Por Pachi Tapiz.
Segunda edición de Urtarrijazz. Un enero de jazz local / Hemengo Jazzazz Beteriko Urtarrila
- Lugar: Civivox San Jorge, Pamplona.
- Fechas: Del 11 al 31 de enero de 2019.
- Actividades:
Conciertos
Actuaciones a las 19:30. Entrada gratuita con invitación.
11 de enero. J.E.L. Trío + Federico Lechner
18 de enero. Txuma Flamarique Band
25 de enero. Alberto Arteta: Laurok
31 de enero. The Slang Trío + Darío Arciniega: Meets
Charlas
16 de enero. 19:30. Round Cifu. Por Antoni Juan Pastor
21 de enero. 19:30. La vuelta al jazz en 80 nombres. Por Pachi Tapiz
Otras actividades
21 de enero. 18:30. Jazz y poesía (y gominolas y perretes) con diyeipetea
En 2018 los aficionados al jazz de Pamplona nos llevamos una gran alegría con la organización en Civivox San Jorge de la primera edición de «Urtarrijazz. Un enero de jazz local«. En 2019 la alegría de que el ciclo continúe ha aumentado con su segunda edición. Además de la buena nueva que supone la continuidad de un ciclo de jazz en la capital del Viejo Reyno, en la edición de 2019 ha habido un concierto y una charla más, además de una nueva actividad. No hay que olvidar que a lo largo de los últimos años ha habido tres ciclos (Universijazz, Murajazz, Jazz en la Calle), que han desaparecido de la programación a pesar de llevar un buen número de años en activo, y de sus buenos resultados artísticos, de público o de ambos. A ello se une que la programación de Urtarrijazz continúa centrada exclusivamente en propuestas locales, con lo que es un magnífico escaparate para mostrar el buen estado actual del jazz en Navarra.
El cuarteto J.E.L. Trío + Federico Lechner fue el encargado de abrir esta edición de 2019. Una formación integrada por el trío formado por Javier López Jaso, Marcelo Escrich (ambos compañeros desde hace años en múltiples aventuras), y Daniel Lizarraga, a quienes se unió el pianista Federico Lechner. El cuarteto se estrenaba en directo con sendos conciertos en Logroño y Pamplona, algo que no se notó sobre el escenario, sino todo lo contrario.
Sin hacer concesiones a montar uno de esos bolos «aquí te pillo – aquí te mato» en base a unos cuantos standards, el grupo trenzó un repertorio compuesto por composiciones de Lechner («Para Simón», «Beboponga», «Tangonk», «Gringo»), y de la dupla López Jaso – Escrich («Aporía», «Aldrán»), a los que añadió un par de temas ajenos muy bien conocidos (el eterno «Libertango» de Astor Piazzolla con el que finalizaron el concierto, y el clásico «Que nadie sepa mi sufrir» popularizado en todo el mundo por la gran Edith Piaf, y en España por la dama de la canción que era María Dolores Pradera). La propuesta se movió (¡y muy bien!), por la fusión del jazz con el tango. Sin concesiones, el cuarteto transitó con naturalidad por un repertorio nada sencillo, en el que el piano de Lechner, el acordeón de Jaso, el contrabajo de Escrich y la batería de Lizarraga tuvieron espacio para explayarse en unos muy buenos solos, especialmente este último, que fue quien arrancó los aplausos más encendidos del público gracias a una espectacularidad que situó dentro de un comedimiento muy bien entendido.
La primera de las charlas, titulada Round Cifu, estuvo protagonizada por Antoni Juan Pastor, autor de la biografía Juan Claudio Cifuentes. Una vida de jazz, una vida con swing. En apenas una hora desgranó la vida del gran Cifu, que devino en animada conversación con el público asistente a la charla: a Cifu se le quiere, se le añora, y a nada que se rasque un poco en la superficie, es fácil que los aficionados compartamos vivencias relacionadas con una de las figuras esenciales dentro de la historia del jazz en nuestro país.
El segundo de los conciertos estuvo protagonizado por la banda liderada por el guitarrista Txuma Flamarique. La propuesta de este músico (a pesar de los problemas con uno de sus pedales que resolvió sobre el escenario y sin solución de continuidad), estuvo bordeando los terrenos del jazz rock, el jazz fusion, el rock, el rock progresivo y el blues en base a un repertorio propio que entusiasmó al público asistente al concierto con la segunda mayor afluencia del ciclo.
Fotografía por Nieves Tapiz
La actividad Jazz y poesía (y gominolas y perretes) con Diyeipetea, previa a la charla La vuelta al jazz en 80 nombres, se planteó (inicialmente y en teoría), como una mezcla de audición de jazz y poesía en forma de una conducción inversa en la que el público tenía que ser el encargado de ir dirigiendo con sus tarjetas a diyeipetea en la selección de los poemas y las músicas. A los asistentes le costó entrar en ese juego interactivo, aunque una buena señal de la aceptación de la propuesta fue que la gente permaneció en su sitio a lo largo de la hora que duró la actividad, y de que fueron unas cuantas las peticiones musicales que se quedaron sin atender.
La charla La vuelta al jazz en 80 mundos ha sido un gran reto para quien escribe estas líneas. Tras la idea de escoger un título con referencias literarias (la obvia a Julio Verne, y la menos conocida a Julio Cortázar, autor La vuelta al día en 80 mundos), la selección y organización de la charla ha sido un pequeño quebradero de cabeza: elegir 80 nombres, y para cada uno de ellos realizar un pequeño repaso a lo más importante de su figura, así como elegir un tema emblemático para exponerlo todo ello en menos de un minuto, es una tarea que me ha llevado un buen número de horas de preparación. En los ensayos en la intimidad del hogar, conseguí que la charla no superase los 90 minutos. Sin embargo, en vivo y en directo, la charla se extendió algo más de dos horas gracias a la inclusión de anotaciones no incluidas en el guión inicial. No obstante, una importante parte del público permaneció atenta hasta el final a ese repaso visual, oral y musical a la historia del jazz. Desde aquí mi agradecimiento tanto al público como especialmente a los empleados de gestionar Civivox San Jorge, que aguantaron estoicamente que terminase la charla.
El saxofonista Alberto Arteta presentó su nueva grabación Behar Bizia (Errabal Jazz), en el tercero de los conciertos de Urtarrijazz: tal y como comentó en el concierto, el día anterior había recibido el disco de fábrica. Sobre el escenario contó con Alejandro Mingot (guitarra), Kike Arza (contrabajo) y Daniel Lizarraga (batería), para dar forma a los temas incluidos en esa magnífica obra. A pesar de no contar con la presencia de Chris Kase, quinto músico participante en Behar Bizia, el cuarteto no tuvo problema alguno en hacer que composiciones de Arteta como «Aritz», «Elur Bustia», «Behar Bizia» o «Zortzikoa» brillaran como merecen en el concierto con mayor asistencia.
El último de los conciertos lo protagonizó el cuarteto formado por Slang Trío (Iñaki Rodríguez -saxos alto, tenor y barítono-, Luisa Brito -contrabajo- e Hilario Rodeiro -batería), y el saxofonista tenor Darío Arciniega. El repertorio fue una mezcla inusual de temas que incluyó composiciones propias de Iñaki Rodríguez, y clásicos de Donald Byrd, Jackie McLean, Gery Mulligan, y las duplas Warne Marsh – Lee Konitz y Al Cohn – Zoot Sims. Iñaki Rodríguez, que comenzó con el tenor, fue cambiando de saxos conforme lo requerían los saxofonistas homenajeados. La interacción de Arciniega y Rodríguez, que alcanzó puntos de gran intensidad, más que en la lucha de egos se basó en la concordia que supone disfrutar de un buen repertorio y una mejor compañía, ya que ambos estuvieron magníficamente apoyados por Luisa Brito e Hilario Rodeiro. La participación de un simpático espontáneo entusiasta al pie del escenario arengando al resto del público acerca de las múltiples bondades de la música en directo en general, y del jazz en particular, más un bis pedido con insistencia, pusieron punto final a la edición de 2019 de Urtarrijazz, un ciclo que en apenas un par de ediciones se ha convertido en una cita imprescindible del jazz en Pamplona.
Tomajazz: Texto y fotografías (salvo la indicada) por © Pachi Tapiz, 2019
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