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..: ARTO TUNÇBOYACIYAN

   
 


Arto Tunçboyaciyan
nació en Turquía en 1957 en el seno de una familia de origen armenio y raíz en Anatolia. Su amplia trayectoria musical se inicia de la mano de su hermano Onno que fallecía en accidente en 1996, punto de inflexión en la carrera emocional de Arto. En la actualidad este percusionista y cantante se encuentra al frente de una peculiar formación, la Armenian Navy Band, además de contar con un currículum de verdadero prestigio que le ha situado junto a figuras legendarias del jazz como Chet Baker, o junto a grandes damas de la música griega como Eleftheria Arvanitaki.

Esta conversación tuvo lugar la mañana del día 7 de agosto de 2004 en el Auditorio Baluarte de Iruña - Pamplona antes de su actuación en el marco de Festivales de Navarra. Media hora de encuentro con una de las más bellas personas y mejores músicos que quien firma haya tenido la oportunidad de encontrarse.

Por Carlos Pérez Cruz (Traducción: Carlos Pérez Cruz, Marta Pérez y Roberto Barahona)

   


Arto Tunçboyaciyan
junto al autor de esta entrevista

Carlos Pérez Cruz: El libreto de tus discos recoge siempre un mensaje: “Amor, respeto y verdad”. ¿De qué manera aplica Arto estos tres valores humanos a la creación musical?

Arto Tunçboyaciyan:
¿Por qué escribo estas cosas? Porque no están suficientemente presentes en nuestra vida. Teniendo en cuenta la cantidad de seres humanos que somos y la cantidad de arte que se crea es muy poco el arte que refleje estos valores. ¿Cuánto respeto tenemos los unos a los otros, cuánto amor, qué grado de honestidad? Para mí no está equilibrado. Por eso firmo así cada CD que grabo. Ojalá algún día no sea necesario oír estas palabras una y otra vez. Esto es lo mismo que procuro con mi música. Soy honesto con lo que imagino, no escondo nada. Deseo que la gente disfrute, lo que para mí es amor. Con mi música soy respetuoso, trato de no representar a nadie, como hacen otros. Por ejemplo, mucha gente toca blues pero en realidad no son de ese mundo. Así que quien crea esta música no beneficia en absoluto a su creador: eso se lleva mucho ahora. En una de mis canciones explico lo que para mí es respetar lo más personal.  Vale para el blues o para cualquier otra cosa. Si te va bien utilizar un estilo determinado asegúrate de que al utilizarlo no estás representando. La representación déjala para sus creadores. Tengo una canción, “Strange Day”... cuando la escribía me pregunté: ¿por qué a tanta gente nos afecta el blues? Con esta canción descubrí que armónicamente tenía casi la misma forma que nuestra música. Por eso me gusta este tema, porque no estoy representando el blues ni aprovechándome de él. Lo que quiero decir es que estas tres palabras son parte de mi vida.

C.P.:  La verdad requiere honestidad. ¿Existe música que no sea honesta?

A.T.: Lo que escucho hoy no es música honesta. Puedes buscar fuera de ti y preguntarte: ¿Copias la manera de hacer de otro y la ofreces como propia?. ¿Cuánto de lo que ofreces y disfrutas es de otro? o ¿cuánto me afecta y me influencia lo que escucho?. Yo también soy humano. Quiero decir que cualquier sitio al que vaya me afecta pero lo asumo y dejo salir naturalmente. Si algo de eso permanece en mí no soy yo quien lo representa si no que es una influencia. Es parte de mí. Eso no es copiar. Por ejemplo, éste es el problema habitual entre América y Europa. Algo sucede en América, entonces Europa lo sigue. ¿Por qué no sucede nada en Europa? Si no creas algo por ti mismo necesitarás seguir siempre a otro para continuar por ese camino. Lo que trato de hacer con esta banda (la Armenian Navy Band) es un ejemplo, porque trata de romper todas estas fronteras. Por ejemplo... En vez de llamarlo flamenco-jazz, no sé por qué no lo llaman folk de vanguardia. Folk de vanguardia es una posibilidad. No es armenio ni americano, no es inglés, ni alemán, ni español. Hay que tener en cuenta que el nombre es algo que afectará psicológicamente. Créeme, afectará a lo que toquen, a lo que piensen, a la ropa que lleven, a lo que coman, a su filosofía... hasta llegar por fin a influir también en el sonido. Esto es muy importante para la gente que quiere tener identidad con su propio estilo pero a la vez ser parte del mundo. Este es un nombre tipo para mí.

C.P: La Armenian Navy Band una formación atípica que parte de un nombre irónico. ¿Cuál es el origen de esta formación y su desarrollo?

A.T.: La Armenian Navy Band es, de alguna manera, una forma de ver la manera de vivir de la gente de Armenia. No tenemos esa mentalidad tan frecuente en la que la gente odia un estilo u otro. Esta banda es como un lugar en el que cualquiera puede disfrutar. Donde de repente alguien puede ver el todo como una unidad. Por ejemplo, si en Anatolia nos hubieran dejado expresar nuestra cultura – algo que no pudimos hacer durante setenta y cinco u ochenta años, los que sean - creo que podríamos haber tenido más bandas como esta. Pero Turquía no nos dio la oportunidad de continuar nuestras actividades culturales y demás cosas. Puede parecerte que en la cultura de Armenia sí fue así. De acuerdo, tenemos cosas diferentes de los armenios, pero cuando se sientan a escuchar nuestra música descubren que es lo mismo que ellos están viviendo.

Esta banda no existía hace cincuenta o cien años... Pero hoy la estamos viviendo. Sí, estoy introduciendo partes electrónicas – todo desarrollo necesita tiempo para asentarse en el lugar, para evitar que lo nuevo destruya lo anterior - pero esto no significa que sea el final del formato de la banda.

El nombre es una pequeña broma, pero también puede ser algo muy serio. Está en medio. Depende del día. Si quiero decir la verdad digo la verdad (Risas). Lo primero que quería mostrar - según nuestra ideología – es que cuando tienes confianza en tus creencias puedes llegar a mover un barco sin agua. Es algo muy difícil, mover un barco sin agua. Es como dejarlo en tierra sin que nadie lo empuje. De nuevo esto sucede cuando hay amor, honestidad y respeto en tu ideología... Entonces creo que puedes mover el barco. ¿Cómo se mueve el barco idealistamente? Cuando la gente nos acepta tal y como somos. Con su corazón, con su espíritu, ellos se transforman en nuestra agua. Ellos son los que mueven el barco. En la ideología del nombre no hay mensajes negativos de tipo político ni nada de eso. Pero cuando lo piensas... técnicamente el monte Ararat estaba en el agua (en una época Armenia estaba entre el Mar Negro y el Mar Caspio)... Realmente no lo planeé, me vino naturalmente. En definitiva es pensar que estamos en el desierto y preguntarnos: ¿cómo podemos movernos? (Risas). Mira, ¡se mueve! Estamos aquí por la gente. La gente es el agua, la gente inunda los festivales. Ellos son quienes mueven el barco... y luego llegamos al gran océano que es el público.


La Armenian Navy Band en concierto

C.P.: El jazz es uno de los lenguajes reconocibles dentro de la música de esta formación. ¿Qué valores tiene el jazz para que Arto los asuma en su manera de hacer música?

A.T.: Mira, el nombre “jazz” para mí... Lo que yo he aprendido de los creadores del jazz es lo mismo que he aprendido de compositores como Sayat Nova, Gomidas  o Tchaikovski o este o el otro o el otro. Ellos dicen que toques lo que estés "sobreviviendo". Para mí si esto es el jazz me gustaría estar allí, sería feliz siendo parte de ello. Pero el jazz es una forma a la que se le supone una manera de vestir, de estar, de sujetar tu instrumento, de hablar... Porque los que crearon esto, ¿cómo sobrevivieron? ¿Entiendes? Tu sabes cómo sobrevivieron. No podían entrar en los hoteles porque eran negros, no podían subir al autobús porque eran negros... Así que encontraron su propia manera de expresión para salir adelante. Encontraron música de verdad y luego la llamaron jazz. Yo no soy un historiador del jazz, esto es lo que he visto, lo que oído. ¿Cuál es la razón por la que Europa y el jazz se relacionaron? Porque los negros crearon esta música a través de la teoría armónica europea. Estas teorías armónicas no existen en África. Esa es la razón por la que los europeos sienten que están relacionados de alguna manera. Pero relacionar la teoría no significa que conozcas el sonido de la vida. Yo me relaciono con el jazz porque  reconozco en él el sonido de la vida. Esta noche utilizaré diferentes estilos. Ellos usan su forma, yo uso la mía propia. Esta es la manera en la que estoy relacionado con el jazz. Si miras de ese modo somos músicos de jazz pero ¿por qué tengo que decir que toco jazz si voy a confundir más a la gente? Encuentro que este nombre se ajusta bien para mí y para la banda.

Tengo un gran respeto por los músicos de jazz porque ellos fueron los primeros que nos dieron la oportunidad de expresarnos tal y como somos, de expresarnos de una manera personal. No había música antes en la que quedaras con músicos y te sentaras a tocar y la gente fuera a escuchar... Son razones por las que dejo el nombre “jazz” para los creadores. Por respeto.

Yo nunca discuto este tipo de cosas con los verdaderos músicos de jazz. Siempre me dan la bienvenida y me piden que les cuente mis historias. Porque esta habitación es para contar las historias. Encontramos esta manera, esta forma, pero tenemos que aceptar cualquier cosa. Esto es por lo que acabo en esta palabra.

C.P.: En tu carrera figuran nombres de músicos de jazz importantes como Dino Saluzzi, Hank Roberts, Joe Zawinul... y ¡Chet Baker! ¿Qué recuerdas de “El Morro”? (Le muestro el disco)

A.T.Estaba grabando... ¿cómo se dice?... ¿Conoces a Arthur Blythe? Esa noche teníamos una cita con Bob Stewart en una fiesta de cumpleaños (En ese momento Arto imita el sonido de un borracho). Lo último que recuerdo es el estudio tocando y lo siguiente es la fiesta de cumpleaños (Risas). Esta canción es como... ¿cuánto dura? Unos diecisiete minutos... Es casi la mitad del álbum (Risas).

C.P: Arto Tunçboyaciyan uno de los más emocionales músicos que conozco que tiene una obra cumbre de la emoción con su trabajo “Onno” dedicado a su fallecido hermano.  Un hecho que tengo la impresión fue un punto y aparte en tu carrera musical.

A.T.: Onno es mi hermano y murió. Es quien me formó teóricamente en la música. Me abrió la puerta, lo es todo para mí. Emocionalmente es muy difícil comparar uno con el otro. Tengo muchos álbumes emocionales, “Onno” es uno de ellos. ¿Cómo decirlo?... El amor no está en tu mente, saldrá.  “El sonido de nuestra vida” es otra historia  porque mi madre se estaba muriendo en esa época. Cada CD tiene su propia historia y emoción. Son momentos emocionales personales. Espero poder aprender escuchando y disfrutar. Porque a veces no puedo escuchar y trato de escapar de esos momentos. Pero tengo que aprender a disfrutar de esos momentos. Abrir una nueva vida, porque vemos que la muerte es el final. Lo cual para mí es un error.

C.P.: Yo particularmente te agradezco mucho el disco “Onno” porque es una demostración de cómo hacer flores del dolor.

A.T.:
Esta es la típica diferencia, la que hay entre este disco (“Onno”) y este otro (el disco de Chet Baker). Éste (el de Chet Baker) se trata de cómo saber ser parte de él y en el otro se trata de hacer lo que eres, de contar cuál es la historia.

C.P.: La Armenian Navy Band tiene su propio club de música en Yerevan. Puede parecer que los locales para tocar no existen y que al final son los músicos los que tiene que autogestionar hasta los sitios donde tocar.

A.T.: Si piensas sobre ello no creo que haya muchos sitios como este para que una banda que pueda tocar lo que quiera. Un amigo nos proporcionó financiación económica lo que hizo posible esto para todos. Todos lo han hecho posible. Pero lo más importante es que es muy importante, es una garantía psicológica para los músicos. Ahora pueden decir: si no hay sitio en ninguna parte para tocar ahora tenemos un sitio seguro donde hacerlo toda la vida. La gente va todos los días. Cuando tocamos lo hacemos un mes entero. Todos los días la gente viene. Después de unos días ya no quedan entradas. ¡A pesar de que nadie sabe que tocamos allí! Poco a poco se sabe y entonces todo el mundo se entera de que estamos tocando y se llena todos los días. Este club no es un club usual. Desde la gente de la entrada, los que limpian, los de la cocina, los de la oficina... todo el mundo es parte del club. Todo el mundo trabaja para hacer este sitio. Ojalá algún día, cualquiera de cualquier parte del mundo, por ejemplo algún grupo de España, que quiera venir pueda hacerlo.  Esperamos poder crear algo así. Porque nosotros no vivimos la vida para nosotros mismos si no que la vivimos para todo el mundo. Al final queremos estar orgullosos de lo que dejamos en este mundo, no sólo en Armenia. Ojalá esta oportunidad se fortalezca en lo financiero y podamos dar esta oportunidad a músicos de todo el mundo.


Fachada del Club "Avantgarde Folk Music" en Yerevan

C.P.: De Armenia tenemos muy pocos conocimientos más allá de dos o tres ejemplos musicales y una cierta noción histórica del país. ¿Cuál es la relación y la visión de la Armenia actual para Arto Tunçboyaciyan? ¿Qué deberíamos conocer de la Armenia actual?

A.T.: Coge la maleta y ve (Risas). Lo que deberías saber sobre Armenia... Tenemos muchos puntos en común. Una fuerte identidad y carácter. Quizá no somos muy agresivos como en España, porque España ya es un país desarrollado, un país grande con una larga historia de años. Por ejemplo, no somos muy disciplinados. No somos así. Pero siendo realista, lo que deberías conocer es que este pequeño grupo de personas tiene una identidad muy característica, una identidad fuerte. Cuando lo analizas es todo sobre la vida, sobre el mundo, sobre la gente. Esto es lo que a mí me gusta. Siempre que no nieguen dónde ha sido originado. Hemos creado muchas cosas en esa región, no en el mundo. Sabemos cómo adaptarnos, cómo ser parte de la naturaleza. Donde vayamos, cualquiera que sea la oportunidad que tengamos, es lo que hacemos. Incluso en Turquía. la mayoría de los armenios son conocidos como artistas. Lo típico: poetas, escritores, pintores, escultores... Puedes encontrar todo esto en un sitio muy pequeño. Pero siendo realista, lo mejor es la comida (Risas).

© Carlos Pérez Cruz, Tomajazz 2004