao es no luchar contra el curso de tu vida. Para ser un canal de mi música, uso estos principios.
Portada de Alkimia. Azuzah Records AZFO 001. 2006
ENRIQUE FARELO: La portada de Alkimia pertenece a una pintura del templo de Aleister Crowley, titulado “El árbol de la vida”. ¿Quién era este personaje y en qué medida influye en tu vida?
FRANC O’SHEA: La pintura de la portada representa el Árbol de la Vida entre otras muchas cosas, pero ese no es su título. Crowley era una figura compleja, polémica y carismática que murió a la edad de 72 años en 1947 y fue incinerado en Brighton donde vivo en estos momentos. La mayor parte de su trabajo con las Artes Mágicas estaba adelantado a su época y fue malinterpretado durante su vida. Gastó una gran parte de su herencia en la publicación de libros que no se vendían mientras él estuvo, en vida pero ahora se pagan miles de dólares por los ejemplares originales. Era un alpinista sumamente dotado y ascendió el K2. Era un personaje muy inteligente y franco, fue director de la Sociedad de Ajedrez de Cambridge y podía jugar tres partidas simultáneamente. Pero su camino estaba trazado en la Magia y en los años sesenta se había convertido en uno de los líderes espirituales más estimados junto con Timothy Leary y Aldous Huxley. Fue uno de los personajes favoritos de los Beatles incluido en la portada de Sgt. Pepper’s y otros músicos se sintieron atraídos por las enseñanzas de Crowley como David Bowie, Led Zeppelin y los Rolling Stones. Yo no diría que Crowley haya influido enormemente en mi vida, pero es desde luego una de las pocas personas que encuentro inspiradoras.
ENRIQUE FARELO: Y para terminar esta primera parte, ¿qué otras artes te interesan? ¿Literatura, pintura, cine. . . ?
FRANC O’SHEA: Me encanta la obra de Salvador Dalí así como las pinturas de Gustav KlimtyFrida Kahlo, entre otros. Admiro mucho la obra del gran filósofo británico Alan Watts así como la de Eckhart Tolle, y disfruto estudiando varias enseñanzas espirituales de todo el mundo. Me gusta leer biografías y autobiografías. Disfruto de las buenas películas, sobre todo aquellas que desafían nuestras preconcepciones de lo quees la realidad. Verbailar también me gusta, sobre todo el flamenco.
El Músico: Su obra.
ENRIQUE FARELO: ¿Cuándo empezaste a interesarte por la música y quiénes influyeron en esos primeros años?
FRANC O’SHEA: Recuerdo ser consciente de la música a principios de los años setenta, cuando yo teníaaproximadamente siete años. A mi hermano John y a mí nos gustaba Bowie. Más tarde me aficioné a Hendrix y Santana, gracias a una caja de discos que una amiga de mi madre se había dejado en casa. Los Beatles también me influyeron mucho y luego el movimiento punk estaba comenzando en el Reino Unido y empecé a escuchar a algunas de las bandas más musicales como The Stranglers, Ian Dury y Bauhaus. De esto salió el movimiento New Wave que era muy experimental y fue un período realmente creativo. Había alguna mierda, pero algunos trabajos eran absolutamente geniales. Finalmente me metí en el jazz y el primer disco de jazz que compré fue un disco de Jan Garbarek. Después me aficioné a Weather Report, Miles Davis, John McLaughlin y luego a música de todo del mundo, incluyendo a Paco de Lucía y Ravi Shankar.
ENRIQUE FARELO: ¿En qué momento te decidiste por el bajo eléctrico?
FRANC O’SHEA: Comencé a tocar la guitarra a los 11 años. Me gustaba mucho el bajo en los discos que escuchaba y solía tocar líneas de bajo en las cuerdas más graves de la guitarra. Un año más tarde, conseguí un bajo y comencé a tocarlo.
ENRIQUE FARELO: ¿Por qué elegiste el bajo sin trastes?
FRANC O’SHEA: En realidad, también toco el bajo con trastes. Ambos tienen cualidades específicas; por ejemplo, el instrumento con trastes es mucho más apropiado para la interpretación de piezas con acordes. En términos de expresión, sí que prefiero el bajo sin trastes ya que es mucho más libre y se asemeja a la voz, y esta es la razón por la que tiendo a utilizarlo más. En Alkimia usé el bajo sin trastes exclusivamente.
ENRIQUE FARELO: ¿Podrías explicar brevemente qué es un bajo sin trastes y, qué diferencias existen con otros bajos eléctricos?
FRANC O’SHEA: Un bajo sin trastes es un bajo sin los resaltos de metal que se colocan a trechos en el mástil. Como decía antes, te da muchas más posibilidades en términos de expresión que uno con trastes ya que puedes deslizar, curvar y usar vibrato en tu toque con mayor libertad. El sonido se asemeja más al sonido de la madera y es más resonante, ya que las cuerdas tienen contacto directo con el mástil. También puedes tocar notas más graves y más agudas que están más allá del sistema de afinación occidental como en los ragas indios.
© María Romero
ENRIQUE FARELO: ¿Qué bajistas te han influido más y cuáles te parecen los más destacados de la actualidad?
FRANC O’SHEA: Jaco Pastorius me ha influido más que cualquier otro bajista y su trabajo es todavía tan relevante hoy como hace 30 años. Él conectó verdaderamente con el elemento intemporal y su música permanecerá ahí mientras haya gente con oídos para escuchar. Otros bajistas que realmente me gustan son Carles Benavent, Percy Jones, Mick Karn,Gary Willis, Geddy Lee y Dominique Di Piazza entre otros. También me gustan algunos contrabajistas como Danny Thompson, Eberhard Weber, Niels-Henning Ørsted-Pedersen, Eddie Gomez y Stanley Clarke.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué música escuchas actualmente, qué estilos y qué artistas destacarías independientemente del estilo al que se dediquen?
FRANC O’SHEA: Todavía disfruto enormemente de la misma música que me ha gustado durante muchos años, incluyendo a John McLaughlin, Weather Report, Shakti, Paco De Lucía, Jorge Pardo, Juan Manuel Cañizares, Ravi Shankar, Hariprasad Chaurasia, J. S. Bach, Camarón de la Isla, Chick Corea, la Mahavishnu Orchestra, Songhai, Herbie Hancock, Zakir Hussain, Pink Floyd, The Beatles, Rush, Henryk Górecki, Michael McGoldrick, Flook, Jazzpaña, Bauhaus, Bowie, Kate Bush. . . la lista es infinita. Como puedes ver no sólo aprecio la música instrumental, también disfruto bastante de la música vocal y especialmente de las letras que son como señales indicando de algún modo una realidad más grande. Entre los descubrimientos musicales recientes está un grupo de mediados de los años noventa llamado Amalgama, me gusta mucho su álbum Encuentro. Este álbum mezcla flamenco con percusión y voces de la India y presenta un abanico de artistas fenomenales. Me gusta el álbum a dúo de Tomatito y Michel Camilo llamado Spain, y el nuevo álbum de Chick Corea The Ultimate Adventure con Jorge, Rubem y Carles está muy bien también. Recientemente he estado escuchando más música clásica india.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué épocas de la historia reciente, es decir, desde los sesenta hasta hoy, te parecen más destacables, al margen del jazz?
FRANC O’SHEA: La época dorada para mí es aproximadamente desde 1965 hasta finales de los años setenta, incluyendo alguna música de principios de los ochenta. Todo este período fue extraordinariamente creativo y conozco a muchos otros que piensan lo mismo. Las principales discográficas estaban mucho más abiertas a la música experimental y muchos artistas de aquellos tiempos que gozaron de gran éxito comercial no verían la luz hoy en día al carecer del apoyo de las grandes discográficas. Había tantas mezclas de elementos culturales revolucionarios, de gran inspiración, sobre todo debido a la inocencia de los músicos que evitaron ser corrompidos por el cinismo. El público era también muy receptivo a esta música y esto creó una buena onda de energía que estaba creciendo, pero que, finalmente, fue destruida en varios frentes por la industria.
ENRIQUE FARELO: ¿Y del jazz?
FRANC O’SHEA: Diría que el mismo período pero también la música asombrosa que Miles y otros estaban haciendo en la época de Kind of Blue. Todos los períodos de la música son importantes por motivos diferentes, por supuesto, pero supongo que me estás preguntando por mis preferencias de acuerdo con mi gusto personal. Se me rompe el corazón cuando veo documentales de jazz como la serie de Ken Burns donde toda la gran música de jazz a partir de los años setenta sencillamente es omitida como si careciera de importancia. ¿Quién crea esta música, los músicos o los críticos? La música de Wayne Shorter y Miles Davis en los setenta era tan importante para ellos como la música que hicieron en tiempos previos. Si Charlie Parker hubiera estado vivo en los setenta, también habría tocado con instrumentos eléctricos.
Considero el bajo eléctrico antes que nada un instrumento acústico amplificado, porque la madera te da el sonido y las diferentes pastillas son como cuando se utilizan diferentes micrófonos para la voz humana:colorean el sonido pero no son el origen. Muchos puristas del jazz se quejan de los instrumentos eléctricos, ¡pero recuerden que incluso Charlie Christian usaba una guitarra eléctrica en los años treinta!
ENRIQUE FARELO: ¿Es precisamente el jazz la base de tu música, a la que vas enriqueciendo con matices, colores y sabores de otras?
FRANC O’SHEA: Sinceramente creo que las etiquetas musicales sólo se usan realmente por conveniencia, sobre todo por razones de marketing de las grandes discográficas. Ahora hay tanta música que está más allá de cualquier categorización. Al final es sólo “música”, ¿no? ¿Cómo definirías el “jazz”? Si dices que es música improvisada entonces también lo es la música clásica india y muchas otras formas tienen elementos de improvisación incluyendo el flamenco. ¿Es swing? ¡No tiene por qué! Ya ves los problemas en los que uno se mete usando etiquetas, volvemos a la situación taoísta en la que nos damos cuenta de que las etiquetas no son la cosa en sí. De esta manera la base de mi música proviene simplemente de música que abraza todo el universo musical sin prejuicio alguno.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué le debes a la New Age, si es que le debes algo?
FRANC O’SHEA: Nunca he escuchado a sabiendas música clasificada con esa etiqueta.
© María Romero
ENRIQUE FARELO: “Tienen raíces comunes incluso las músicas más dispares”. ¿A qué te refieres concretamente?
FRANC O’SHEA: Lo que realmente quise decir es elementos “aparentemente” dispares. Todas las formas musicales son ramas del mismo árbol. Sólo porque algunas tienen ramas más alejadas del mismo tronco no significa que no estén relacionadas. La música humana viene de seres humanos y ningún ser humano se ha desarrollado separadamente de la raza humana en aislamiento. Toda música es fusión y es tan sólo otra rama del mismo árbol. La evolución constante ocurre al entrelazarse la música de culturas y regiones diferentes. No se puede parar. Algunas personas llegan a cerrarse tanto mentalmente que sufren de una forma de racismo musical. Éstos son los puristas. No se puede parar el tiempo dentro del tiempo, de lo contrario, aniquilas “la vida”. Algunas personas se empeñan en poner límites de tiempo a lo que constituye buena música, pero así se convierte en una pieza de museo, como un artefacto que está muerto y sin vida. Puedes inspirarte en el pasado, pero si te atascas ahí, tu música morirá. Lo mejor es conectarse con lo “intemporal” en la música, porque esto transciende modas y conecta con algo mucho más profundo. Esta es la razón de que me gusten los años sesenta y setenta, por su receptividad para la experimentación que permitió que muchos creasen música intemporal. A algunos les puede sonar pasada de moda debido a la instrumentación, pero, en lo que se refiere a las composiciones y a un nivel espiritual, existe a menudo ese elemento intemporal. De todos modos, para mí lo eterno o intemporal no tiene que ver con la instrumentación, se trata de conectar con el Origen independientemente de que sea una buena orquesta tocando a Bach o un gurú que toca el sitar maravillosamente.
ENRIQUE FARELO: Hablando de los músicos que te acompañan, hay dos miembros del antiguo grupo de Paco de Lucía. ¿Que supone para tu música contar con ellos en tu formación y, como los reclutaste para Alkimia?
FRANC O’SHEA: En realidad son tres miembros del grupo anterior de Paco. Jorge Pardo a la flauta, Rubem Dantas a la percusión y Juan Manuel Cañizares a la guitarra, que estuvo con Paco durante 10 años en dúo, trío y en el grupo de Paco. Jorge y Rubem ahora tocan con Chick Corea. Como es obvio, fue fabuloso para mí tener a estos tipos en mi álbum ya que todos son enormes músicos ya legendarios. Debido a las considerables influencias del flamenco en Alkimia, no me puedo imaginar a nadie más apropiado para hacer el disco. Mostraron interés por colaborar en este proyecto después de escuchar mi primer disco y una maqueta con parte del material de Alkimia.
ENRIQUE FARELO: De todos los músicos que te acompañan, ¿es Chema Vílchez el más cercano a tu forma de ver las cosas, tanto musical como filosóficamente?
FRANC O’SHEA: Yo no diría eso: cada uno aportó un toque de espiritualidad. Elegí a cada uno de ellos para el proyecto debido a la profundidad en su interpretación y a cómo esto me afectaba en lo que quería alcanzar. Todos ellos estaban en completa sintonía con el concepto en su totalidad, ninguno más que otro, y me sentí, y todavía me siento, conmovido con los resultados.
ENRIQUE FARELO: Podemos considerar a Stephan Micus como “músico del mundo”. ¿En ese sentido, te consideras afín a sus ideas?
FRANC O’SHEA: Lo que he oído de Stephan Micus me gusta mucho, pero pienso que venimos de ángulos diferentes ya que él es un multi-instrumentista mientras que yo sólo toco el bajo y compongo. Por lo que he oído y sé sobre Stephan es que viaja por todo el mundo, estudia instrumentos raros y exóticos con grandes maestros y luego crea composiciones para ese instrumento en particular.
ENRIQUE FARELO: ¿En qué escenario o escenarios te gustaría poner en práctica tus proyectos musicales?
FRANC O’SHEA: En cualquier parte del mundo donde el ambiente sea genial y permita crear una buena interpretación, y donde los músicos tengan espacio para conectarse con lo Eterno.
ENRIQUE FARELO: ¿Serían adecuados lugares al aire libre, donde mejor desarrollar toda la espiritualidad que implica tu obra?
FRANC O’SHEA: No necesariamente.
ENRIQUE FARELO: ¿Qué tipo de público consideras que escucha tu música y va a tus conciertos?
FRANC O’SHEA: Un amplio espectro, desde músicos a aficionados que disfrutan de diversos estilos, desde la música étnica al jazz, o simplemente de buena “música”, e incluso aquellos interesados en aspecto metafísicos.
ENRIQUE FARELO: Y para finalizar, ¿cuáles son tus proyectos en cuanto a conciertos y grabaciones?
FRANC O’SHEA: Planeo hacer algunos conciertos en Europa el próximo año interpretando el material de Alkimia con Benjamin Sarfas, Philippe Barnes, Nan Mercader y algunos otros músicos españoles. También habrá invitados especiales en algunos conciertos. Y estoy asimismo componiendo material para mi siguiente álbum y sigo estudiando la música clásica india, tanto hindostaní como carnática.