Festival Les Émouvantes
- Fecha: viernes 23 y sábado 24 de setiembre de 2022
- Lugar: Conservatoire Pierre Barbizet, Salle André Audoli (Marseille)
- Grupos:
Bruno Angelini Trio
Bruno Angelini, piano, teclados, electrónica y composiciones
Fabrice Martínez, trompeta, fiscorno y electrónica
Eric Echampard, batería
Hélène Labarrière Quintet
Hélène Labarrière, contrabajo y concepción
Catherine Delaunay, clarinete
Robin Fincker, saxo tenor y clarinete
Stéphane Bartelt, guitarra
Simon Goubert, batería
Vincent Courtois Trio
Vincent Courtois, violoncelo y composiciones
Robin Fincker, saxo tenor y clarinete
Daniel Erdmann, saxo tenor
Stéphane Payen Septet
Stéphane Payen, saxo alto y composiciones
Mike Ladd, voz
Jamika Ajalon, voz
Tamara Singh, voz
Dominique Pifarely, violín
Sylvaine Hélary, flautas y voz
Marc Ducret, guitarra
La segunda jornada del festival Les Émouvantes, tal como indicamos en la primera parte de este comentario, deambuló por lo eléctrico/electrónico, bien canalizado y excelentemente amplificado, tanto en el volumen como en la percepción adecuada de las cualidades de cada instrumento.
La jornada se abrió con el “Transanlantic Roots” del pianista y compositor marsellés, Bruno Angelini (en el 2019 lo pudimos disfrutar en “Transformations” ), que comparte con el trompetista/fiscornista, Fabrice Martínez, a gusto del que suscribe, uno de los más interesantes trompetistas a nivel internacional junto a Ambrose Akinmusire, por la claridad de su sonido, el timbre, fraseo, modulación, por su discurso, del más musculado, estridente o incluso distorsionado, si se requiere, al más pausado y lírico (disfrutado en el Supersonic de Thomas de Porquery, la ONJ de Oliver Benoit, o, entre otros, en el cuarteto de Florent Pujuila).
El tercer vértice de este grupo corresponde a otro peso pesado de la escena francesa, el baterista Eric Echampard, de dinámica personal con un impactante y contundente groove (Caravaggio, en el Megaoctet y en el trio de Andy Emler, y, a su vez, como miembro de los grupos citados para Martínez).
Las raíces transatlánticas están constituidas por una serie de temas que rinden homenaje a algunos de los referentes estadounidenses de Angelini, a nivel cinematográfico “David Spike Jim and others” (nombres de pila de Lynch, Lee, Jarmush, …), a nivel musical “Mal’s Flowers (para Mal Waldron, Wayne Shorter y Maurice White), en lo ecológico “A butterfly can saves a tree” (para Julia “Butterfly” Hill) o, entre otros, a nivel social “Rosa and the thorns” (para Rosa Parks).
Temas muy cuidados, con el gusto y elegancia que caracteriza al pianista, para esta ocasión utilizando un amplio abanico de elementos electrónicos y alterando a su vez, electrónicamente, el sonido de su piano de cola. Un proyecto que tiene publicado en el pequeño y singular sello francés “Vision Fugitive”.
La segunda parte correspondió a la nueva creación de la compositora y contrabajista Hélène Labarrière (disfrutada en el 2018 con el cuarteto del violinista Jacky Molard), titulada Puzzle. Abarca cinco temas propios dedicados a cinco mujeres singulares, Jane Avriel, Thérèse Cierc, Angela Davis, Emma Goldman o Louise Michel, con los arreglos de otros cinco pesos pesados del jazz hexagonal, los violinistas Dominique Pifarelli y Jacky Molard, el guitarrista Marc Ducret, el clarinetista Sylvain Kassap o el saxofonista barítono François Corneloup.
Un compacto puzle temático/musical trenzado con la clarinetista Catherine Delaunay, el saxofonista tenor y clarinetista Robin Fincker, la guitarra eléctrica, con su amplia estación de pedales y botones, de Stéphane Bartelt y la contundencia, a la batería, de Simon Goubert. Un trabajo jazzístico moderno, proveniente de diversas fuentes estilísticas, con el músculo bien marcado, con puntuales destellos guitarrísticos roqueros y los elementos solistas de los dos sopladores, distintos y a su vez complementarios.
El primer turno de la tercera y última jornada, lo abrió el cada vez más soberbio e impactante Love of Life, inspirado en la novela autobiográfica Martin Eden, que el escritor Jack London había publicado por entregas entre 1908-09 (en 2018 pudimos asistir a un enfoque distinto del proyecto, en aquella ocasión titulado Oakland, con los mismos músicos y música, ésta más en segundo plano, y las lecturas de fragmentos de la obra por parte de Pierre Baux y John Greaves, que se tenía de complementar, aunque finalmente no fuera así, con la proyección, o parte de ella, de una versión cinematográfica de la novela).
El trio del poliédrico violoncelista Vincent Courtois (que tanto compone la BSO de la exquisita y dulce película de animación infantil Ernest y Celestine como puede pasarse al proyecto más contemporáneo en la línea de su nuevo proyecto en solitario East-2021-), con más de una década de vida, que ha parido obras del calibre y densidad de Mediums-2012-, Bandes Originales-2016- o el Love of Live-2019- (todos grabados en el sello La Buissone).
Una formación sólida, compacta, dinámica, que fluye y respira como si de un solo cuerpo se tratara. Según Claude Tchamitchian, director artístico del festival, Courtois es uno de los mejores contadores actuales de historias.
Cada interpretación funciona como una pequeña y específica narración, que podría funcionar independientemente, pero que se engarzan maravillosamente las unas con los otras mediante silencios totalmente musicales.
Courtois comparte este singular trío con dos saxofonistas, básicamente tenores, el alemán Daniel Erdmann (Das Kapital) y el irlandés Robin Fincker (Bedmakers). Posiblemente devinieron la exquisitez de un festival de exquisiteces.
Si la propuesta del trio de Courtois fue totalmente musical, sin palabra ni voz alguna, la del saxofonista alto Stéphane Payen, que cerraría la noche y el festival, con “Baldwin en transit” contó con tres voces recitadoras, las femeninas de Jamika Ajalon y Tamara Singh, más la masculina de Mike Ladd. Voces arropadas por la música delicada, plenamente camerística y contemporánea, con pasajes angulosos en ocasiones y otros de líneas sinuosas, pero siempre en un estado mayoritariamente horizontal. Un cuarteto musical que podría haber funcionado perfectamente solamente como tal, formado, además de Payen, por el violinista Dominique Pifarely, la multiflautista Sylvaine Hélary y el guitarrista eléctrico Marc Ducret.
“Baldwin en transit” se basa en diferentes obras del escritor estatounidense, militante por los derechos de los negros y de los homosexuales, James Baldwin (que terminó viviendo en Francia donde fallecería), entre ellos los escritos relacionados con su estancia en Turquía o fragmentos de la novela Giovanni’s Room-1956- (editado recientemente en castellano por “Tres puntos”-2022-).
Les Émouvantes es un festival con una programación de vuelos bien altos, con un destacable equipo técnico, de sobresaliente sonorización, en esta edición a cargo de Matteo Fontaine miembro del estudio de grabación, y sello discográfico, La Buissone. Un festival de visión y concepción bien abierta -por lo visto y escuchado en las tres ediciones que hemos podido asistir-, que acoge diversas corrientes musicales de considerable peso específico, de las que dejan su pósito -como el mejor y más substancioso ristretto italiano-, que te transportan, expanden y alimentan, que tiene la capacidad hacerte variar la percepción del entorno de antes y después de la experiencia.
Tomajazz: Texto y Fotografías: © Joan Cortès, 2022
Más información acerca del Festival Les Émouvantes
https://festival-emouvantes.fr/
Primera parte del Festival Les Émouvantes 2022
Festival Les Émouvantes 2022 en Tomajazz
https://tomajazz.com/web/?s=emouvantes&submit=Search
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