Ya lo aviso de antemano. Ni quiero ni puedo ser imparcial. Hace ya años que el CMS Trío me ganó para su causa y ahora, haga lo que haga, ya es demasiado tarde para que abandone mi condición de adepto irreversible. Recalcar la capacidad creativa de Javier Colina, Marc Miralta y Perico Sambeat sería redundar en la evidencia. Las credenciales de los tres músicos hace ya tiempo que quedaron contrastadas. CMS Trío es uno de los proyectos más sólidos que anida en el jazz nacional, uno de los rasgos más distintivos en la trayectoria de cada uno de sus integrantes y, sin duda alguna, la cumbre exclusiva a la que ellos se encaraman para dar satisfacción a sus respectivos talentos. Colina, Miralta y Sambeat se conocen de sobra. Llevan estrechando lazos cómplices desde siempre y son numerosos los proyectos que han consumado en unión. Sin embargo, CMS Trío posee un aroma genuino, una seña de identidad propia, un ADN intercambiable, que, además de hacerlo irrefutable, sublima toda su acción. No voy a ser rácano en el uso del superlativo. Creo que este trío se confirma constantemente a sí mismo y ahí están los numerosos testimonios que lo avalan.
Los aficionados estábamos alerta desde hacía tiempo. Fue tal el impacto que provocaron las dos primeras grabaciones del CMS que era ansiedad y no otra cosa la que sufríamos ante la demora que imponían los tres músicos en su regreso a los estudios de grabación. Los dos primeros, CMS en 2007 y Andando dos años más tarde, guardaron una distancia prudente. Luego, la banda dejó que el silencio creciera y creciera (no sobre los escenarios y en vivo, afortunadamente), y sólo cinco años después volvió a reencontrarse con la industria discográfica a través de Danza Guaná, nueve temas en los que el jazz se desvela coqueto en su relación con paisajes latinos, africanos y, cómo no, flamencos. Dedicado a la memoria del malogrado Javier de Cambra, al que el jazz le hervía en la sangre y es imposible olvidar, el nuevo disco de CMS se distingue por la colección de colores sonoros que ostenta y por la incuestionable capacidad de la terna para el maridaje musical. La convención o la rutina son enemigos naturales de la formación y así lo manifiesta en cada uno de los rincones de una grabación que se nutre de seis temas de Perico, uno más de Miralta, un bolero de Miguel Matamoros (“Juramento”) y el estándar de Raye y De Paul “You Don’t Know What Love Is”.
Sólo cabe la reverencia ante las respectivas trayectorias de cada uno de los músicos de CMS Trío. Son privilegiados de la música y como tales se les distingue. Pero por encima del reconocimiento individual, que nadie puede discutirlo, se erige la capacidad que ostenta cada cual para la interrelación y la creatividad en el marco de un grupo, asistido por una idea firme y sin fisuras de colectividad, que destaca precisamente por su solvencia, su madurez y su coherencia. Las contribuciones de Colina, Miralta y Sambeat sirven exclusivamente para afianzar la singularidad de la banda y conferir el matiz adecuado en la caracterización plena y detallada de su propuesta. Que cada uno de ellos va a pasar a la historia de la música con letra gruesa es indiscutible. No es exagerado reconocerles un papel supremo en el devenir del jazz y son abundantes las referencias que lo acreditan. Uncidos bajo la denominación de CMS Trío, su reputación se multiplica por mil y su trabajo se reviste de merecimientos y hace acopio de toda clase de lujos y honores. Ellos rinden tributo a la invención y al hecho musical a través de las diferentes sendas que, tras trazarlas, apuran audaz e intrépidamente.
El diálogo que el elenco entabla a lo largo del disco se eleva como principal merecimiento. No es el único, por supuesto, pero sí probablemente el más sugerente. Los tres músicos recrean una atmósfera cómplice que hace de Danza Guaná una propuesta sacudida por la virtud que huye del encosertamiento o el adocenamiento y se rebela continuamente contra el apriorismo. Hay mucha vida en esta grabación y así queda evidenciado en una sucesión de sonidos a los que mece la variedad y que se dejan guiar por el talento de sus promotores y también por las numerosas referencias a las que estos acuden. Desde luego, el danzón en “Camino de Baney”, el flamenco en “Dos mundos” o “Una cana al aire”, el aroma latino en “You Don’t Know What Love Is” o el bolero en “Juramento” son puntos de arranque, la primera de las muchas capas que ostentan, para que el tema emprenda un viaje insospechado hacia toda clase de paisajes y deje a sus protagonistas aventurarse en el universo del imprevisto y el matiz. El saxo (Perico se reserva la flauta en “Dos mundos”) destaca por las características propias del instrumento y por el ejercicio prodigioso que el valenciano hace de este. A nadie le puede pillar por sorpresa. Es uno de los mejores músicos del que puede alardear ahora mismo el jazz internacional. A cada bifurcación que se le presenta en todos los recorridos que emprende le da una solución idónea y elude el acartonamiento o la rutina con la facilidad que le proporciona su magisterio. Javier Colina, por su parte, es un contrabajista que hace tiempo huyó de la mera servidumbre rítmica. Su lenguaje es simplemente singular, único, distinto, inconfundible. Miralta es tan autosuficiente como sus compañeros, con capacidad suficiente para encauzar cualquier sonido y situarlo en el contexto propicio. Hay solos, claro que sí, pero sobre todo lo que sublima la condición suprema del disco es la relación entre todos ellos, ese tejido íntimo y sin fisuras de las diferentes texturas seleccionadas que ofrece suficiencia a una grabación que guarda instantes realmente sobresalientes (yo siento una especial predilección por las dos baladas, “Camino del Batey” y “Juramento”, y ese invento de Marc Colina titulado “Mirakasambolina”, donde la influencia se multiplica), e incluso inéditos, como el uso de la kalimba por parte de Perico en ‘Kalimba’, el tema que evoca horizontes africanos en este imprescindible ‘Danza Guaná’.
L. Castellanos, 2015
Colina Miralta Sambeat CMS Trío: Danza Guaná
Javier Colina (contrabajo), Marc Miralta (batería), Perico Sambeat (saxo alto, flauta)
«Kalimba”, “Camino del Batey”, “Una cana al aire”, “You Don’t Know What Love Is”, “Mirasambolina”, “Juramento”, “Danza Guaná”, “Dos mundos”, “Apocalypso”
Publicado en 2015 por Karonte. Grabado el 30 de septiembre y el 1 de octubre de 2014 en los estudios Medusa de Barcelona.
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