45è Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona
Saxophone Summit
- Fecha: Sábado 19 de octubre de 2013
- Lugar: Teatre-Auditori Sant Cugat (Barcelona)
- Componentes:
Ravi Coltrane, saxo tenor y sopranino
Dave Liebman, saxo tenor, soprano y flauta de madera
Joe Lovano, Saxo tenor, clarinete alto y flauta de madera
Phil Markowitz, piano
Cecil McBee, contrabajo
Billy Hart, batería
Emma Vilarasau / Carles Margarit “No era lluny ni difícil”
- Fecha: Lunes, 21 de octubre de 2013
- Lugar: Teatre-Auditori Sant Cugat (Barcelona)
- Componentes:
-Primer parte-
Emma Vilarasau, recitado
Xavier Bosch, guitarra y percusión
-Segunda parte-
Carles Margarit, saxo tenor, dirección y composiciones
Joan Margarit, poemas y recitado
Xavier Algans, piano
Miquel Àngel Cordero, contrabajo
Núria Cols, voz
Dianne Reeves
- Fecha: Viernes, 25 de octubre de 2013
- Lugar: Teatre-Auditori Sant Cugat (Barcelona)
- Componentes:
Dianne Reeves, voz
Peter Martin, piano
Romero Lubambo, guitarra acústica y eléctrica
Reginald Veal, contrabajo
Terreon Gully, batería
Comentario:
El pasado sábado 19 de octubre se inauguró el 45 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, en la vecina localidad de Sant Cugat, concretamente en su Teatre-Auditori –que está celebrando su veinte aniversario-. Los encargados de hacerlo fueron los componentes del sexteto de Saxophone Summit, formado por un trío de saxos tenores (aunque también se doblan a otros instrumentos con cañas), Joe Lovano, Dave Liebman y Ravi Coltrane (este último sustituyó en su día al malogrado Michael Brecker), y una sección rítmica, también de considerables quilates, Billy Hart a la batería, Cecil McBee al contrabajo y Phil Markowitz al piano. Un sexteto que deambula por las trazas de la obra y el espíritu, mediante arreglos y composiciones originales, del gran maestro, John Coltrane, influyente como pocos del saxo tenor y soprano así como del jazz en general.
Presentan un directo elaborado y remarcablemente conjuntado. Rehuyen de las posibles mímesis de los temas con sus consabidos solos. Encaran los temas versionados con arreglos complejos, estructurados, aportando savia fresca y nueva. Incluso presentan composiciones originales sin desdibujar el gran mundo del saxofonista homenajeado.
Interpretaron algunos temas que han de conformar el próximo y tercer trabajo del grupo, “Blues minor” (del coltraniano “African brass”), así como un exquisito tema original, uno de los dos grandes puntos álgidos de la noche, una supuesta balada, compuesta por Liebman, dividida en varias partes, un tema cambiante y ondulante, especulativo y bien engarzado, con Lovano al clarinete alto. Posteriormente vendría la otra cumbre de la actuación, “Peace of the heart” (perteneciente al primer trabajo de la banda, “Gathering of spirits” -2004- ) enlazado con “Olé”, a modo de una pequeña suite, iniciada con un solo de batería de Billy Hart -que nos deleitó con su magisterio a lo largo de todo el concierto y remarcó que continúa siendo un jabalí en plena vitalidad-, como preámbulo de “Peace …”, después vendría un nuevo solo, en esta ocasión, de Cecil McBee -contrabajista que hemos podido disfrutar en contadas ocasiones por estos lares- y finalmente el tema “Olé”, con Liebman y Lovano soplando pequeñas flautas de madera, el pianista Phil Markowitz –una de las gratas sorpresas de la noche- percutiendo las cuerdas del piano y Ravi Coltrane desenvolviéndose con el saxo sopranino. Tema que sirvió para concluir la propuesta antes del bis. El bis, composición de Joe Lovano, “Alexander the Great” (también del primer cd del grupo), fue el trabajo con los aires más canónicos de la jornada.
Dave Liebman resultó ser el más extravertido de la tripleta tenorista, el más vigoroso, musculado, y especialmente viperino con el soprano, Joe Lovano se mantuvo moderado, conciso y elegante, y Ravi Coltrane, el más joven del grupo, fue el más reservado, incluso dio la sensación, en algunos momentos, de estar algo intimidado.
Sin duda un buen arranque del festival, a unos veinte quilómetros de su ciudad homónima.
Para el lunes siguiente, 21 de octubre, estaba anunciado en el programa del festival de jazz, el que resultaría ser la segunda parte de otro festival, el del 13º de poesía de Sant Cugat. Un doble programa, que a más de uno nos cogió con el pie cambiado –todo sea mencionado, no supimos apreciar ninguna referencia o indicativo jazzístico en el espacio donde transcurrió la velada-.
El doble evento se realizó en el interior del escenario –de amplia caja-, tanto para el albergue del público como de los actuantes.
La primera parte fue a cargo de la actriz catalana Emma Vilarasau, “Premi butaca” -2013-, acompañada por Xavier Bosch a la guitarra, donde fue recitando poemas de diferentes autores catalanes (Palau i Fabra, Joan Vinyoli, Miquel Martí Pol i Joan Margarit) e internacionales (Chantal Mailard, Pablo Neruda, J.L. Borges y M. Benedetti). Una interesante selección de textos, aunque no nos terminó de convencer el engarce entre el recitado y el acompañamiento musical, especialmente por la disparidad de las cadencias de cada uno.
El encaje entre recitado y música resulta complejo. Quisiera destacar por diferentes conceptos, en este ocasión especialmente por la relación entre la voz y el piano, el trabajo discográfico “Le long de la plage” (Vision Fugitive -2012-, el sello francés, creado por Jean-Marc Foltz y Philippe Mouratoglou, que solamente publica tres proyectos anuales), del pianista estadounidense Marc Copland con el poeta, novelista y ensayista francés Michel Butor.
La segunda parte, la que constaba en el programa del festival de jazz, correspondió a la propuesta titulada “No era lluny ni difícil” (No era lejos ni difícil), con poemas del poeta Joan Margarit -poeta de honor del actual festival de poesía-, recitados por el mismo, cantados por Núria Cols –con una voz más próxima al mundo del musical que al del jazz- y las composiciones musicales, además de la dirección y las interpretaciones al saxo tenor, de Carles Margarit –hijo del poeta-, que contó con la colaboración del contrabajista Miquel Àngel Cordero y Xavier Algans al piano.
Las composiciones musicales, “Dear John”, “Autoretrat”, “Fragilitat”, entre otras, podríamos calificarlas de próximas al entorno del sello muniqués ECM, en los que destacó, muy especialmente, las aportaciones, en los solos, del pianista. Algunos de los textos recitados ya los habíamos podido escuchar, gratamente, no hace mucho en el Jamboree, en la propuesta “Paraula de Jazz” (Palabra de Jazz), del propio Joan Margarit con el poeta Pere Rovira y la música de Perico Sambeat trío.
La velada termino con la incorporación, al quinteto, de Emma Vilarasau y en un mano a mano con Margarit, recitando (traduzco del catalán, una parte, pidiendo disculpas de antemano por el atrevimiento):
“un auditorio oscuro dentro de nosotros
escuchando en silencio esta historia
de la seducción sin esperanzas.
Amar es ser distante.
El amor es ser extranjero, pero vosotros
sois la hospitalidad de este silencio.
Que me ha escuchado sabiendo que dentro vuestro
he dejado de existir, que no habré estado
más que la sombra querida de algún otro.”
Cuatro días después, el viernes 25, en el mismo escenario del Teatro-Auditorio y con el público llenando completamente el aforo de butacas, Dianne Reeves demostró nuevamente poseer un registro y unas capacidades totalmente envidiables, sin duda una de las voces femeninas del mundo del jazz en mayor estado de forma en la actualidad. Con una propuesta musical, tanto discográfica como en directo, al alcance de un público mayoritario, dicho sin la menor desviación peyorativa, aunque sus directos superan y de largo sus grabaciones.
Este año ha publicado Beatiful Life, a gusto de uno, irregular, caramelizado y demasiado sobreproducido. Dianne es una de aquellas cantantes que cuantas menos parafernalias tenga a su alrededor mejor es su resultado.
En Sant Cugat vino acompañada por un cuarteto de músicos notablemente solventes y efectivos, no en vano, en mayor o menor medida, todos ellos colaboran en su reciente disco, de donde partió el material ofrecido en directo. Un directo variado en lo temático (jazz, pop, blues-zydeco, samba, …) y en el juego de las formaciones (quinteto, cuarteto, trío, dúo e incluso a capela).
El cuarteto instrumental abrió la velada con una versión del conocido “Summertime”, e inmediatamente después aparecería la cantante, vestida con sencillez y ademanes pausados, empezando desde el primer momento a mostrar, que muy probablemente, es una de las pocas herederas de las últimas grandes damas del jazz, más cercana a Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Carmen McRae que a Betty Carter.
Algunos de los títulos interpretados fueron “Dreams” (composición original de la cantante Stevie Nicks, componente de Fleetwood Mac) -con unos arreglos que en algunos momentos nos hizo rememorar la versión davisiana de “Time after time”-, “Waiting in Vain” de Bob Marley, así como el tema, de título más bien engañoso, “Tango”, una composición original de la cantante, que lo está convirtiendo en un estandarte, como se puede apreciar en las distintas versiones que se encuentran en “youtube”, más la del disco, pero de momento nos quedamos
con la versión ofrecida en Sant Cugat. Un tema de aires totalmente latinos, con un inicio que musicalmente podríamos ubicar en el centro de Sudamérica, que después, fue derivando hacia una especie de bolero-son, para rematarlo en forma de rumba cubana. Tema interpretado inicialmente a capela, al que posteriormente y de forma paulatina fueron integrándose los componentes de la banda, aprovechando para ir presentando, de forma totalmente cantada, a cada uno de ellos, Romero Lubambo a las guitarras, Peter Martin al piano, Reginald Veal al contrabajo y Terreon Gully a la batería.
Un concierto notable, que fue acrecentándose tema a tema, donde el público disfruto de forma considerable. Aunque, todo sea dicho, quedó a unos cuantos peldaños por debajo de la soberbia actuación que ofreció, en el verano del 2012, en el festival jazz-vinícola de ViJazzPenedès, como voz solista e intérprete remarcable del “Mosaic” de Terri Lyne Carrington (baterista también presente en la actual edición del festival barcelonés, con dos de las féminas del aquel proyecto discográfico, aunque ausentes en el escenario de Vilafranca del Penedès, la pianista Geri Allen y la cantante-contrabajista Esperanza Spalding).
© Texto y fotografías: Joan Cortès, 2013
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