27e Festival Jazzèbre
- Dècapotable Sur La Corniche
- Fecha: Viernes, 11 de setiembre de 2015
- Lugar: La Casa Musicale (Perpignan)
- Componentes:
Arthur Daygue, guitarra, teclados, sampler y composiciones
Vladimir Vilar-Mercader, saxos
Marc Maffiolo, saxos
Fabien Rimbaud, batería, guitarra percutida y textos
- Brass Mask
- Fecha: Viernes, 25 de setiembre de 2015
- Lugar: La Casa Musicale (Perpignan)
- Componentes:
Tomas Challenger, saxo tenor y clarinete
Georges Crowley, saxo tenor y clarinete
Rory Simmons, trompeta
Nick Malcolm, trompeta
Nathaniel Cross, trombón
Theon Cross, tuba
Jon Scott, batería
- Samuel Blaser & Gerry Hemingway
- Fecha: Sábado, 26 de setiembre de 2015
- Lugar: Musée d’Art Moderne (Céret)
- Componentes:
Samuel Blaser, trombón
Gerry Hemingway, bacteria y armónica
- Ray Lema “Nzimbu”
- Fecha: Sábado, 26 de setiembre de 2015
- Lugar: Salle de l’Union (Céret)
- Componentes:
Ray Lema, voz, guitarra acústica y piano
Ballou Canta, voz y guitarra
Fredy Massamba, voz
Rodrigo Viana, guitarra acústica
- Fanfare du Festival (direction: Daniel Malavergne)
- Fecha: Domingo, 27 de setiembre de 2015
- Lugar: Ermitage de St-Férreol (Céret)
- La Guiguinche
- Fecha: Domingo, 27 de setiembre de 2015
- Lugar: Ermitage de St-Férreol (Céret)
- Componentes:
Guilhem Verger, acordeón y voz
Guillaume Gardey de Soos, trompeta
Bruno Ducret, violonchelo
Hervé Duret, guitarra
Maxime Rouayroux, batería
Comentario:
En el mismo fin de semana en qué se clausuraba, en Perpiñán, el 27º festival de fotoperiodismo “Visa pour l’image”, se presentó en “La Casa Musicale” de la misma localidad, el festival Jazzèbre, también en su 27ª edición. Un festival que se declara como el encuentro del jazz con las músicas del mundo en el Rosellón.
Como acto final de la presentación contó con la actuación del grupo Dècapotable sur la corniche, un cuarteto que intercala lecturas de textos de diversa y dispar procedencia (Grimm, revistas juveniles, fanzines de publicidad o escritos propios), en su particular contexto musical.
Una concepción musical angulosa, con una dinámica en quiebros constantes, cambios de dirección, estridencias palpables y unas buenas dosis de testosterona, muy especialmente por parte del batería y percusionista.
Dos semanas después, el viernes 25 de septiembre, en otro espació de la misma “La Casa Musicale”, se inauguró el festival con el grupo británico Brass Mask, liderada por el saxofonista y clarinestista Tomas Challenger.
Un septeto, formado por dos saxofonistas, dos trompetas, un trombón, un tuba y un baterista, que muy posiblemente, como banda, su hábitat más propicio y dinámico se encuentre desplazándose por calles y callejuelas más que en un escenario, como fue el caso.
A las cinco de la tarde del día siguiente, en el Mussée d’Art Moderne de Céret, asistimos al encuentro del trombonista suizo Samuel Blaser y el baterista estadounidense Gerry Hemingway.
Que un centro de arte moderno dé cabida a una muestra de música homóloga, debería de ser un binomio de lo más normal, pero desgraciadamente, al menos en el estado español, no lo es. Cierto que los elementos plásticos contemporáneos son mucho más asimilables y digeribles que los sonoros.
La actuación del dueto en el museo contó con un prólogo, con dos pequeños temas improvisados entre las esculturas de Jaume Plensa. La primera entre las 19 formas nebulosas configuradas por letras plateadas de distintos tamaños y alfabetos, unidas por puntos de soldadura, titulada “Talking Continents” (2014) y la segunda alrededor de “Air, Water, Void” (2014), conjunto formado por tres esculturas, de gran formato, realizadas con resina epoxi, de tres hombres sentados en el suelo, en el interior de un círculo de cerezas rojas e iluminadas con colores cambiantes.
Foto-07_Blaser&Hemingway
Posteriormente, en el vestíbulo del MAMC y junto a otra pieza del escultor, “Lou” (2015), desarrollaron más ampliamente su propuesta de improvisaciones, de concepción árida con pocas o mínimas derivadas hacia sonoridades de ámbito más complaciente, a excepción de las dos piezas finales, especialmente la penúltima, en la que deambularon por senderos bien próximos al blues donde Hemingway jugó con una pequeña armónica.
La propuesta del directo estuvo mucho más cercana a la concepción de Fourth landscape, que al de A mirror to Machaut, por mencionar dos trabajos discográficos recientes, ambos del 2013, del trombonista y en los que también participa el baterista.
Unas horas después en la sala de la “Union”, llena a rebosar, se presentó la última propuesta del congoleño Ray Lema, cantante, guitarrista y pianista, titulada Nzimbu, con las voces de sus compatriotas Ballou Canta y Fredy Massamba y la nítida guitarra del brasileño Rodrigo Viana.
Un temario constituido por temas melódicos, de aparente sencillez y manifiesta desnudez, bien urdidos, de fino y elegante acabado, plasmados con gusto y sin artificios innecesarios. Un trabajo para un público amplio y receptivo.
Una actuación que fue de menos a más, bien tramada y notables juegos vocales, con temas como “Lobelanga” de desarrollo pausado, “Bekele” de aire tradicional, o los rítmicos “Nsongela”, “Ntoto” con Massamba soplando dos botellines con agua, “Lusambu” de cierto regusto country, sin olvidar la emotiva y reivindicativa “Les obliés du Kivu”, tema dedicado a las violaciones de mujeres, desde los cuatro hasta los noventa años, perpetradas de forma masiva en esta parte del Congo. Tema que nos hizo recordar la exposición de Diana Zeyneb Alhindawi, “Los juicios por violaciones en Minova”, ganadora del premio “Visa d’or” humanitario del CICR 2015.
En el tramo final rindieron un pequeño homenaje a la cantante Cesaria Evora con su camino a Sao Tomé.
En las programaciones de las distintas ediciones del festival de la cebra (zèbre) rosellonesa se cuidan las actividades que se realizan al aire libre, a su vez entrelazadas con sus respectivos pique-niques (pinics).
La jornada del domingo 27 de setiembre se inició a las 11 de la mañana, en la base de la Ermita de St. Férreol (con una extensa y exquisita panorámica).
El primer encuentro musical de la jornada correspondió a la “Fanfare du festival”. Fanfarria con una antigüedad de veinte años, de formación variable, entre 35 y 55 músicos, de edades bien diversas, procedentes de distintas formaciones y poblaciones del sur francés (Arles, Avignon, Nimes, Montpellier, Millau,…., y Perpiñán), con un resultado interesante y francamente emotivo (será el ADN valenciano que lleva uno).
Habíamos disfrutado, el día anterior, de su deambular por el mercado sabatino de Cèret y posteriormente después del picnic dominical, con composiciones y arreglos propios para la banda, bajo la dirección del compositor y tubista Daniel Malaverne (miembro de Palomar Trio).
Después del preámbulo matutino iniciamos nuestro recorrido musical, por un sendero circular, de relieve ligeramente accidentado, a lo largo del cual contamos con cinco breves paradas musicales, cada una de ellas con un miembro distinto del grupo La Ginguinche, con un repertorio desde estándares jazzísticos (guitarra y trompeta) hasta improvisaciones libres (violoncelo y percusión), pasando por un vals (acordeón).
Después de la pequeña actuación de la “fanfare” post comida, fue el turno del quinteto La Guiquinche, un grupo totalmente desconocido para el que suscribe.
Ofrecieron una propuesta bien abierta y actual, remarcablemente formalizada, con un temario que osciló desde composiciones de aire popular, pero de conceptualización contemporánea, valses y tangos, con influencias balcánicas, hasta desgarros free, todo ello pasado por una paleta variada y colorista de formalización jazzística. Temas de Dave Douglas, Louis Sclavis o de Marc Ducret (no en vano es el progenitor del violonchelista del grupo).
Terminaron la actuación con la adaptación exquisita de una mazorca. Un tema que se hizo muy popular en Francia durante la segunda guerra mundial, interpretado, como nos dijo el acordeonista, de forma muy “chamalo”.
Una grata sorpresa, tanto por la concepción de los temas expuestos como por la remarcable interpretación. Uno de los conciertos destacables de esta edición, que por suerte no ha estado nada manca de ellos.
Texto y fotografías: © Joan Cortès, 2016