- Fecha: Lunes, 17 de julio de 2017
- Lugar: Thèâtre de la Mer (Sète –Francia-)
- Componentes:
Tord Gustavsen Quartet
Tord Gustavsen, piano y efectos
Tore Brunborg, saxo teno
Sigurd Hole, contrabajo
Jarle Vespestad, batería
Youn Sun Nah
Youn Sun Nah, voz y kalimba
Jamie Saft, piano, órgano Hammond y Fender Rhodes
Brad Jones, contrabajo
Clyfton Hyde, guitarras
Dan Rieser, batería
Nuestra segunda jornada en el Théâtre de La Mer de Sète contó con dos proyectos diferenciados, nada contradictorios y perfectamente complementarios.
Por un lado, con un concepto jazzístico de claro marchamo escandinavo y por el otro con fehacientes estructuras y desarrollos estadounidenses con una cantante coreana cantando en inglés.
El pianista Tord Gustavsen desarrolló una propuesta atmosférica, de tendencias melódicas intimistas, bucólicas y nebulosas, con puntuales destellos a modo de contrapunto y realce.
Gustavson reforzó su trío, sólido y compacto, con el saxofonista tenor Tore Brunborg que compuso, en sus partes solistas, un tapiz entre el jazz y la música folklórica, relativamente próximas al mundo sonoro desarrollado por Jan Garbarek (en su dilatada obra, especialmente para el sello muniqués ECM, en el cual también graba Gustavson, donde la mano de Manfred Eicher no suele pasar desapercibida).
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Una propuesta perfectamente encajable en paisajes nebulosos, sinuosamente cambiantes, espacios con pocas y sutiles variaciones.
A medida que fue avanzando el concierto fue disminuyendo nuestro interés, como consecuencia de la repetición de la fórmula, poco cambiante y previsible.
Espectativas muy altas habíamos generado con el anuncio de la actuación de la cantante coreana, Youn Sun Nah, después de su retiro prolongado por maternidad. Expectativas que fueron menguando tras la escucha de su último trabajo discográfico She Moves On, grabado con su nueva formación, músicos de renombre de la escena estadounidense, Jamie Saft, Brad Jones, Dan Rieser y Marc Ribot –en cuatro de los once títulos-. Músicos que a excepción de Ribot estuvieron presentes en el Thèâtre de la Mer.
Un disco que a gusto del que suscribe se queda unos peldaños por debajo de sus tres producciones anteriores (Lento -2013-, Same Girl -2010- y Voyage -2008-), también para el sello muniqués ACT. Tres trabajos que contaron con el denominador común del guitarrista Ulf Wakenius, el contrabajista y chelista Lars Danielson y el percusionista Xavier Desandre-Navarre, y en los dos últimos con el acordeonista Vincent Peirani, con los cuales había conseguido crear una atmósfera bien personal y reconocible.
El reciente trabajo, interesante, encontramos que queda englobado en un contexto más genérico y posiblemente para un público más amplio, al devenir más evidente y previsible.
El temario desarrollado en Sète fue prácticamente el mismo de su último disco. Entre ellos destacaríamos, “Traveller” una exquisita composición de la cantante; la remarcable versión, de aires psicodélicos, de la tradicional “A sailor’s Life” con los arreglos de la legendaria formación, de folk-rock, Fairport Convention (con la cantante Sandy Denny); la también tradicional “Black is the color of my true love’s hair” con una introducción a la kalimba de Youn para posteriormente conjugar su voz con el contrabajo de Brad Jones (que nos había sorprendido gratamente con el trío de Aruán Ortiz, el pasado mes de noviembre en el Jamboree barcelonés); así como “Too late” del propio Saft, interpretada al órgano, para terminar, en el bis, con la composición de Joni Mitchell “The Dawntreader”.
Destacar, también, las versiones de dos temas, ambos pertenecientes a su trabajo del 2008. El “Jockey full of bourbon”, de Tom Waits, que en algunos de sus pasajes le dio un tono nasal, y el dueto con el baterista Dan Reiser, en una reseñable interpretación de “Frevo” de Egberto Gismonti.
Youn Sun Nah atesora una voz exquisita, con un dominio de la misma francamente impresionante, a pesar de que en su último trabajo su amplitud quede algo más limitada. Cuanto más desnudos y mínimos son los arreglos de los temas mucho más interesantes nos devienen, al permitirnos disfrutar más apliamnete de su voz, llena de matices y sutilezas.
Cuanto menor son las evidencias rítmicas mejor resulta entrar en sus ondulaciones y modulaciones vocales.
Tomajazz: texto y fotografías © Joan Cortès, 2017