Parece que los hallazgos arqueológicos que sacan a la luz trabajos “olvidados” de las grandes figuras del jazz no tienen fin. En esta ocasión es Chet Baker el afortunado que ha visto —desde donde quiera que esté— recuperadas dos grabaciones nunca antes publicadas. La cosa fue como sigue: allá por el 2021, Zev Feldman —director del sello Jazz Detective, dedicado a estos menesteres— preguntó al holandés Frank Jochemsen, del Nederlands Jazz Archief, si no tendría por casualidad alguna grabación inédita de Chet Baker. Jochemsen se puso a rebuscar en los rincones más oscuros y polvorientos de su almacén y, efectivamente, allí aparecieron unas cintas que guardaban dos sesiones que el trompetista realizó en el VARA Studio 2, situado en la pequeña ciudad de Hilversum, al sur de Ámsterdam, el 10 de abril y el 9 de noviembre de 1979.
Por aquel entonces, Chet Baker había decidido establecerse durante una larga temporada en Europa, donde su música era más apreciada que en los States y donde la heroína —que venía consumiendo regularmente desde hacía veinte años— era más fácil de conseguir. Por otro lado, su vida personal iba volviéndose cada vez más errática y con frecuencia pasaba varios días sin que nadie (quizá ni siquiera él mismo) supiese dónde estaba, tal y como recuerda el periodista musical Jeroen de Valk: “en ocasiones se saltaba un bolo; simplemente no se presentaba”. Eso sí, todo el que le conoció tiene palabras de elogio hacia su rendimiento musical. Markowitz, el pianista que le acompaña en la primera sesión, por ejemplo, decía de él algunos años más tarde: “Estaba extremadamente concentrado en la música. En su forma más pura el jazz no es un espectáculo, es la interacción entre los músicos. Su oído era uno de los más atentos que he visto nunca… Su estilo y su conducta sobre el escenario eran tan precisos y definidos, que si tenías algo de sensibilidad bastaba para que supieses qué tenías que hacer. Sacaba lo mejor de sus músicos”. En cualquier caso, el final de los setenta y principios de los ochenta fue su época más prolífica; ese mismo año, por ejemplo, en el ’79, grabó once álbumes y otros diez al año siguiente.
En el caso que nos ocupa, las grabaciones se hicieron en los estudios VARA, como ya hemos dicho, para el programa de radio Nine o’clock Jazz. Son once temas en total, distribuidos en dos discos CD, también disponibles íntegramente en descarga digital. Los amantes de Baker, podrán disfrutar, además de su bien conocida suavidad a la trompeta, de su tan especial voz en “Oh, You Crazy Moon”, “My Ideal” y “Candy”, en esta última haciendo un poco de scat.
Todos los temas incluidos aparecen en algún otro del centenar largo de álbumes que llevan su nombre, así que esta es, sobre todo, una pieza de coleccionista, para quienes quieren “algo más”, algo que complete su archivo personal. Y como es lógico, todo ha sido cuidado al máximo: la limpieza del sonido —la tecnología hace maravillas hoy en día—, la presentación de la carpeta y la abundante documentación, tanto gráfica, como informativa, que hará las delicias de quienes ya amaban al Príncipe del Cool Jazz.
Como curiosidad: el último tema, “Old Devil Moon” fue un añadido por insistencia de Baker, pues no estaba previsto inicialmente. Y generó problemas entre los músicos en relación con las armonías, en especial entre el trompetista y el pianista de la sesión, Frans Elsen. Hubo sus más y sus menos, sus “tira-y-afloja”; la tensión era palpable, tal y como asegura el productor Edwin Rutten. El propio percusionista Eric Ineke recuerda que, cuando le ofrecieron participar en la segunda sesión, la del 9 de noviembre, sintió curiosidad por ver cómo se desarrollaba la grabación, pues tanto Elsen como el contrabajo, Victor Kaihatu, tenían un carácter “especial”. Ineke: “Si añadías además a alguien como Chet Baker, se iba a necesitar una cierta diplomacia”. Sin embargo, Rutten también añade que “los buenos músicos nunca tocan mal” y este tema lo demuestra. Cuando terminaron de grabarlo, Baker le dijo al productor que ya tenía suficiente material. Cogió su trompeta y se fue por donde había venido. Y así se escribe la historia. Decidan ustedes si los músicos suenan mejor cuando hay buen rollo en el estudio o cuando están de morros entre ellos. A nosotros, cínicos que somos, cualquiera nos vale, siempre y cuando el resultado sea bueno y en este caso es soberbio. Que ustedes lo disfruten.
Tomajazz: © Juan F. Trillo, 2023 / https://siunleonhablase.wordpress.com/ – https://www.facebook.com/jan.tilkut
Chet Baker: Blue Room: The 1979 VARA Studio Sessions in Holland
Sesión 10 de abril, 1979.
Chet Baker, trompeta, voces.
Phil Markowitz, piano.
Jean-Louis Rassinfosse, contrabajo.
Charles Rice, percusión.
Sesión 9 de noviembre, 1979.
Chet Baker, trompeta, voces.
Frans Elsen, piano.
Victor Kaihatu, contrabajo.
Eric Ineke, percusión.
Productores: Zev Feldman y Frank Jochemsen.
Masterizado: Bernie Grundman y Marc Broer.
Grabación original producida por Edwin Rutten y Lex Lammen para KRO-NCRV
Publicado en 2023 por Jazz Detective.
Más información
https://tomajazz.com/web/?s=chet+baker&submit=Search