Introducción: 21 discos en 21 años del siglo XXI
Hace casi veinte años Tomajazz nos propuso a cuatro amigos elegir 25 discos esenciales del primer siglo de jazz. Lo pasamos en grande discutiendo lo que se quedaba dentro, y no tanto (o tal vez más aún), lo que se quedaba fuera de tan escueta selección. Cada uno tenía dos décadas entre las que elegir, a mi me tocaron las últimas y los demás intervinieron también en cada una de ellas con su opinión. Todos aprendimos de los otros tres e increíblemente, no dejamos de ser amigos.
Ahora que tengo que seleccionar entre lo muchísimo publicado desde que comenzó este nuevo siglo, seguramente habrá quien considerará que dejo fuera cosas imperdonables. He elegido el mismo número de discos que los años transcurridos, separados en tres grupos, pero a cada uno le he elegido una alternativa. Por si fuera poco elegirlos me he propuesto otro reto, explicar el por qué de cada cual de la manera más breve posible.
7 discos para entender el jazz del nuevo siglo
Matthew Shipp Un Piano de Rogue Art. Un disco de mi pianista favorito que podría haber sido cualquier otro de este especialista de las grabaciones en solitario, pero también en tríos gloriosos y muchas colaboraciones magistrales.
Su alternativa, Life Carries Me This Way de Myra Melford en Snowhouse 12. Otra gran pianista, también en solitario pero en un estilo muy distinto.
Banquet Of The Spirits Yesod en Tzadik. Cyro Baptista y su banda, música de John Zorn fusionando la tradición judía con el sonido del cuarteto clásico de Coltrane y los ritmos de Oriente Medio y de donde haga falta. Boa mixtura.
Como alternativa The Claudia Quintet Royal Toastde Indirecto, otra peculiar fusión de otro gran mago del ritmo.
Jason Moran Ten Blue Note. Diez años después de formarlo sigue explotando de manera creativa este trío y explorando sus inagotables posibilidades. No se debe improvisar sobre Crepescule With Nellie, pero a él se lo permitimos.
Una alternativa, Siren de Uri Caine en Winter& Winter. Otro cohesionado y creativo trío de otro sublime pianista.
Ron Miles Rainbow Sign Blue Note. Lo más sencillo se vuelve sofisticado y lo más complicado este quinteto de estrellas lo vuelve mágicamente sencillo, con detalles que uno va apreciando en cada nueva escucha.
Como alternativa otro gran quinteto, el This Against That de Ralph Alessi en Wiry Strong publicado por Clean Feed. Post bop enriquecido con vitaminas diversas.
Don Byron Ivey-Divey (Blue Note). Un trío sin contrabajo inspirado en el de Lester Young, un nuevo swing imparable e intercambio de golpes entre tres pesos pesados.
Paul Motian con Frisell y Lovano en Time And Time Again como alternativa, muy diferente y tan original como lo que hicieron en su tiempo del Tin Pan Alley.
Tim Berne Science Friction Screwgun. Extraño objeto sonoro inmejorablemente producido por el genio de David Torn. Ruido fascinante, el del mundo cosmopolita y global que nos toca vivir.
In For A Penny, In For A Pound de Henry Threadgill con su banda Zooid en Pi, como alternativa del maestro al alumno aventajado de esa generación de genios.
Jeff Parker Suite For Max Brown Nonesuch. Reinventar como este gran guitarrista de vanguardia hace con el soul jazz y el mejor sonido del hip hop, para hacer actual algo que no era sólo una moda.
Alternativa: Dave Douglas recuerda a los comienzos de Miles en la música eléctrica en Keystone, en su sello Greenleaf. O sustituir por casi cualquier disco suyo.
7 discos como un posible futuro para el jazz
Sons Of Kemet Lest We Forget What We Came Here To Do Naim Jazz. Shabaka Hutchings y su banda mezclan ritmos africanos y jamaicanos con Coltrane,Rollins, Ayler, Nueva Orleans y los Blue Notes sudafricanos. Resultado tremendo, uno se pregunta como no se le ha ocurrido a nadie antes.
Alternativa: Murray/Allen/Carrington Perfection Motema. Tres estrellas en una de las últimas grabaciones de Geri Allen, maestros líricos de la improvisación y el ritmo.
Vijay Iyer Trio Accelerando ACT. Difícil escoger un disco de este músico tan increíble, aquí con uno de los baterías del presente y futuro.
Alternativa, Benoît Delbecq Trio The Sixth Jump Songlines, de otro artista tan establecido como prometedor, con otro batería no menos original y un gran bajista.
Kirk Knuffke Cherryco Steeplechase. La música de Ornette y Cherry no es nueva, pero olvidamos a menudo su belleza eterna que este cornetista inclasificable interpreta de manera magistral, tan simple como original.
Alternativa: Channel Three de Greg Osby en trío para Blue Note, otra fórmula sencilla pero perfecta para uno de los dos grandes altos del M-Base, aquí aplastante.
Junk Magic (Craig Taborn) Compass Confusion Pyroclastic. Músico imprescindible de hoy y mañana con un cocktail explosivo de nuevos sonidos.
Alternativa, Scotty Hard Radical Reconstruction Surgery Thirsty Ear, con Shipp y Medeski contrastando estilos diferentes y groove sin freno con vanguardia pura.
Hamid Drake & Bindu Reggaeology Rogue Art. Uno de los mejores baterías de la escena post loft y el postulado de la AACM: Great Black Music, Ancient to the Future. Menos mal que alguien hace cosas así en tiempos de reggaetón.
Alternativa, Dave Holland Octet Pathways Dare 2 Records. Gran quinteto desde los ochenta extendido a octeto, nuevas aventuras de un líder discreto, firme y contundente.
Allison Miller’s Boom Tic Boom Glitter Wolf Royal potato Family. Una banda compacta dirigida por una líder inquieta en busca del jazz universal, que suena como una amalgama perfecta distintos sonidos del mejor jazz de hoy.
Alternativa: Chris Lightcap’s Bigmouth Deluxe Clean Feed. Otra banda fantástica haciendo lo de siempre de manera diferente: buena música y geniales improvisaciones.
Steve Coleman & The Council Of Balance Synovial Joints PI. El maestro del funk jazz de vanguardia, organizador del M-Base y el saxofonista alto más influyente desde los ochenta, arregla su música para una formación más grande donde maneja espacio, dinámica y equilibrio como un genio matemático. Y qué sonido el suyo…
Alternativa: Wadada Leo Smith Ten Freedom Summers Cuneiform. La AACM es el pasado, el presente y el futuro del jazz y la música sofisticada en general. Monumental.
7 discos que sencillamente, me encantan
Jeff “Tain” Watts Watts TCB. Cuatro músicos monstruosos tocando como posesos, no hace falta más. O sí, que lo que tocan sea tan fantástico como esto.
Como alternativa otro cuarteto dándolo todo en Four MF’s Playin’ Tunes Marsalis Music, de Branford Marsalis en uno de los mejores discos de su extensa carrera.
Bill Frisell History Mystery Nonesuch. El creador de esa mezcla de jazz y Americana que nadie hubiera pensado entonces que fuera a resultar tan influyente, resume toda su carrera en este disco sin dejar su poética, su rigor y su creatividad. Repertorio y versiones originales hasta lo increíble.
Alternativa: Bar Kokhba Lucifer Tzadik. Sencillo, exquisito y precioso, una joya en el universo interminable de la Radical Jewish Music de John Zorn. Belleza infinita.
Marcus Strickland Trio Idiosyncrasies Strick Muzik. Tengo debilidad por los saxofonistas en trío, y éste es de los buenos de verdad.
Como alternativa y por el mismo motivo Compass de Joshua Redman en Nonesuch.
Fred Hersch Trio Night & The Music Palmetto. Maestro mucho menos conocido que alguno de sus alumnos o estrellas como Jarrett, en un ejemplo perfecto de su asociación cooperativa con Drew Gress y Nasheet Waits.
Como alternativa otro trío de otro pianista sublime e inclasificable, Orrin Evans, en Blessed Ones de Criss Cross, un sello mucho más diverso de lo que aparenta.
William Parker Petit Oiseau AUM Fidelity. Entre sus muchos discos unos me gustan, otros me encantan, éste me vuelve loco. Un músico parece no tener que esforzarse siquiera para hacer maravillas volviendo lo evidente arte puro.
Su alternativa, todo lo contrario por parte de otra figura de la vanguardia, Roscoe Mitchell, genio del sonido y del silencio. En Bells For The South Side crea para ECM una obra masiva pero llena de profundidad sobre Chicago, ciudad capital para el jazz.
Andrew Hill Time Lines Blue Note. Antes de desaparecer, su vuelta al sello donde asombró al mundo del jazz con su música iconoclasta, única, moderna y tan respetuosa con la tradición como comprometida con la vanguardia.
Alternativa: David S. Ware Quartet Freedom Suite AUM Fidelity, otro disco perfecto de un cuarteto inolvidable, con Shipp imprescindible en una música creada por Sonny Rollins para tocarla sin piano, como punto de partida.
The Detroit Experiment Ropeadope. Maestros del spiritual jazz, redescubierto con tufillo comercial para hipsters, yoguis, veganos y etcétera, junto a jóvenes músicos, mi adorada Geri Allen y la gran figura del techno, música que nació en esa ciudad, Carl Craig. Nada de meditación, mucha carne en el asador.
Alternativa: James Carter Gardenias For Lady Day Columbia. Un superdotado con problemas para equilibrar sus pretensiones vanguardistas y sus maneras más tradicionales. Aquí no.
Para terminar necesito mencionar la reedición de temas de Sun Ra mezclados de manera magistral en To Those Of Earth… And Other Worlds publicado por Strut. Un DJ que nunca me ha convencido va y consigue lo más difícil, contarnos algo que abarca otro inabarcable universo (que además comprende varios planetas) en dos CDs perfectos. Cada vez se reedita más y mejor, daría para otra lista estupenda, esto es un ejemplo y muy especial. Chapeau Gilles Peterson.
También que además de la mucha gente que hemos perdido en el jazz, en parte porque esta música va teniendo ya una edad, no volveremos a escuchar a un músico que mucha gente a la que ya aburría echará de menos ahora como a pocos. Así que me gustaría sumar a esta selección uno de los discos publicados en estos últimos años por Keith Jarrett, cuya grandeza apreciamos mejor ahora. Además de por su premonitorio título, Always Let Me Go, grabado en directo en Tokio con su Standards Trio, es perfecto para cerrar mi visión de lo que el jazz seguirá siendo siempre: una forma de arte viva y eterna.
Tomajazz: Artículo e ilustración: © Jorge López de Guereñu, 2021
Nota del editor: además de autor de artículos tan de agradecer por parte de los aficionados como este 21 discos en 21 años del siglo XXI, Jorge LG es ilustrador, surfista, músico, melómano y profesor. Desde aquí el agradecimiento a su disposición a tareas tan complicadas como seleccionar 21 discos en 21 años del siglo XXI. ¡Gracias Jorge!
Después de 20 años…. a esto se le llama lealtad y lo demás es tontería. Ahora que, creo que te has olvidado del doctor Lester, y los Marsalis van a sentirse defraudados.
Lester cualquiera que me conozca sabe que estará siempre en mi altar, y más si es hace más de veinte años. Branford está ahí como invitado en un disco y como líder en su alternativa, con un pedazo de disco. Wynton no, lleva veinte años aburriéndome con basura, que desperdicio de talento…