Una vez anunciado el Festival Jazzándaluz dentro de la programación del festival de festivales de Priego de Córdoba, Mascarón 2023, y antes de la presentación oficial propiamente dicha del cartel el próximo mes de junio, se lanza como preámbulo la IV Convocatoria de Arte Postal, una iniciativa que se viene organizando desde 2019 y que conjuga la música de Jazz con una disciplina muy singular, totalmente altruista y de alcance planetario que moviliza hoy en día a miles de artistas tanto improvisados como consagrados al margen de los circuitos oficiales e institucionales.
El Jazz ha vivido una evolución en paralelo a la de otras artes y expresiones visuales y plásticas y ha estado asociado, cómo no, a otras disciplinas creativas como la pintura, la ilustración, el diseño, el cine, el cómic, la literatura y la fotografía. En esta ocasión, la Asociación Cultural Jazz P.C. aborda esta magnífica iniciativa promovida por Manuel Molina González, director del Aula de Literatura de Priego de Córdoba conjuntamente con el postalista José Luis Campal desde Córdoba.
El Arte Postal (AP) o arte de correo, en inglés Mail Art, es un movimiento internacional de intercambio y comunicación a través del medio postal. Su historia viene de antiguo, tanto como el servicio postal, ya que es ese su medio de difusión, aunque puede rastrearse hasta sus primeras manifestaciones en el grupo Fluxus o los neo-dadaístas. El hecho de utilizar este medio condiciona las características del objeto a enviar, en cuanto a tamaño, peso o forma, que deben atenerse a las condiciones establecidas por los distintos servicios postales de cada país. Es frecuente que existan lo que podríamos denominar “transgresiones” del sistema por ambas partes, a veces los artistas postales juegan con las especificaciones estatales del correo, y otras, los funcionarios permiten la circulación de esos objetos tomando parte en un juego del que ya son vehículo, sean o no conscientes de ello.
Como indica uno de los comisarios del evento, José Luis Campal: “Aunque la constitución hacia 1962, por parte del malogrado artista norteamericano Ray Johnson, de la “New York Correspondance School of Art” se acepta como el alumbramiento y nominación oficialista de tal práctica y aunque sea en esos años ‘60 cuando surgen las primeras exposiciones de cierta envergadura, no debe perderse de vista que, en la segunda década de este siglo, los futuristas italianos, con Giacomo Balla o Pannaggi a la cabeza, ya se sirvieron de esta vía postal para elaborar cartulinas con fines estéticos, a base de collages y aditamentación de diferentes técnicas y materiales. A ellos les secundarían cubistas, dadaístas, surrealistas, neo-dadaístas, los nuevos realistas de Yves Klein, los expresionistas de la abstracción, el conceptualismo germano-estadounidense del grupo “Fluxus” o los artífices pop comandados por Andy Warhol. Mail-artistas ocasionales lo fueron ya celebridades como Picasso, Henri Matisse, Man Ray, Marcel Duchamp, Kurt Schwitters, Max Ernst o Francis Picabia”.
Pero el AP es algo más que un simple intercambio de arte a través del correo, es sobre todo comunicación. Ambos aspectos, arte y comunicación se funden en el envío postal, primando en cada ocasión y dependiendo de cada artista postal, uno sobre el otro, o estableciendo una compensación entre ambas características.
Existen varios principios que se entienden aceptados y compartidos:
- Libertad de expresión: aunque a veces en los proyectos de AP se establecen temas determinados, al artista postal se le supone libertad absoluta para el ejercicio de su actividad.
- No hay selecciones, no hay jurados. Todos los trabajos recibidos en los proyectos se aceptan y se exponen, sin limitaciones.
- No hay ventas. El dinero y el AP no se llevan bien, los trabajos enviados permanecen en poder de sus receptores en forma de archivos, y estos tienen el derecho de exponerlos, coleccionarlos o disponer de ellos como deseen, con una cierta obligación entendida de preservarlos y conservarlos del mejor modo posible.
- Realizar catálogos o listas de los participantes en los proyectos entra dentro tanto de las posibilidades económicas del momento y de cada artista postal, como de las normas de la buena educación.
En cierta manera, el Jazz y el Arte postal tienen ciertos puntos en común: “El Mail-Art es fundamentalmente arte conceptual e idealista, arte de urgencia y con una clara actitud experimental, vanguardista, indagatoria; arte arriesgado que al hacer uso de canalizaciones seculares e incorporar cuantos avances considera pertinentes, está aunando tradición y actualidad”. (J. Luis Campal)
Durante la celebración del VI Festival Jazzándaluz 2022 se llegaron a exhibir 110 trabajos que superaron en cantidad y calidad las 95 composiciones recibidas en 2021 y con creces las 36 de la primera edición, aproximadamente la mitad venidas desde fuera de España. Así que la organización espera poder incrementar un año más esta red de intercambio entre Priego de Córdoba, su festival, la música de jazz y las creaciones de artistas repartidos por todo el mundo.
Más información sobre IV Convocatoria Mail Art/Arte Postal – Jazzándaluz 2023
En esta convocatoria se pueden enviar las obras franqueadas hasta el 1 de agosto, a ser posible en tamaño 10x15cm., con un límite de 3 por participante y temática el jazz, a la dirección: Jazz PC. Carrera de las Monjas 20-22. El Casino. 14800 Priego de Córdoba. Y serán expuestas al público los días del festival, del 2 al 5 del mismo mes.
(Fuente consultada: “Comunicación presentada por José Luis Campal en el IV Encuentro Internacional de Editores Independientes”. Punta Umbría (Huelva) 1-3 de mayo de 1997)
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