Por Txomin Dambo y Jorge Ribera.
Jimmy Glass Jazz Festival 2019
- Fecha: 27 de octubre de 2019.
- Lugar: Jimmy Glass Jazz Bar, Valencia.
- Grupo:
Dave Douglas – Uri Caine
Dave Douglas: trompeta
Uri Caine: piano
Es Domingo. El Carmen tiene otro ambiente los Domingos. Hay más gente en la calle y en las terrazas. Hay más niños. Aún así, se respira esa tranquilidad de un Domingo cualquiera a estas horas de la tarde. Nada parece presagiar lo que va a suceder en el Jimmy Glass dentro de un rato.
Dave Douglas y Uri Caine presentan Devotion. Es su último trabajo que, en el disco, lleva también a Andrew Cyrille a la batería.
Aquí se presenta a dúo, tal y como realizaron su anterior proyecto Present Joys. También inspirado en la tradición del Sacred Harp, que en origen se canta a capella.
Hay que destacar la enorme influencia del trabajo de estos dos artistas en el Jazz contemporáneo. No se podría entender sin ellos.
Entro pronto y consigo sitio de pié, en lo que llamamos el palco. Antes de empezar llega Uri Caine y se pone a mi lado. Se queda un ratito relajándose o calculando como debe ser un bolo desde aquí.
Suben los dos al escenario cuando llega Dave Douglas quien parece tomar el mando, al estar de pie junto al piano con su trompeta en la mano y su talante tan serio.
Empiezan con «Devotion». Tema que da título al disco, lo termina y es el único tema que no dedica a nadie. Es un blues con tradición de Sacred Harp con sonido sureño. Lo desarrollan en constante diálogo entre el piano y la trompeta. Tiene una parte en la la que sube el ritmo y un breve pero ideal solo de Uri Caine. Suena como un himno.
Tras este tema Dave Douglas hace una presentación o más bien, una declaración de intenciones cogiendo la boquilla de la trompeta como si fuera un micrófono para hablar al público. Nos reímos.
Nos cuenta cómo Carla Blay componía temas para sus héroes musicales y luego les proponía que los tocaran. Que la respuesta era siempre un no. Así que él decidió escribir temas para Carla Blay y le pidió que los tocara. Obtuvo la misma respuesta.
El primero de los dos temas escritos para Carla Blay es «Milojsang» y arranca con un groove funk que rebosa optimismo. Se produce un precioso diálogo entre el comping que hace Uri Caine y como lo responde Dave Douglas con la trompeta.
Los dos tocan y adornan la música creando un ambiente íntimo más de club de jazz que de grandes escenarios. Es un lujo poder verlos aquí.
«False Allegations» es el título del segundo tema escrito para Carla Blay. Con un ritmo de constante caminar y un sonido de trompeta asordinado, efecto que produce Dave Douglas soplando por un lado de la boca, consiguen atrapar al público desde los primeros compases. Un tango tumbado que nos traslada a otra época. El solo de Dave Douglas es aplaudido mucho y el de Uri Caine nos deja a todos embelesados.
Acaba así el primer pase. Han tocado unos 45 minutos. Nos quedamos cenando el bocadillo del Jimmy.
Comienza el segundo pase con «Pacific». Tema basado en «In a Sentimental Mood» con una frase semejante al original y sin embargo es un tema nada pacífico, con la excepción de la melodía al principio y al final, compuesto por Dave Douglas que muestra toda su personalidad. Cuando se escucha entera dejas de pensar en el standard de Duke para disfrutar de un tema muy bien elaborado y preciso en argumentos.
Siguen con «Curly». Dedicado al comediante Jerry Horwitz que interpretaba el papel de Curly Howard en Los Tres Chiflados en los años sesenta.
Abre el disco como un más que interesante diálogo entre Uri Caine y Andrew Cyrille en el que Dave Douglas no interviene. Aquí nos lo ofrecen a piano y trompeta. Es un tema alegre, con buen swing, sube y baja de ritmo permitiendo un juego complejo y divertido.
Vuelve a tomar la palabra Dave Douglas para homenajear a Marie Lou Williams, la reina del stride piano. Tal vez porque al igual que él mismo, Mary Lou incorporó a su trabajo muy diversos estilos pasando desde el ragtime al bebop e incluso el funk en los setenta.
Le dedica ‘Rose & Thorn’. Un impecable Uri Caine en el piano nos hace una demostración de stride piano y nos deleita con un excelente solo. Completa el homenaje la trompeta de Dave Douglas con un imponente fraseo.
Termina el tema y Dave Douglas nos habla de lo mal que están las cosas de la política en el mundo, hace referencia a su actual presidente y nos cuenta como el gran Dizzy Gillespie se presentó a presidente de los Estados Unidos en 1964 y de paso nos dejó un disco maravilloso que incluía su canción de campaña electoral. Su famoso «Salt Peanuts» pasaba a llamarse «Vote Dizzy».
Nos enumera algunos de los candidatos al gobierno: secretaria de estado para Duke Ellington, asuntos exteriores para Thelonius Monk, relaciones con el Vaticano para Marie Lou Williams, ministro de agricultura Louis Armstrong, vicepresidente Phillys Diller y la CIA para Miles Davis. Nos convence de que sería un mundo mejor y presenta ‘We Pray’, su tema dedicado a Dizzy Gillespie.
Es una preciosidad cargada de respeto a la tradición y de buen gusto. La melodía que va imprimiendo la trompeta es seductora, elegante y sincera. El solo de Uri Caine nos toca profundamente.
En teoría, aquí se terminaba el bolo pero el público no estaba dispuesto a permitirlo. Así que tuvimos un tremendo bis con uno de los dos temas del disco dedicados al aclamado pianista italiano Franco D’Andrea, con quien colaboró junto a Han Bennink. Se titula «D’Andrea». A partir de la melodía inicial Dave Douglas dibuja una arquitectura circular que se va desarrollando sobre si misma de una manera brillante y concisa. Tema propicio para terminar el concierto gozando alegremente y dejarnos a todos con ganas de más música.
Los dos se quedan charlando con los aficionados hasta el cierre. Se hacen con ellos la foto ‘de familia’ con el Jimmy Glass de fondo y prometen volver.
Uri Caine lo hará pronto. En Enero viene al Palau de la Música a presentar un proyecto sobre Beethoven en el que la orquesta interpretará la música del genio sordo y él improvisará sobre ella como solista. Recomiendo desde aquí su último trabajo «The Passion of Octavius Catto». Un disco excelente.
Ha sido, si duda, una de las noches más especiales del Jimmy Glass. La calidad de las composiciones de Dave Douglas, la fascinante interpretación que hacen los dos de ellas y sobre todo, el carácter íntimo y personal de esta música aconteciendo en un club donde el público cierra los ojos para escuchar mejor, guarda un silencio escrupuloso o se enciende en alabanzas, bravos y silbidos según el momento de la actuación, han conseguido que se produzca la magia de la comunicación entre los artistas y el numeroso público.
Camino de vuelta a casa y Valencia duerme como si no hubiera pasado nada. Me acompaña esa sensación de satisfacción, de haber disfrutado mucho, de haberme enriquecido.
Y sigo aprendiendo.
Tomajazz:
Texto: © Txomin Dambo, 2019
Fotografías: © Jorge Ribera, 2019
Vídeos: Jimmy Glass, 2019