Clément Janinet et Benjamin Flament
- Fecha: Viernes, 11 de octubre de 2013
- Lugar: Théâtre Municipal / Perpignan
- Componentes:
Clément Janinet: violín
Benjamin Flament: vibráfono
Vincent Courtois « Mediums »
- Fecha: Viernes, 11 de octubre de 2013
- Lugar: Théâtre Municipal / Perpignan
- Componentes:
Vincent Courtois: violonchelo
Robin Fincker: saxo tenor
Daniel Erdmann: saxo tenor
John Abrecrombie Quartet
- Fecha: Viernes, 11 de octubre de 2013
- Lugar: Théâtre Municipal / Perpignan
- Componentes:
John Abercrombie: guitarra
Marc Copland: piano
Joey Baron: batería
Drew Gress: contrabajo
Anthony Joseph And The Spasm Band
- Fecha: Sábado, 12 de octubre de 2013
- Lugar: El Médiator / Perpignan
- Componentes:
Anthony Joseph: voz
Andrew John: bajo
Christian Arcucci: guitarra
Colin Webster: saxo tenor y flauta
Marijus Aleksa: batería
Imperial Orpheon
- Fecha: Domingo, 13 de octubre de 2013
- Lugar: Diversos espacios al aire libre / Latour de France
- Componentes
Rémy Poulakis: acordeón y voz
Gérald Chevillon: saxo bajo, tenor y soprano
Damien Sabatier: saxo barítono, alto, sopranino y theremin
Antonin Leymarie: batería y percusión
Comentario:
Como indicamos en el primer comentario relacionado con Jazzèbre, en este otoño el festival ha celebrado su veinticinco aniversario, fiel a sus cebras así como a su lema “Le rendez-vous jazz et musiques du monde en Roussillon”.
El programa del viernes once de octubre ofrecía tres actuaciones. Comenzamos, en horario de tarde-noche, en la sala Cocteau, de reducido aforo, ubicada en la primera planta del bicentenario Teatro Municipal, construido en una de las esquinas de la plaza de la República.
Un dueto, poco habitual, formado por los jóvenes Clément Janinet al violín y Benjamin Flament al vibráfono, ambos miembros del grupo Radiation 10. Ofrecieron una propuesta diversa, ecléctica e interesante, aunque todavía un poco tierna, pero por las cualidades mostradas, de buen seguro que en los próximos rodajes irá tomando mayor musculatura así como un mejor pulido en el encaje temático. Un repertorio formado por piezas de compositores de la envergadura de Frederic Monpou –un par de temas-, Adrian Florescu, Ahmad Jamal, Duke Ellington o Hermeto Pascoal. Destacaría, especialmente, una pieza tradicional, de aires asiáticos y desarrollo minimalista, por la dinámica, las texturas y timbres –sonoridades próximas al cristal producidas al disponer unas cadenas sobre las láminas del vibráfono o el sonido mate, de falso gong, proveniente de una pantalla de una lámpara-.
Un pequeño receso y entramos en la sala mayor del teatro para escuchar la nueva propuesta del violonchelista Vincent Courtois. En anteriores ediciones del festival lo habíamos disfrutado en dos grupos del saxofonista y clarinetista, Louis Sclavis, concretamente en las propuestas, Napoli’s Wall y Trio Atlas. También lo pudimos escuchar en el singular dueto con la cantante y violonchelista, Jeanne Added.
Música de cámara que iba pasando por diferentes pasajes, música clásica, popular, circense, jazz, rock e improvisación. Un buen ensamblaje entre extraversión e introversión. Cuidadas melodías enlazándose con descargas disonantes y lacerantes. Todo ofrecido en breves secuencias, sin aparente solución de continuidad, de forma cuasi fílmica, con planos intercalados de diferentes entornos.
Courtois se acompaña por un dueto, poco o nada habitual, de saxos tenores, si, solamente de saxos tenores, el del londinense Robin Fincker y el del berlinés Daniel Erdmann (miembro de otro trío también peculiar, Das Kapital). El trabajo de estos tres músicos, en más de una ocasión, daba la impresión de estar delante de una formación bastante mayor que la de un trío, en un perfecto engarce de los dos vientos con el instrumento de cuerda.
Nos ofrecieron un auténtico tiovivo conceptual, en el cual fueron dando detalle, ampliado y enriquecido, de su reciente trabajo discográfico, Mediums (La Buissonne, 2012). Con títulos tan sugerentes como, “La femme sans corps”, “La nuit des monstres” o “Jackson´s catch”, así como una adaptación de la música de la película Freaks (de 1932, en castellano la titularon La parada de los monstruos). Un directo remarcable por su sonido, concepto y dinámica, gracias al trabajo y compenetración de tres grandes instrumentistas.
El nuevo cuarteto del guitarrista John Abercrombie, fue el encargado de cerrar la jornada del viernes. Presentó buena parte del material incluido en su reciente 39 Steps (ECM, 2013), grabado con la misma formación con que se presentaba en Perpiñán. Temas como “Vertigo”, “Another Ralph’s” o “As it Stands”, además del estándar, no incluido en el disco, “Easy to love”.
Un directo desarrollado en plena tranquilidad y calma, muy “ECM”, de aristas totalmente pulidas, redondeadas, con un remarcable trabajo instrumental, pero demasiado adaptado, aplanado, a las directrices del sello muniqués.
Destacaron los contrapuntos pianísticos, de aire más contemporáneo, de Marc Copland, a gusto de uno, demasiado contenido a lo largo de toda la actuación. Como siempre, esté en la formación que esté, con John Zorn, Dave Douglas y Joe Lovano (en la edición anterior) o Steve Kuhn, por citar sólo cuatro nombres, Joey Baron ofreció nuevamente otra clase magistral, al frente de sus tambores y platos. Es la alegría personificada, en este caso mucho más perceptible por la seriedad del resto de sus acompañantes. Temas bonitos, sumamente ondulantes y sinuosos, en los que se encontró a faltar alguno con mayor músculo.
Para la jornada del sábado sólo estaba programada una solitaria actuación (teniendo en cuenta las sesiones dobles y triples de los días precedentes). En esta ocasión en la sala El Médiator, con una pista totalmente libre de sillas pero con asientos en las gradas (no como en la edición anterior, durante la actuación de la cantante Sandra NKaké -un auténtico animal escénico con un directo impactante-).
Anthony Joseph al frente de The Spasm Band, ofreció una actuación de fuerte componente rítmica y bailable, a base de una interesante aleación de funk, rock y aires antillanos. Anthony se pasó buena parte de la actuación dando vueltas y más vueltas por el escenario, dejando que los dos solistas principales, el guitarrista Christian Arcucci y el saxofonista tenor y flautista Colin Webster, se desfondaran a gusto, más de corte psicodélico el primero y el segundo entre el fraseo repetitivo y las cercanías del free. Estuvieron bien secundados por el incasable dúo rítmico, de auténtica labor a destajo.
Joseph posee una voz agradable, bien timbrada, con una correcta utilización de la misma, sin florituras. Plasma un trabajo de cantante más centrado en lo que dice que en como lo dice. Una propuesta fundamentalmente bailable, como buena muestra dio el público asistente, de edades bien diversas.
Como clausura, de nuestras seleccionadas idas y venidas al Jazzèbre de este año, la jornada del domingo se presentaba dividida en tres apartados. La primera, por la mañana, consistente en la descubierta del pequeño pueblo Latour de France. Una pequeña población con marcado carisma personal. Durante el trayecto y en seis lugares, distribuidos estratégicamente -entre ellos el lavadero público al aire libre o la fuente de agua-, nos iríamos encontrando con una pequeña pincelada musical a cargo de tres de los músicos de Imperial Orpheon, en diferentes combinaciones, en solitario, dueto o trío. Entremedio una parada para degustar las propuestas de cuatro viticultores productores de vinos naturales.
Después del picnic “tire du sac”, regado con algunos de los vinos degustados con anterioridad, y al lado del pequeño río que circunda la población, el cuarteto ofrecería un repertorio básicamente festivo, fresco y alegre, chorinhos brasileiros y valses franceses (“musettes”), entrelazados –como es típico en este festival nada almidonado- en el eje rock-jazz-clásica, escritura e improvisación. Cerraron la velada con la emotiva “Una furtiva lágrima” de la òpera L’elisir d’amore, interpretada de forma remarcable, por el acordeonista, Rémy Poulakis, que por la mañana, junto a los lavaderos, con agua corriente y transparente, ya nos había mostrado su faceta operística con una notable versión de la aria “E lucevan le stelle” de la ópera Tosca de Puccini
Un buen final para nuestra particular versión del festival, del cual nos quedamos sin poder asistir, por problemas de agenda y desplazamiento, a dos actuaciones que nos llamaban especialmente la atención, el piano solo de Eve Risser (teclista de la Orchestre National de Jazz de Daniel Yvinec, que a finales de año termina su mandato), y el dueto de la contrabajista Hélène Labarrière con la actriz-cantante Violaine Schwartz.
Texto y fotografías: © Joan Cortès, 2013
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