La historia del jazz cubano está recogida, y muy bien documentada, en dos magníficos libros Raíces del jazz latino. Un siglo de jazz en Cuba (La Iguana Ciega, 2001) de Leonardo Acosta y en Latin jazz. La combinación perfecta (Smithsonian, 2002) de Raúl Fernández. El pasado año se presentó en Cuba Jam Session. La nueva generación (CIDMUC, 2012), un libro que desde diversas perspectivas revisa las últimas décadas del jazz en Cuba.
El libro es una compilación de textos de diferentes autores y gira en torno a diferentes facetas del actual jazz cubano. Es un libro colectivo, la selección de textos ha corrido a cargo de Carmen Souto Anido que ha realizado un magnífico trabajo al reunir diferentes estudios de jóvenes investigadores cubanos. Cada uno de los capítulos aborda una dimensión diferente del jazz actual en Cuba y el conjunto ofrece una visión general bastante completa de lo que hoy, y ahora, es el jazz en la isla. Anido resume en la introducción el espíritu que anima y proyecta el libro:
“Como ‘jóvenes jazzistas’ se entiende una generación que abarca desde jóvenes recién graduados de las escuelas de arte hasta no tan jóvenes, ya consagrados dentro del quehacer musical cubano y que en su formación asumen el jazz como vehículo esencial de expresión, de reconocimiento e identidad artística. /…/ Para esta compilación fueron seleccionadas tres tesis de grado en las especialidades de Musicología y Comunicación Social que comparten su inclinación por revisar el trabajo del movimiento de jóvenes jazzistas. /…/ quienes estudian cada una de las temáticas que incluye este libro son o se han convertido en practicantes del espacio que están analizando. Esto les permite abordar la creación, la interpretación y el consumo del jazz desde una perspectiva crítica, pero contando con la inestimable confidencia que les otorga ser participes de esas áreas, pues muchas de las conclusiones sacadas y la perspectiva de estudio –más allá del acierto analítico- sólo pueden comprenderse desde la naturaleza de la práctica que desarrollan los autores paralelamente a su actividad investigativa. Así, la síntesis de las experiencias vividas y los resultados obtenidos unifica las propuestas”.
El libro se inicia con una breve introducción de Carmen Souto Anido a la que sigue el capítulo “Jazz contemporáneo en Cuba”. En este primer capítulo Claudia Fallero esboza las coordenadas estilísticas del jazz contemporáneo en Cuba. Este texto ya fue publicado en un número monográfico dedicado al jazz de la revista cubana de música Clave, en 2004. Le sigue el capitulo que me parece más interesante del libro por los temas que toca: “Trayecto de una cubanidad en movimiento: Migración de jóvenes jazzista a España”, escrito por Camila Cortina. La autora caracteriza al jazz como parte de la cultura musical popular cubana y a los jazzistas cubanos como portadores de los valores musicales de la isla. Escribe sobre el proceso de formación académica de los músicos de jazz cubanos y muestra como la percepción y formación jazzística de los músicos se obtienen en la calle, en la relación personal de los músicos más jóvenes con los jazzistas de generaciones precedentes, al no formar parte, el jazz, del programa curricular de la enseñanza musical académica. También revisa la gestación de los festivales de jazz en Cuba –otro factor importante en la formación de los jóvenes jazzistas y en el desarrollo del jazz actual en Cuba. A este capítulo le sigue: “Procesos de síntesis en la interpretación pianística: Rolando Luna y Harold López Nussa”, donde Pedro Sureda analiza los estilos interpretativos de dos jóvenes pianistas de jazz, Rolando Luna y Harold López Nussa, revisando sus periodos formativos en la Escuela de Arte y sus relaciones con la música fuera de la academia. Un capítulo también muy interesante porque, deteniéndose en el caso de esto dos jóvenes pianistas, Pedro Sureda profundiza en la forma en que lo académico se mezcla con lo popular, una mezcla que bien podría aplicarse no sólo al jazz que se hace en la isla, sino al jazz contemporáneo internacional, aunque en Cuba toma sus características propias mezclando la timba, la salsa, el pop internacional, y un amplio etc. Finalmente, “Descargas sincopadas… Usos sociales del jazz en la Habana” de Reiner Aldazabal Manzano, revisa la puesta en escena pública del jazz, su representación social, a través de los conciertos en La Habana, reparando en la diversidad de su audiencia, integrada por personas de diferentes edades y orígenes sociales.
El libro finaliza con un listado discográfico: “Bonus track. Discografía de jóvenes jazzistas cubanos (1998-2012)” elaborado por Carmen Souto Anido y por Tamara Sevila Salas. Como a cualquier selección discográfica se le puede objetar la presencia de algunos nombres o la ausencia de otros, como la ausencia de Tony Martínez por ejemplo –es cuestión de gusto y criterio. La discografía es una herramienta orientativa de gran utilidad para quién quiera conocer y profundizar en el nuevo jazz cubano.
En fin, este libro es un trabajo a tener en cuenta en la bibliografía sobre el jazz contemporáneo, profundiza y actualiza el conocimiento público del jazz en Cuba y ojala se distribuya por aquí.
© Julián Ruesga Bono, 2014
Título: Jam Session. La nueva generación
Selección de textos: Carmen Souto Anido
Autores: Carmen Souto, Claudia Fallero, Camila Cortina, Pedro Sureda, Reiner Aldazabal Manzano y Tamara Sevila Salas.
Publicado por: CIDMUC, Cuba, 2012.
15×22,5cms, 220 pgs
ISBN: 978-959-7216-06-3
Idioma: Español
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