- Fecha: 30 de septiembre de 2016
- Lugar: Bogui Jazz (Madrid)
- Grupo:
Florian Weber´s Criss Cross
Florian Weber (piano)
Donny McCaslin (saxo tenor)
Dejan Terzic (batería)
El pianista alemán Florian Weber inició en Madrid su minigira por España estrenando un proyecto acompañado por otros dos grandes músicos como Donny McCaslin al saxo tenor y Dejan Terzic a la batería. Si de algo se puede caracterizar la música de este pianista es la de ser un explorador de sonidos en los que la música escrita se convierte en una excusa para dar rienda suelta a un gran cúmulo de improvisaciones. Porque, y así lo demostró en el Bogui, Weber es un buen improvisador que ha encontrado un perfecto complemento con el saxo de McCaslin, exquisito creador de bellos sonidos. El concierto tuvo una gran profundidad en cuanto a la armonización y contraste de ritmos.
El actual proyecto de Weber sigue la estela del que ya puso en marcha con Exploring the Music of Bill Evans and Monk, un trío sin contrabajo con el que ha conseguido que este instrumento no se eche en falta. Para ello, Weber utiliza lo que denomina “intuición polifónica” con la que a través de una idea general desarrolla todo el concierto. En este caso, partiendo de un clásico como Thelonius Monk, gran especialista de la disonancia, Weber se vuelca hacia la exploración de nuevos y amplios espacios, en los que se lucen tanto el saxofonista como el batería.
Precisamente con el tema “Criss Cross” comenzó el concierto con los tres músicos en plena improvisación y el saxofonista en primer plano mostrando su fraseo. El pianista sabe economizar en los dúos con el batería. Donny MacCaslin no decepciona y se muestra como un tenor seguro, dominador del clasicismo y de los sonidos más avanzados.
Tras la introducción, el concierto en su primera parte transcurrió con una sucesión de temas encadenados en los que la presencia de Monk sirvió como mera excusa para lanzarse por sendas improvisadas tanto en las baladas como en los instantes más enérgicos. Los ecos de piezas como “Ruby, My Dear” o “Evidence” de Monk podían apreciarse perfectamente acoplados en medio del perfecto engranaje establecido por el trío. Los solos de pianos de Weber son extensos y muy trabajados hasta que da paso a sus acompañantes. Los dúos entre el piano y el saxo tenor crean bonitos cuadros sonoros, por lo que fueron de los mejores momentos de la noche. A su lado Dejan Terzic, también supo imprimir sus aportaciones como buenos contrastes en los sonidos más líricos.
Donny McCaslin es un fino estilista, consagrado como un espléndido saxofonista que brilla tanto en las baladas líricas como cuando acrecienta la intensidad de sus fraseos.
La segunda parte se inició con una versión del conocido tema “Clocks” del grupo británico Coldplay. Un comienzo introductorio a cargo de Florian Weber, sobre el que se desarrolla una sucesión de improvisaciones en las que quedó de nuevo patente la afirmación de que en el jazz lo más importante es la forma de tocar un tema y en este caso el trío lo hizo con brillantez. Buen concierto en esta primera actuación del pianista alemán en la capital.
Texto: © Carlos Lara, 2016
Fotografías: © Enrique Farelo, 2016