La canadiense Heather Ferguson abre su primer álbum con una composición melancólica, casi dolorosa, de Billy Strayhorn: “Lush Life”. Se trata de un tema introspectivo y cuya interpretación requiere no solo destreza, sino también sentimiento. Sin duda una declaración de intenciones, para que sepamos desde el primer momento de qué va la cosa.
Y es que, inesperadamente, Heather Ferguson se ha metido a jugar en la liga “profesional”. Y ello a pesar de que, en rigor, le correspondería una categoría inferior. Pero las cosas hay que verlas en perspectiva: Ferguson ha empezado a cantar cuando ya tenía una cierta edad, tras haber pasado la primera parte de su vida dedicada a otras ocupaciones. Ella misma reconoce que es una especie de “segunda oportunidad”, un cambio de rumbo vital, cuando nadie se esperaría algo así. Por eso, considero que no debemos aplicar la misma vara de medir que con artistas que entran en la música desde “el principio”. Al fin y al cabo, en Tomajazz creemos en las segundas oportunidades.
Ferguson ha elegido una playlist de estándares donde los haya: “At Last”, “The Look of Love”, “Stardust”… Por un lado, resulta comprensible que haya querido interpretar temas reconocibles por el público, que están, por así decirlo, “garantizados”. Es algo habitual en los artistas primerizos, que aspiran a asegurarse el interés y la empatía de los oyentes. El problema con todos estos temas —“Cry Me a River”, “Bewitched”, “Round Midnight”…—, es que las comparaciones son inevitables. A todos nos viene a la mente, esa versión maravillosa que hizo en su momento nuestra cantante favorita. Y claro, es distinto, porque como mencionábamos más arriba, Heather Ferguson juega en otra liga.
Pero, si conseguimos, abstraernos de versiones anteriores y centrarnos en lo que estamos escuchando, disfrutaremos de las canciones de Lush Life, porque lo cierto es que Ferguson canta bien. Su fraseo es más que correcto y es evidente que le pone la pasión que los temas requieren. Por otro lado, y aquí es donde hay que subir la nota a este álbum, los músicos son muy buenos, probablemente de lo mejor que se puede encontrar en Canadá ahora mismo.
Aquí encontramos a gente como Joey Smith, un experimentado contrabajista y arreglista que, en su momento, pasó dos años de gira con la Glenn Miller Orchestra; Anthony Genge, reconocido teclista de Vancouver y profesor en el Departamento de Música de la Universidad St. Francis Xavier; Damian Graham en la percusión, quien además de acompañar a más de una docena de bandas —Joshua Redman, The Fabulous Thunderbirds, Albert Collins…—, ha ejercido como productor musical e ingeniero musical; Barrie Sorensen, uno de los saxo tenores más solicitados de Canadá y actual director de la banda de la Marina Real Canadiense, la Pacific Blue Big Band. Aunque si tenemos que resaltar un nombre, nos quedaríamos con el cubano Miguelito Valdés y su fabulosa trompeta (¡ese comienzo de “Stardust” o el solo de “Lush Life”!). No sorprende que haya sido reclamado en más de una ocasión por músicos como Herbie Hancock, Danilo Pérez o Wayne Shorter.
Todos ellos componen una banda de apoyo a la que merecería escuchar por sí misma. Y sin embargo, la voz de Heather Ferguson consigue hacerse oír con méritos propios. Conocedora de su limitación en cuanto a registro, sabe sacar un excelente partido de sus cualidades y formación en temas que harían dudar a cantantes con menos coraje. Un mérito que hay que reconocerle, no cabe duda. Resumiendo, podemos decir que esta canadiense hace válido el dicho de que nunca es tarde si la dicha es buena. O, si lo prefieren, it ain’t over till it’s over! Que ustedes lo disfruten.
Tomajazz: © Juan F. Trillo, 2022 / https://siunleonhablase.wordpress.com/ – https://www.facebook.com/jan.tilkut
Heather Ferguson: Lush Life
Heather Ferguson, voces. Dr. Tony Genge, teclados. Jan Stirling, piano. Joey Smith, contrabajo. Damian Graham, batería. Barrie Sorensen, saxofón. Miguelito Valdés, trompeta.
Producido y grabado por Wynn Gogol, Victoria. Canadá.
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