Si hay un nombre donde el jazz y el violín están inseparablemente unidos es el de Stéphane Grappelli. Su toque aterciopelado y melódico, pero también desgarrador es uno de los hitos más transcendentales en la música improvisada. Su gran mérito fue adaptar un instrumento de música clásica como el violín al campo del jazz, dejando atónitos a los férreos defensores del clasicismo. Con el inolvidable Django Reinhart, otro de los pioneros, conquistó Estados Unidos, de donde salió catapultado hacia la inmortalidad con su inconfundible estilo. El llamado gipsy swing está presente, como no podía ser de otra forma, a lo largo de esta grabación del año 1975, Violinspiration, formando parte de un engrasado equipo con el trío del guitarrista Diz Disley, junto a Ike Isaacs, también a las cuerdas, y el contrabajista Isla Eckinger. Los temas despliegan las grandes virtudes del músico parisino a través de standards como “Shine”, “Ain’t Misbehavin”, “Solitude”, “Lover Man” y “Cherokee”, entre otros. Como curiosidad, en el tema “Souvenir de Villingen” el propio Grappelli se acompaña a los teclados en una preciosa balada.
© Carlos Lara, 2014
Stéphane Grappelli & The Diz Disley Trio: Violinspiration (MPS. 1975 –edic.orig.; 2014 –reed.digital/CD)
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