Alan Broadbent Trio: Like Minds (Savant Records, 2022) Por Juan F. Trillo [Grabación de jazz]

Si a ustedes les gustan las jam session, este disco les encantará. Like Minds es, en realidad, una extensa improvisación en la que los acuerdos de partida se reducen al mínimo, a los temas que componen la playlist y poco más. Pero así es como le gusta al líder de la formación, el neozelandés Alan Broadbent, quien asegura sentir aversión a los arreglos “cerrados” en los que cada músico tiene prefijadas de antemano las notas que debe tocar.

Y esto no deja de ser curioso, pues Broadbent es bien conocido por sus arreglos para cantantes como Buble, McCartney, Krall, Metheny o Natalie Cole, arreglos que le han merecido dos Grammys en la categoría de Mejores Arreglos Orquestales para Acompañamiento Vocal. Se ve que cuando sale de la “oficina” y se junta con sus “amigotes” —en este caso Harvie S, contrabajo, y Mintz, batería— lo que le apetece hacer, es justo lo contrario, es decir, dejarse llevar por la inspiración.

Porque eso es lo primero que se necesita para que una buena jam session funcione: ese toque, esa chispa creativa de la que todos hemos oído hablar, pero que solo unos pocos artistas tienen. Y lo segundo es una sincronización perfecta entre los miembros de la formación, pero de esto también van sobrados en el Trio. De hecho, y en opinión de Broadbent, no dejan de mejorar sus habilidades para inter-comunicarse a través de la música.

Like Minds (Savant Records, 2022) es una buena muestra de todo lo anterior, como ocurre, por ejemplo, en “Yardbird Suite”, de Charlie Parker, donde cada uno de ellos reacciona a los gestos musicales de los otros dos, con una precisión que podría hacer pensar que lo tenían hablado de antemano.

En otros temas, como en “This I Dig of You”, de Hank Mobley, el trio prioriza la sencillez, lo que produce la engañosa sensación de que lo que están haciendo es fácil. En el resto de los temas, la filosofía es muy similar: dejarse llevar por la inspiración y convertir en suyos temas bien conocidos, como “Blue Pearl”, de Bud Powell, “Airegin”, de Sonny Rollins, o “Stairway to the Stars”, de Bill Evans.

Sin embargo y como hemos dicho, para que el truco funcione, se requiere un alto grado de inspiración y destreza. Eso sí; los temas han sido cuidadosamente elegidos para permitirles desarrollar sus improvisaciones, temas que, para empezar, son en sí mismos pequeñas obras maestras. Como “This Is New”, de Kurt Weill e Ira Gerswin, del que Broadbent dice: “Espléndido. La maestría de pequeñas composiciones como esta es realmente perfecta. Mientras que Mahler necesita una hora y media, a Kurt Weill le bastan 45 segundos. Pero todo viene de la misma fuente creativa”.

Y es que, como el propio Broadbent dice, “el jazz no es un estilo, es un sentimiento”. Que ustedes lo disfruten.

Tomajazz: © Juan F. Trillo, 2022 / https://siunleonhablase.wordpress.com/ – https://www.facebook.com/jan.tilkut