Rena Rama. Por Julián Ruesga Bono [Artículo] 1

Rena Rama fue una banda sueca de jazz muy popular en Escandinavia en las décadas de 1970 y 1980. Bengt Berger (batería), Bobo Stensson (piano), Palle Danielsson (contrabajo) y Lennart Åberg (saxos y flauta) la crearon en 1971. Julián Ruesga Bono repasa la historia de la banda. Continúa leyendo

Cuba y las músicas negras (Adolfo Salazar. Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2017) + Dos artículos relacionados con el jazz en 1927. Por Julián Ruesga Bono [Libro]

Por Julián Ruesga Bono. Adolfo Salazar Roiz (Madrid, 1890 – Ciudad de México, 1958), compositor, musicógrafo, historiador y crítico musical, quizás el más relevante de la primera mitad del siglo XX en España. Integrante de la Generación del 27, fue también uno de los primeros críticos españoles en interesarse por lasContinúa leyendo

Nueva inmersión en el jazz cubano por Julián Ruesga Bono [Artículo]

Nueva inmersión en el jazz cubano por Julián Ruesga Bono Cuando se habla de jazz cubano y se quiere contextualizar la relación de Cuba con la música de jazz siempre se acude a esa época en la que el jazz no tenía nombre, o se nombraba de muchas maneras diferentes,Continúa leyendo

Buddy Bolden. Por Marshall W. Stearns [Artículo] Buddy Bolden 001 Tomajazz 9.0 - La primera leyenda arquetípica del jazz es la vida de Charles Buddy Bolden, el hombre que no perdió una sola carving contest. Tenía ocho años cuando se acabaron las danzas de Congo Square, y probablemente sabía todo lo que había saber del vudú y asistía a sus reuniones clandestinas. Creció en medio del furor de las bandas y aprendió a dominar un instrumento europeo: la corneta. De niño formó parte de una congregación religiosa de shouting. Había heredado todas las influencias musicales que sobrevivían en Nueva Orleáns y sus contornos, y los sonidos que salían de su corneta sirvieron para establecer una música nueva.

La primera leyenda arquetípica del jazz es la vida de Charles Buddy Bolden, el hombre que no perdió una sola carving contest. Tenía ocho años cuando se acabaron las danzas de Congo Square, y probablemente sabía todo lo que había saber del vudú y asistía a sus reuniones clandestinas. Creció en medio del furor de las bandas y aprendió a dominar un instrumento europeo: la corneta. De niño formó parte de una congregación religiosa de shouting. Había heredado todas las influencias musicales que sobrevivían en Nueva Orleáns y sus contornos, y los sonidos que salían de su corneta sirvieron para establecer una música nueva.Continúa leyendo