Myra Melford: Splash (Intakt Records; 2025) Por Carlos Lara [Grabación de jazz]

Splash es el último álbum liderado por la pianista y compositora Myra Melford, junto con el contrabajista Michael Formanek y el baterista y vibrafonista Ches Smith. Además, es la primera colaboración de Melford con el sello suizo Intakt Records. Esta formación en trío marca un nuevo capítulo en la trayectoria de la pianista de Illinois, una figura fundamental en la vanguardia del jazz contemporáneo, especialmente en su exploración continua de la conexión entre la música y otras disciplinas artísticas, como en este caso la pintura.

Según Melford, la inspiración principal del proyecto le viene del pintor postexpresionista estadounidense Cy Twombly (1928-2011). Sus obras se encuentran en las colecciones permanentes del Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo del Louvre en París. Melford no hace una traducción literal del arte de Twombly al sonido, sino que busca capturar la gestualidad, el movimiento, la energía y la espontaneidad que caracterizan sus lienzos. La pianista ha pretendido en este álbum hacer una disposición caótica pero deliberada de las formas y evoca tanto tensión como fluidez, características del enfoque abstracto y cargado de emociones de la pintura de Twombly. La cubierta del disco es una parte de la obra de este artista, titulada «Lepanto, Parte III», que fue pintada en 2001.

En el interior del disco se escribe que «el trío es capaz de evocar el dinamismo gestual y la creciente volatilidad que le da al trabajo de Twombly gran parte de su poder». El expresivo rango de timbres, ya que Formanek toca el arco y Smith alterna el vibráfono con la batería, crea opciones de trío de cámara para Melford, como compositora e improvisadora. El resultado es una música de encantadora belleza, que oscila entre la pintura sonora y la reflexión abstracta.

El disco tiene 10 temas, en los que se alternan composiciones más densas con tres «interludios» (Interlude I, II y III), que funcionan, con texturas delicadas, como momentos de introspección, reconstrucción o diálogo más íntimo dentro del trío. Los músicos establecen pequeños ámbitos rítmicos, que permiten la divergencia sin que se rompa la coherencia, ya sea con el arco de Formanek, el vibráfono de Smith o el piano lírico de Melford, dibujando figuras abstractas.

El álbum se abre con «Drift», la pieza más larga, con una energía contagiosa y experimental que refleja la evolución artística de Melford desde sus primeras incursiones en el jazz hasta sus colaboraciones más recientes con músicos de la escena del avant-garde. A lo largo de los temas, Splash mantiene una sensación de fluidez y libertad, al mismo tiempo que ofrece momentos de gran profundidad emocional y complejidad estructural, apoyados por ritmos engañosamente estables del contrabajo y la batería, lo que da una sensación de constantes altibajos de tensión y libertad. El trío se encamina sin ningún control hacia abismos sonoros, que se cortan con solos de contrabajo, momentos de calma a mitad de los temas o piano y vibráfono que avanzan en dúos. En algunos pasajes, Smith abre múltiples paletas tímbricas en el trío.

«The Wayward Line» remarca una atmósfera introspectiva. Un contraste entre el fraseo del piano en escalas atonales con el contrabajo y la batería. En «Free Wheeler», el peso melódico cambia con el contrabajo y la batería; ambos marcan pautas firmes, mientras Myra Melford impulsa el piano con líneas decididas que se repiten, rozando el minimalismo con la entrada de los matices del vibráfono. «Streaming» comienza con un solo de batería de amplio recorrido, con toques graves de contrabajo y apuntes del piano que va incrementando la tensión y arrastra a los otros dos instrumentos. El contrabajo rompe con un solo largo, y el piano y el vibráfono van virando su orientación hacia paisajes más despejados. El arco de Formanek y el vibráfono trabajan a dúo y el piano les acompaña hasta el fin.

«A Line With A Mind of Its Own» es especialmente notable: cada músico parece interpretar su propia idea del motivo central, pero aun así logran mantener una cohesión sorprendente. El puzzle se va recomponiendo y se crean dibujos por parte de los tres con ritmo acelerado. «Dryprint» se inicia con otro solo de batería y rápido entra el piano, y entre los tres mantienen un equilibrio sonoro con intensidad. El contrabajo se destaca con un solo completo acompañado por la batería, mientras el piano provoca acometidas largas e inconexas. El final vuelve a guardar una cierta coherencia rítmica.

El cierre con «Chalk» mezcla lo meditativo con momentos de deconstrucción, generando una atmósfera que se descompone en fragmentos, con piano, vibráfono y contrabajo, pero sin perder su quietud interior. Este enfoque permite que la música tenga momentos íntimos —casi de «cámara»— y, al mismo tiempo, haya explosiones improvisadas, reflejando una tensión entre control compositivo y libertad expresiva que es una marca distintiva de Melford.

Este disco es una invitación a sumergirse en una conversación musical sofisticada y llena de matices. Melford logra aquí un equilibrio perfecto entre experimentación y melodía, invitando a un viaje sonoro lleno de contrastes.

Tomajazz: © Carlos Lara, 2025

Myra Melford: Splash

Músicos: Myra Melford (piano), Michael Formanek (contrabajo) y Ches Smith (batería).

Temas: “Drift”, “The Wayward Line”, “Interlude I”, “Free Wheeler”, “Interlude II”, “Streaming”, “A Line With A Mind Of Its Own”, “Interlude III”, “Dryprint” y “Chalk”.
Todas las composiciones de Myra Milford.

Grabado en Hardstudios Winterthur (Suiza) por Michael Brändli, el 29 y 30 de julio de 2024.

Pintura de portada: Cy Twombly, «Lepanto, 2001 [Part III]» © Cy Twombly Foundation.

Editado por Intakt Records en 2025.

Más información sobre Myra Melford y Intakt Records

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