Jazz En La Costa. Festival Internacional de Almuñécar. 34 edición
- Fecha: 25 de julio de 2021
- Lugar: Parque El Majuelo, Almuñécar, Granada
- Grupo:
David Murray Trio + Pepe Rivero
David Murray: saxo tenor y clarinete bajo
Pepe Rivero: piano
Brad Jones: contrabajo
Hamid Drake: batería y percusión
El último concierto de la 34ª edición del Festival de Jazz de Almuñécar correspondió a la formación liderada por el incombustible David Murray, quien, acompañado por una formidable sección rítmica formada por Bradley Jones al contrabajo junto al baterista Hamid Drake, tenía previsto el acompañamiento al piano de Marta Sánchez, quien debido a las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia de COVID-19, no pudo finalmente desplazarse desde Estados Unidos. Pepe Rivero, pianista cubano afincado en España y que es habitual acompañante de Murray, se encargó de suplir el hueco dejado por la madrileña, y lo hizo impregnando la música de sonoridades latinas que tanto le gustan a Murray (y a la audiencia de Almuñécar, dicho sea de paso). No obstante, Rivero es el Director Musical del Latin Jazz Festival CLAZZ, el primer festival de Latin Jazz de Europa.
Justo antes del comienzo del concierto, Murray recibió de manos de las representantes de las instituciones públicas responsables de Jazz en la Costa, la medalla anual del Festival, la nominación del Ayuntamiento y una baldosa con su nombre en el Bulevar del Jazz del Parque El Majuelo. El músico estuvo en actitud agradecida y se mostró muy honrado por el reconocimiento, justo antes de subirse al escenario y celebrarlo con la festiva “Morning song”, de su álbum homónimo publicado por Black Saint en 1983.
Comenzaba a anochecer, el aforo estaba completo, la pandemia no impedía culminar el festival en un complicado año para todos, y las murallas del castillo de San Miguel volvían a iluminarse sobre el escenario. Del saxo de Murray comenzaron a brotar las cuatro notas que abren una de sus nuevas composiciones, “Necktar”, un tema inspirado en su esposa con el que recientemente suele abrir los conciertos en su trío con Jones y Drake, y con el que Murray comenzó a emplear su amplio repertorio de técnicas, respiración circular incluida, y que incluyó un espectacular solo de Hamid Drake que sirvió para dejar con la boca abierta a quien no conociera al magnífico percusionista nacido en Louisiana, sin duda uno de los referentes mundiales de la batería. Su habilidad manejando las baquetas, rotándolas en los compases o apoyando sus codos en el tom para sacar diferentes sonoridades a la batería, golpeando o acariciando prácticamente cualquier parte del instrumento, su increíble sentido del ritmo, su capacidad de extracción de todos los timbres posibles de los platos y la (casi) mística danza que interpreta al tocar la batería, sin duda quedarán marcados a fuego en la memoria colectiva de los asistentes a Jazz en la Costa.
El tercer corte fue una exquisita composición de Bradley Jones, “Metouka Sheli”, comenzada por el propio contrabajista en una virtuosa intro en solitario muy aplaudida que precedió a un despliegue de sonidos empapados de blues por parte de Murray, bajo la atmósfera creada con los mallets y los platos, y los arpegios de un virtuoso piano en las manos de Pepe Rivero. Este tema, un respiro al carácter acelerado que había empezado a dominar el concierto, con las habituales sonoridades explosivas y polifónicas de Murray, sus impredecibles fraseos y sus estridencias sobreagudas, también fue el que dio paso a un Murray despojado de su chaqueta negra, y con camisa blanca y corbata enfiló su clarinete bajo para “pisar” las teclas y realizar un espectacular despliegue técnico que desembocó en las notas iniciales de “Let’s cool one” de Monk. Esta celebrada interpretación dio paso a su eterno homenaje a Ayler, “Flowers for Albert”, el exhuberante calypso que Murray firmase en 1976, quizás en la versión más latin que podría interpretarse, cómo no, por la magia de Pepe Rivero. Y del 76 nos fuimos al 91 a toda pastilla con “Hope/Scope”, un regreso al Murray más free que el tándem Jones/Drake convirtieron en una celebración a la velocidad que el público recibió con ovaciones. Hora y media después y tras despedirse agradeciendo el calor del público sexitano, volvieron al escenario para regalar como bis otro calypso de título “Switchin’ in the kitchen”, que sirvió para cerrar el concierto y la 34ª edición de Jazz en la Costa, con un gran sabor de boca que, esperamos y deseamos, sea el preludio de una verdadera vuelta a la normalidad también en la escena del jazz en directo.
Tomajazz. Texto © Diego Ortega Alonso, 2021
Fotografías © Juan Jesús García, 2021