Arcanum. Duo de Andreas Schaerer y Lucas Niggli. Voz y percusiones, los dos instrumentos más primitivos de los que pudimos disponer los seres humanos.
Arcanum, a pesar de lo que pudiera llegar a sugerir su título, es una obra muy bien elaborada. En ella se recogen distintas maneras de afrontar un trabajo improvisado con voz y electrónica, y batería y percusiones diversas. Buen ejemplo son los cuatro primeros temas, muy variados, que pasan por un cierto pulso rockero en «Pipe Tomahawk», a los aromas a World Music en «Ancient Glow», a la improvisación libre no idiomática en «How to Shoot a Medieval Longbow», o a la música medieval en «Arcanum».
Andreas Schaerer se muestra sumamente versátil. Su voz no sólo es magnífica, sino que sabe utilizarla en registros muy distintos entre sí. Estos van desde el formalismo académico -afinada, vocalizando magníficamente-, hasta el paroxismo de la libre improvisación. Algo parecido ocurre con Lucas Niggli aunque en su caso el ámbito de actuación es la percusión. Su arsenal se adapta a los distintos discursos, empleando tanto la batería como elementos percusivos de lo más variado (algunos de los cuales uno puede llegar a encontrar en los arsenales de juguetes de los niños), siendo un magnífico ejemplo del tránsito entre unas herramientas y otras el irresistible «Marblecore» que comienza como un juego de niños y terminando como tal, en su fase intermedia sirve para que este baterista se luzca con un ritmo contagioso, muy potente y marcado. Lucas Niggli no es muy conocido a nivel popular. En España no es nada sencillo verlo actuar en directo (si la memoria no falla la última vez que actuó en nuestro país fue hace unas cuantas ediciones de Imaxinasons, allá por el año 2009), y sin embargo es uno de los mejores baterías no sólo de Suiza, sino de Europa. Arcanum es una magnífica forma de acercarse a su obra, y de paso encontrarse con Andreas Schaerer, un gran cantante.
© Pachi Tapiz, 2014
Andreas Schaerer – Lucas Niggli: Arcanum (Intakt, 2014)
