El quíntuple CD Mad Dogs, publicado en edición limitada y en un cómodo formato LP es un documento imprescindible, un monumento dedicado a Barry Guy, uno de los músicos más versátiles y creativos del panorama actual de la improvisación.
Entre el 16 y el 19 de noviembre de 2010, en el 5º Festival de Jazz de Cracovia, este contrabajista británico, los integrantes de su New Orchestra Orchestra (Agustí Fernández, Evan Parker, Mats Gustafsson, Hans Koch, Herb Robertson, Johannes Bauer, Per-Ake Holmlander Paul Lytton y Raymond Strid, una formación de figuras de primera fila de la improvisación libre), el saxofonista Trevor Watts y Maya Hombruger (violinista especializada en música barroca y compañera del protagonista de esta obra) tuvieron la oportunidad de actuar en distintas formaciones, al menos hasta un total de quince, que son las recogidas aquí. Entre todos estos músicos hay una maraña de relaciones musicales que en algunos casos se ha mantenido durante décadas. Un ejemplo más que establecido es el trío que forman desde hace treinta años Evan Parker, Barry Guy y Paul Lytton.
Los cinco CD de Mad Dogs muestran a esa constelación de creadores libres en todo su esplendor. El segundo CD está dedicado en su totalidad a la actuación del trío Parker, Guy, Lytton. En directo este grupo es un valor seguro gracias a una capacidad de comunicación que roza lo telepático. Esta formación no está cerrada en absoluto a acoger a otros músicos en su seno, por lo que no es extraño en absoluto que invitasen a Agustí Fernández a acoplarse al trío. El intenso y potente Tarfala Trio (que Guy forma junto a Mats Gustafsson y Raymond Strid), es otra de las formaciones con nombre propio aquí representadas. También hay temas en solitario y en dúo de una pareja tan bien avenida como la formada por Agustí Fernández y Mats Gustafsson. Este saxofonista explora en solitario, contenido, las posibilidades de su instrumento, ajeno a su habitual explosividad en otras formaciones como The Thing. Exploratorio se muestra, a su vez, Agustí Fernández, quien se sumerge a fondo en el interior del piano en los quince minutos de su tema en solitario que abre esta magna colección.
La exquisita violinista Maya Homburger (escúchense sus grabaciones en ECM o en su sello discográfico Maya Recordings interpretando tanto música barroca como contemporánea) es una espectadora habitual en los conciertos del Barry Guy improvisador, aunque no es habitual escucharla en esos contextos acompañada de libres improvisadores. Por ese motivo, es un placer doble escucharla junto al baterista Paul Lytton interpretar la composición de Barry Guy “Celebration”. La otra composición de Guy aquí incluida (el resto son improvisaciones) es la deliciosa “Annalisa” que el contrabajista ya había grabado junto a Agustí Fernández. En ella Barry Guy demuestra el toque magistral que esconden sus dedos y hace aflorar al Agustí Fernández más lírico. Con otra estética, entre lo más directo y arrollador de esta colección, están los cuatro minutos y cincuenta segundos del trío formado por Guy, el saxofonista Trevor Watts y el baterista Raymond Strid. No hay que perder de vista que parte de estos músicos pertenecen a esa primera generación de músicos europeos que construyeron su visión de la improvisación en el jazz a partir de la eclosión del free jazz.
Para finalizar el recorrido por estas más de cuatro horas de música hay que destacar los dos temas finales del CD5 con el octeto formado por Fernández, Bauer, Strid, Watts, Robertson, Holmlander, Gustafsson y Lytton demostrando una vez más que a partir de la libertad total y su inconcreción se puede llegar a un entendimiento paradójicamente sincronizado y melódico. Es la maestría de unos grandes artistas, la sorpresa del directo, lo asombroso de la libre improvisación, la magia de la música.
© Pachi Tapiz, 2013 (Una versión inicial de la reseña fue publicada en el número de verano de 2013 de la revista Más Jazz)
Barry Guy New Orchestra. Small Formations. Mad Dogs (Not Two, 2013) *****
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