Festival Les Nits d’Eus
- Fecha: Domingo, 03 de setiembre de 2017
- Lugar: Église Saint-Vincent-d’En-Haut
- Grupo:
Quatour Machaut
Quentin Biardeau, saxo tenor, composiciones, arreglos y dirección artística
Simon Couratier, saxo barítono y arreglos
Francis Lacointe, saxo alto, saxo barítono y arreglos
Gabriel Lemaine, saxo alto, saxo barítono y arreglos
- Fecha: Domingo, 10 de setiembre de 2017
- Lugar: Maison du Temps Libre
- Grupo:
Guillaume de Chassy avec Le Chour « Archipiel »
Guillaume de Chassy, piano, composiciones y arreglos
Joël Suhubiette, dirección
Pierre Dayraud, percusión
Le Choir “Archipiel”, l’atelier vocal des Éléments
- Fecha: Sábado, 16 de setiembre de 2017
- Lugar: Église Saint-Vincent-d’En-Bas
- Grupo:
Philippe Mourtoglou Trio
Philippe Mourtoglou, guitarras acústicas
Bruno Chevillon, contrabajo
Ramón López, batería y tabla
Comentario:
Tres han sido las actuaciones a las que hemos asistido en la última edición del festival “Les nits d’Eus”, en la pequeña población del sudoeste francés, bien cercana a la frontera con Catalunya. Una población que no llega al medio millar de habitantes, donde la bailarina Ursula Vian-Kúber, viuda del polifacético Boris Vian, dejó impronta remarcable, desde la Fundación que lleva el nombre de su marido hasta el festival citado.
Tres actuaciones disfrutadas en tres espacios diferentes, en la iglesia de “Saint-Vincent-d’En-Haut” –construida en las ruinas del castillo, en la parte alta de la población-, en la “Maison du Temps Libre –de planta rectangular con una magnífica panorámica del “Mont Canigó”- y en la iglesia románica, de doble planta, de “Saint-Vincent-d’En-Bas” -situada en la parte baja, a un kilómetro de la población-.
Tres actuaciones más o menos colindantes con el jazz –en su concepción más amplia-, distintas pero sumamente interesantes: Quatuor Machaut, Guillaume de Chassy avec le Choeur Archipiel y Philippe Mouratoglou trio.
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El domingo 3 de setiembre el “Quatuor Machaut” presentó su lectura personal de temas del compositor, poeta y clérigo Guillaume de Machaut (1300-1377). Arreglos específicos y composiciones originales para cuarteto de saxofones.
Un cuarteto atípico, con sólo tres de los siete saxos de la familia de Adolph Sax, el alto, el tenor y el barítono. Los conjugaron en distintas combinaciones, dos altos, un tenor y un barítono, tres barítonos y un tenor, o dos barítonos, un tenor y un alto.
Según la composición variaban su disposición en la Iglesia, ya fueran los cuatro saxofonistas delante del altar, en la parte media del pasillo, o distribuidos por separado en distintos espacios, en el altillo de la entrada, entre las columnas laterales, en la sacristía con las puertas cerradas para amortiguar el sonido o desplazándose por la iglesia. Un elemento clave de su proyecto consiste la de jugar con las reverberaciones propias de cada espacio, que no siempre son eclesiásticos, obteniendo en ocasiones sonoridades bien próximas a la de un órgano.
Un compendio entre música antigua, contemporánea e improvisación perfectamente aunado, de los que te sorprenden desde el primer momento, envolvente, sugerente y atmosférico. Un trabajo plasmado en su único disco hasta la fecha, titulado con el escueto nombre del cuarteto, grabado y publicado en el 2015 en Ayler Records.
Un segundo, sorprendente y, también, plenamente convincente acercamiento al mundo de Machaut, realizado por músicos europeos a caballo entre el jazz y la improvisación. El primero fue a cargo del trombonista Samuel Blaser y su Consort in Motion, A mirror to Machaut (grabado en el 2013 y publicado por Songlines Recording). Dos discos y dos directos plenamente recomendables.
El domingo siguiente el pianista y compositor Guillaume de Chassy con el coro “Archipiel” –Ensemble vocal Les Éléments- bajo la dirección de Joël Suhubiette y la percusión de Pierre Dayraud, nos sorprendieron muy gratamente con la Cantanta Jazz “Lunes” (Lunas).
Un coro formado por 33 voces, 18 femeninas y 15 masculinas.
Un trabajo que habían grabado en el 2001 y que se publicó tres años más tarde el Éditions Hortus.
Un proyecto que entreteje como si de un solo elemento se tratara, el jazz, la música clásica –una adaptación de Serge Prokofiev y un homenaje a Claude Debussy- y las músicas del mundo, entre ellas el flamenco –seguiriya y bulerías-, la música hindú o el entorno próximo a “las voces búlgaras”.
Un tratamiento coral a modo de orquesta, creando sugerentes y sutiles atmosferas o, por el contrario, proyectando fulgurantes cambios rítmicos, tan cortantes como precisos, tanto en un caso como en otro con improvisaciones al piano de Chaussy, con un concepto pianístico de amplia querencia por la frase bien elaborada y clara, jugando con el silencio como elemento musical.
El tercer y último concierto, estuvo envuelto por una tarde/noche lluviosa y fría, prácticamente de invierno, con tonalidades de azul plomizo y con la parte superior del Mont Canigó nevada. Se realizó en la pequeña iglesia románica situada en el cementerio, a las afueras de la población.
A pesar de lo gris de la ambientación previa, la actuación devino cálida, elegante y de amplio colorido, manteniéndonos en una peculiar sensación de atemporalidad y atmósfera familiar, entre un público cuatrilingüe.
Philippe Mouratoglou, con sus tres guitarras acústicas, estrenó “Rêves d’Oiseaux” –suite pour trio-. Un trío formado con Bruno Chevillon al contrabajo y Ramón López a la batería y percusión.
Una formación de altos vuelos, como dejaron de manifiesto el solo/tema de Chevillon, con maza y púa, o el de Ramón a la batería. Una batería donde la tabla hindú se ha convertido en un elemento más, perfectamente integrado en su set baterístico. Así como la nitidez cristalina del toque de Philippe, donde el menos resulta más y el silencio musical es fehacientemente formalizado.
Una propuesta a caballo entre un folk, que podríamos calificar de imaginario, el jazz y la improvisación. Entre partitura elaborada y composición inmediata.
Temas de carácter pausado, con algún que otro destello puntual, a modo de contrapunto. Buena parte de los temas los podríamos calificar de canciones sin texto.
Los músicos estuvieron dispuestos sobre una alfombra de colores vistosos y el público estuvo sentado en los bancos de espaldas al altar.
Mientras tanto esperaremos la grabación del proyecto, deseando en buena medida que se edite en el sello “Vision Fugitive”, del que Mouratoglou junto al clarinetista Jean-Marc Foltz son dos de sus máximos responsables. Un sello que mima especialmente cada proyecto con acabados bien próximos al disco-libro. Por el momento nos contentaremos con la escucha del último trabajo de ambos, Legend of the Fall (2017), en el que también colabora Ramón López.
Tomajazz. Texto y fotografías: © Joan Cortès, 2017
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