XIX Festival Internacional de Improvisación Hurta Cordel
- Fecha: sábado, 24 de enero de 2015
- Lugar: La Casa Encendida (Madrid)
- Componentes:
Anthony Braxton Diamond Curtain Wall Quartet
Anthony Braxton: saxos alto, soprano, sopranino y efectos electrónicos.
Mary Halvorson: guitarra eléctrica y efectos electrónicos.
Taylor Ho Bynum: corneta, fiscorno, trompeta en fa y trombón.
James Fei: saxos alto y soprano.
El plato fuerte de la XIX edición del Festival Internacional de Improvisación Hurta Cordel ha sido, sin desmerecer para nada el resto de la programación, el concierto del Anthony Braxton Diamond Curtain Wall Quartet. Para los amantes de la música improvisada, todo un acontecimiento, teniendo en cuenta además que la última vez que Anthony Braxton estuvo actuando en Madrid fue hace siete años en el añorado Johnny. Entonces lo hizo con el mismo proyecto, pero en formato de trío, con la guitarrista Mary Halvorson y el polifacético Taylor Ho Bynum, discípulos y acompañantes del músico de Chicago. En esta nueva edición del Festival Hurta Cordel, completó el cuarteto el saxofonista James Fei.
Tal y como estaba colocado el grupo en el escenario, cada uno de los músicos con su correspondiente atril con partituras gráficas a modo de grupo de cámara, el concierto fue absolutamente “braxtoniano”, lo que implica múltiples interpretaciones para según quien asista al mismo. Porque si hay algo en lo que hay más o menos unanimidad, es que no hay tarea más difícil que intentar desentrañar el lenguaje musical abstracto en el que Braxton combina improvisación y composición. Polémicas aparte, Anthony Braxton es un genio de la música, y gran estratega de la improvisación colectiva y un inventor de ambientes multisonoros. En su música se encuentran desde John Coltrane, a Stockhausen, Boulez, Xenakis y Schoenberg, claro que filtrado por el genio que siempre ha acompañado a este legendario músico, iconoclasta íntegro y pasional.
Con el rigor metódico con que siempre suele acompañar sus conciertos, el cuarteto llenó el espacio sonoro de La Casa Encendida durante exactamente una hora. Entre medias “una infinita melodía” llena de pasajes exploratorios, laberintos indescifrables, oscuridad e interacciones más o menos comprensibles. Impactos que transitan por la confusión sin apenas tregua posible.
El ceremonial que se desarrolla paralelo a la sucesión de las texturas sonoras que emiten, bien al unísono o asimétricamente cada uno de los músicos, también tuvo su particular relevancia. Miradas, gestos y señas, forman parte de la teatralización que se sucede durante la interpretación. Con unos músicos perfectamente acoplados al universo “braxtoniano”, la guitarrista Mary Halvorson, aportaba marcadas puntualizaciones junto al arsenal de vientos de Taylor Ho Bynum, y su permutación regular de instrumentos o registros, y los refuerzos del saxofonista James Fei. Al igual que en su anterior visita a Madrid, el grupo incorporó la electrónica como un quinto componente, creando sonidos ambientales que se hacían presentes con las improvisaciones de cada uno de los músicos.
En cualquier caso, el concierto no dejó indiferente al público, que supo premiar efusivamente la presencia de una de las mayores leyendas de la música creativa de todos los tiempos.
Texto: © Carlos Lara, 2015
Fotografías: © Sergio Cabanillas, 2015
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