Josetxo Goia-Aribe Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022

Josetxo Goia-Aribe: Sarasateando en muy buena compañía. Por Pachi Tapiz y Sera Martín [Entrevista de jazz]

Josetxo Goia-Aribe Sarasateando (Karonte, 2022)
Josetxo Goia-Aribe Sarasateando (Karonte, 2022)

En 2022 el saxofonista y compositor Josetxo Goia-Aribe ha publicado en Karonte su nueva grabación, titulada Sarasateando. En este CD está acompañado por el pianista Javier Olabarrieta, el contrabajista Josemi Garzón y el baterista Gonzalo del Val. Con ellos recrea, llevando a los terrenos del jazz, diez composiciones del violinista y compositor Pablo Sarasate. Tras haber tenido la oportunidad de ver el proyecto en directo, y con el CD recién editado, pudimos charlar con el músico navarro acerca de esta nueva grabación. Esta es la transcripción, convenientemente adaptada, de la conversación. Sera Martín es la autora de las fotografías.

Pachi Tapiz: ¿Cómo surge la grabación de este nuevo disco?

Josetxo Goia-Aribe: Sarasateando, contrariamente a los otros discos que he grabado, parte de cinco conciertos ya realizados, a partir de cinco experiencias en el escenario. A partir de ahí se ha decidido testimoniarlo, pero con ese marchamo de haberlo tocado. En otros discos yo planteo la música, se hacen algunos ensayos en público y vas directamente a grabar. Luego vas a las actuaciones y vas modificando la música. Aquí partimos ya del hecho concreto y empírico de haberlo tocado. Entonces es cuando hemos ido al estudio con cierta seguridad, porque en esta música siempre está la frescura de improvisar. Nunca queremos ir al cien por cien, hay que dejar una puerta siempre abierta a la improvisación.

Josetxo Goia-Aribe Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021
Josetxo Goia-Aribe Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021

PT: El concierto de Sarasateando que vi en Urtarrijazz me gustó mucho… Creo que es el proyecto que te he visto en directo que más me ha gustado, y eso que ya te he visto en unos cuantos… Me llamó mucho la atención que cada tema tenía una orientación diferente…

JGA: Desde una clave romántica, que es la que impregna la obra de Sarasate que es de finales del siglo XIX y principios del XX, es una música en la que lo que impera desde las coordenadas del romanticismo es ese preciosismo, ese virtuosismo, esa música tonal muy evidente, que en el caso de Pablo Sarasate se ejecutaba con un piano y con un violín. En el disco hay diez títulos, y en cada tema me he abierto a una estética, a un mundo. Desde luego que no me gustaría que la gente diga: «escucho la segunda pista, la tercera y la cuarta, y me parece todo igual».

Es muy diferente todo, y luego hay una pequeña sorpresa que es el «Capricho vasco». «Capricho vasco de Sarasate», que así se llama el título original, en el que a su vez Pablo Sarasate ya transgredió como lo he hecho yo, porque tomó una canción popular de Donosti que se llama «Donostiako hiru damatxo», y la llevó al plano romántico haciendo variaciones muy virtuosas. [Josetxo canta el tema]. Yo cojo ese tema y lo llevó a otros derroteros. En ese «Capricho vasco», además, hago una cosa que no he hecho nunca y es que me pongo a hablar. Me pongo a hablar en euskera. En euskera del dialecto altonavarro septentrional, de lo que es la zona de Malarreka en Navarra, y la forma en que lo hago creo que no deja de ser también música. Es una forma de frasear en un idioma muy bonito, muy cantarín. Ese tema sí que nunca lo hemos hecho en los anteriores conciertos.

Todo es «Sarasateando Capricho vasco», «Sarasateando Romanza andaluza»… El título que acompaña a Sarasateando se me ocurrió un día: me levanté del sillón, cogí un rotulador indeleble, me fui a los azulejos de mi cocina y escribí la frase que me había venido cuál a artista al uso, y que es «La irreverencia hecha música». Como estamos en el ámbito del romanticismo, esa música es casi intocable. Hay un rictus, hay una liturgia… Es como que entra el profesor a clase y nos tenemos que poner todos de pie, algo que hacíamos los de mi generación. En ese sentido, yo soy irreverente desde el respeto, obviamente. Así que el título es Sarasateando. La irreverencia hecha música, y luego continuó añadiendo «Diez apuntes sobre la música de Pablo Sarasate». Muchos conocerán quién es Pablo Sarasate, pero otros no. Es curioso porque yo a veces pregunto, y hay gente que contesta que quién es ese…

PT: De todos modos, eso depende de generaciones. Los jóvenes de Pamplona igual no lo conocen, pero por ejemplo para mi generación y otras anteriores, es una figura que está en el acervo cultural de Pamplona. Supongo que muchos hemos oído hablar de sus visitas a Pamplona y sus conciertos desde los balcones del Hotel La Perla para todos los que se congregaban en la Plaza del Castillo para escucharlo…

JGA: Claro. Los conciertos de La Perla. En su tiempo era uno de los músicos más importantes. Daba unos 200 conciertos al año por todo el mundo. Aunque en su música tomó elementos del folclore español, del vasco, del navarro…

PT: Si no estoy equivocado, eso es algo habitual del romanticismo, con los movimientos que reivindicaban las músicas propias de cada sitio…

JGA: Es el nacionalismo romántico, antes de la llegada de Ravel y el Impresionismo. Es justo esa época, fundamentalmente a finales del siglo XIX. Es la reivindicación de lo local – universal.

Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021
Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021

PT: Siempre que hablo contigo me sueles comentar que tienes alguna nueva idea en mente, aunque nunca adelantas cuál es. ¿Cuándo surgió esta idea de Sarasateando y cuánto tardaste en montar este proyecto?

JGA: En Jito Alai, que fue una representación escénica con música de la cual yo soy absolutamente el alma mater y creador, metí un par de temas: «Romanza andaluza» de Pablo Sarasate y «Aires gitanos», donde incorporo otros compases que le aportan ese aire un poco balcánico. No sé cómo me surgió la idea, aunque parto de la base de que si yo hago algo como este proyecto, no corresponde ni a la moda, ni a que sea un centenario, ni a que Sarasate fuera representante de lo que sea. Lo hago porque me apetece, por una cuestión de amor, de gusto… porque lo he oído en la radio desde niño. Entonces anoto en mi casa: «esto, qué bonito». Y me meto en el tema. A raíz del «Zapateado» empecé a mirar un poco de Sarasate de cara al espectáculo Jito Alai porque había una parte de baile. El «Zapateado» no lo vi claro. A partir del «Zapateado» miré más cosas de la obra de Sarasate y salieron dos temas, «Romanza andaluza» y «Balcánico». Esa fue la génesis. A partir de ahí me dije que iba a seguir con Sarasate. Entonces aparecieron «Les adieux», «Miramar», «Aires gitanos», «Zapateado», «Capricho vasco», «Peteneras», «Réverie», «Jota Navarra». Todos tienen algo.

En este disco, evidentemente, lejos de escuchar un violín, que es lo que el neófito esperaría, hay un saxo tenor. Hay un contrabajo que se deja el arco en el coche (risas). Estamos en el pizzicato… Luego están la batería y el piano. Entonces, a partir de ahí, es un ámbito a veces romántico, a veces más impresionista. Cuando digo impresionista ya estamos en el ámbito del jazz, porque en el fondo el jazz concebido a partir de los años 30 y 40 está mirando mucho al Impresionismo. Otra cosa es el fraseo, el tempo, pero en realidad ya estamos en un ámbito más contemporáneo. Todas las canciones tienen el sesgo del jazz, y como a mí me gusta decir, del jazz y las músicas improvisadas.

Yo estudié en París, en el conservatorio superior de La Villette, que es el Conservatorio de más prestigio de esta ciudad, y allí el departamento se llama «Jazz y músicas improvisadas». Es decir, es un abanico. Es el Real Book y a lo mejor una raga hindú en la que se pueden hacer cosas maravillosas. Dicho sea de paso, en el «Capricho vasco» hay un guiño a la música oriental. Esa fue un poco la génesis y cómo está configurado el ADN de cada canción, a la que se añade esa frescura que tienen cuando se improvisa.

En este disco, contrariamente al disco en vivo, al concierto en vivo, sí que somos conscientes que estamos testimoniando un disco. Por eso estamos un poco más contenidos que en el directo, porque es un disco, pero sin que eso nos haya restado libertad y frescura, ya que se trata de reflejar, de testimoniar esta música. Lo que todos queremos es que envejezca bien.

A veces hay un sabor muy español. En otros hay un sabor muy popero, como en «Les adieux. Está este otro punto más oriental en «Capricho vasco». Hay un zortziko en «Miramar». En fin, yo creo que es una miscelánea de estéticas, de estilos, de fraseos, de forma de tocar. Desde luego que no es Hard-Bop, pero sí es jazz, jazz europeo. Me gusta decir que yo soy europeo; no soy norteamericano, para bien o para mal, aunque me encanta mirar a Norteamérica.

Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021
Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2021

PT: De hecho, si uno se pone a mirar a músicos en Europa es habitual encontrarte que las miradas de sus músicas se dirijan a otros sitios que no son precisamente Estados unidos…

JGA: De hecho, John Coltrane en sus últimos años estuvo mirando a la India. Hay una locución latina que dice «Ex Oriente Lux». Es una expresión que utilizaban los romanos y los griegos, y significaba que toda la creatividad, todo el arte, todo viene de Oriente. La luz viene de Oriente. Yo soy más Oeste – Este. A pesar de haber hecho el Camino de Santiago, que es justo para el otro lado, lo contrario, la gente va a ver dónde nace el sol, qué es lo que hay allá. No piensa en donde muere. Bueno, donde muere es Finisterre, y el camino de Santiago llegaba allí, había un acantilado, el mar, y se acabó. En Oriente, el Próximo Oriente y el Oriente Lejano, es donde nace el sol, el alba. Al final acabamos en Oriente. Están el sánscrito, las lenguas indoeuropeas, todo viene de alguna manera de allá. Incluso hasta el yoga, que hoy en día en Occidente practicamos muchos.

Josemi Garzón. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022
Josemi Garzón. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022

PT: Entrando en el tema de tus compañeros de grabación, ¿cómo se te ocurrió llamar a Josemi Garzón?

JGA: Josemi Garzón ya participó conmigo en Jito Alai. Al principio había pensado en otro contrabajista, pero no pudo y comencé a buscar y di con Josemi. Josemi Garzón es una persona que tiene un gran currículum y ahora mismo entronca con todo el flamenco contemporáneo, con la música española… Era ideal para Jito Alai.

En Jito Alai estamos Mixel Ducau, que es guitarrista y cantante y también saxofonista. Dentro de todo el periplo de Jito Alai, que fue muy agridulce para mí, con Josemi Garzón hubo un enorme «feeling». Es un músico con una enorme sensibilidad. Tocando tiene la gran virtud, que es lo que siempre tratamos de aprender en esta profesión, de escuchar al otro. Nos cuesta mucho a todos. En ese sentido, Josemi fue genial.

PT: ¿Y Gonzalo del Val?

JGA: Gonzalo y yo llevábamos como siete u ocho años mandándonos WhatsApp para ver qué tal nos iba la vida y siempre nos despedíamos con un «a ver si tocamos juntos». Gonzalo del Val seguía mi carrera. Yo le seguía a su vez, y siempre había un había entre él y yo como una especie de amor tácito, de cariño, de querencia, de estar… Y entonces me dije que iba a llamar a Gonzalo del Val.

Gonzalo del Val es una persona que también escucha muchísimo. Es una persona que tiene un enorme sentido común tocando. Sabe callarse, sabe decir que no. Cuando eres una persona austera, rica, entonces menos es más. Y tiene una gran sensibilidad. Le ves tocando y tiene un halo de patriarca, tiene un algo. En esta producción ha tenido mucho que ver aportando cosas aquí y allá.

PT: El cuarto integrante es Javier Olabarrieta…

JGA: Y luego está Javier Olabarrieta, que es el que de alguna manera ha vertebrado todas las armonías que yo tenía en la cabeza. Lo ha vertebrado al piano. Lo ha mirado, lo hemos mirado. Ha sido una gozada. Javier es un extraordinario amigo y ha sido la parte armónica. Javier ha sido fundamental. Yo he hecho toda la armonía, la he escrito acorde por acorde. Javier ha sido como el ebanista en el armario, el que le ha dado luego esa forma.

Para mí lo más importante de Josemi, de Gonzalo y de Javier, es que se trata de gente que no viene a hacer el bolo: vienen a hacer el concierto. Creen en el proyecto, les gusta el proyecto, se entusiasman con el proyecto. Es gente en la que notas que hay mucho, mucho cariño. Hubo un momento en que en que tuve una pequeña crisis con Sarateando. Hicimos cinco conciertos: en Francia, en Burdeos; en Estella, en Pamplona en Sala Ciudadela y en Urtarrijazz, y también en La Rioja. Hicimos un pequeño video con un con piano eléctrico (que desmerece mucho el proyecto), y dije: ya está el video, ¡pues ya está! Ellos me decían con mucha discreción: «Josetxo, hay que hacer un disco». Y yo les decía que para qué un disco, si eso de los CD ya forman parte del neolítico. Son como un menhir… nadie utiliza los los CD. Todos estamos con el pendrive, el pincho, el WeTransfer… ¡todo digital! Me dijo Gonzalo que al final hay que ir a los programadores con el CD, y además si hay una hecatombe, una pandemia digital, el CD va a estar ahí. Entonces me dije: ¿me meto?, ¿no me meto? Está el tema económico. Pedir subvenciones me daba mucha pereza. Porque empiezas a pedir subvenciones y las administraciones te vuelven loco: que si la firma electrónica, que si tal y que si cual, total para que te den cuatro perras… Al final tenía cierta remanente económico y decidí pasar de subvenciones. Eso sí, lo más importante es que antes de grabarlo hable con Fernando Rosado de Nuba Records – Karonte Distribuciones, y me dijo: «a muerte contigo». Eso me animó mucho, así que fui a testimoniarlo. Y bueno, este es el resultado.

Gonzalo del Val. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022
Gonzalo del Val. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022

PT: Cuando hablabas de la crisis, ¿te referías a Munijazz, el festival de La Rioja? Estamos hablando entonces de julio – agosto de 2021…

JGA: Fue el 13 de agosto con 34 grados, con la pandemia…

PT: Sin embargo, todo salió bien y muy rápido porque el disco lo grabasteis el 28 de octubre de 2021… 

JGA: Sí, se grabó en un día todo. Entramos al estudio a las diez de la mañana, montamos todo, y a las once de la mañana comenzamos a tocar. A las dos de la tarde nos fuimos a comer. Volvimos a las tres y media, y a las seis habíamos acabado todo. O sea, fue todo una grabación en directo. Nada de pistas, todo totalmente fresco. Fue ir al estudio, grabar e irse. Eso fue propiamente la grabación.

Luego la mezcla la hice con Freddy Peláez en Beasain. Con Freddy me une mucha amistad. Es músico y tiene un enorme sentido común. Sabe ver con distancia y tiene una enorme madurez. Yo soy de los que me cuesta salir de mí: no escucho más que el saxo y mis imperfecciones. Así que fue perfecto para realizar la mezcla.

Y ahora viene el periplo de ofrecerlo. Ahí estamos Sarasateando… el gerundio del verbo de la primera conjugación que me he inventado. También tenemos el anagrama de Mikel Urmeneta que me hizo gentilmente. No deja de ser también una persona de cierto prestigio y de cierto renombre, más allá de sus avatares con sus firmas comerciales: ¡menuda movida tiene el pobre! No sé cómo le pudo ocurrir todo aquello. O sea, que esto es lo relacionado con Sarasateando. Estoy ilusionado y el directo es muy bonito. Vamos siempre con muchas ganas a tocar. Es un concepto muy bonito.

Javier Olabarrieta. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022
Javier Olabarrieta. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022

PT: ¿Antes de los conciertos les comentas algo a tus compañeros? ¿O dejáis que la música vaya por donde os lleve el concierto?

JGA: Por donde nos lleve el concierto. Yo les he hablado a ellos de que todos son temas de Sarasate. Evidentemente, me consta que ellos vieron que hay un tema que es «Peteneras». Así que fueron a Internet, buscaron Peteneras, Sarasate… Lo escucharon, vieron lo que hay y luego han visto mi propuesta…

Si admitimos que Pablo Sarasate cogió un tema tradicional y se erigió en compositor de «Capricho Vasco», pues yo me erijo también en compositor. Porque aquí no hacemos variaciones. Yo retomo ese ADN y lo modificó totalmente. Hacer variaciones es muy fácil, y swinguear algo, ya ni te cuento. Jazzear algo me parece muy hortera y muy mediocre, y para eso yo me quedo en casa. No, ese no es mi estilo.

Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022
Josetxo Goia-Aribe. Sarasateando. Urtarrijazz. 30 de enero de 2021. Fotografía: © Sera Martín, 2022

En cuanto a los músicos, la propia música habla de alguna manera. Hay mucha escucha interna. Nos escuchamos y la música va fluyendo. Aquí hay un cinco por cuatro; allí un tres por ocho; aquí hay una pieza que empieza con un bolero… «Capricho vasco» es más etéreo. «Balcánico» es una historia muy enérgica. Creo que lo que sugiere al músico a la hora de tocar entronca mucho con el tempo y el compás que tenemos. A partir de ahí es como si fuera una puerta en la que pone cinco por cuatro, y abres esa puerta, y es un mundo. A partir de ahí tú te metes. Y luego está que son una gozada de gente, da gusto trabajar con ellos. No hay verdades a medias. Es gente muy directa. Somos músicos que testimoniamos la música y nos jugamos el tipo en el escenario. Es muy importante la relación personal. De otra forma es como que haces el bolo, cumples con el contrato, me pagas lo que sea y se acabó. Yo quiero disfrutar la relación personal, la musical.

PT: ¿Cómo es la relación con Fernando Rosado de Karonte? Te lo comento, porque una de las cosas que más me gusta es cuando veo que hay sellos que apuestan por una serie de músicos que aunque graban distintos proyectos, propuestas distintas, el sello apuesta por ellos. Eso es algo que me pasa cuando veo el catálogo de producciones de Karonte. ¿Es muy complicado convencerlo de cara a la producción u os deja libertad a la hora de grabar?

JGA: A mí Fernando me ha dejado total libertad. A Fernando lo conozco desde hace 20 años. Él hizo una apuesta por mi ya en mi primer disco, Auñamendi. Fue genial. Nunca ha juzgado la música, así que en ese sentido ha sido muy respetuoso. A pesar de toda la crisis del soporte sigue apostando por el CD.

En cuanto a Sarasateando, hacía tiempo que no tenía relación con él. Me puse en contacto, le comenté que tenía entre manos este proyecto, y me dijo «adelante». Creo que hoy por hoy es de gran ayuda que tengas una promotora – distribuidora que apueste por ti. Aquí intervienen mucho el cariño y el gusto. Y ahí estamos: que hablen de nosotros bien o mal, pero que hablen.

PT: ¿Algo más que añadir?

JGA: El chavalico tiene que andar. Ahora está en el cero a tres. Sarasateando me ha abierto no sé qué tipo de poro. El tema de la voz en «Capricho vasco» creo que tiene muchas posibilidades.

Pero ahora lo más importante es el vivo. El aquí y el ahora. Que la gente nos vea, que nos huela, aunque sea a distancia, con o sin mascarilla. Lo importante es el tocar, el jugarnos el tipo en directo.

Tomajazz. Texto: © Pachi Tapiz, 2022
Fotografías: © Sera Martín, 2022

 

Más información sobre Josetxo Goia-Aribe Sarasateando

http://www.josetxogoia-aribe.com/diska.php?idi=cas&id=12

Josetxo Goia-Aribe: Sarasateando (Karonte, 2022) Por Carlos Lara [Grabación de jazz]

Josetxo Goia-Aribe: «Balcánico» [Sarasateando (Karonte, 2022)] Por Pachi Tapiz. JazzX5#442 [Minipodcast de jazz AKA Malditos Jazztardos]

Urtarrijazz’21 – Un enero de jazz local (Civivox San Jorge, Pamplona, Navarra. 8 al 30 de enero de 2021) [Conciertos de jazz] Por Sera Martín y Pachi Tapiz

Sera Martín y Pachi Tapiz en Tomajazz

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