Jeffery Davis Quartet (38È Cicle de Jazz al Casino, El Casino, Granollers, 2013-04-12)

“38È Cicle de Jazz al Casino”

Lugar: El Casino, Granollers (Barcelona)
Fecha: Viernes, 12 de abril de 2013
Componentes:
Jeffery Davis, vibráfono
Joan Sanmartí, guitarra
Joan Motera, contrabajo
Jo Krause, batería

Comentario:

“En el nombre del padre: inaugura la señal de la cruz. En el nombre de la madre se inaugura la vida”. “Hay palabras que exigen el femenino. Verdad es una de ellas”. Dos breves citas del excelente escritor napolitano Erri De Luca. Música, es otra palabra femenina, aunque Jazz sea masculina, y dentro de este último abanico, a excepción de las cantantes, las mujeres, hasta la fecha, han tenido un protagonismo muy reducido, demasiado reducido.

Un instrumento que en el jazz también tiene un protagonismo reducido es el vibráfono. Por su sonido, quizás, el más femenino de los instrumentos de la familia de percusión. Cualquier buen amante jazzístico, a bote pronto, podría citar unos cuantos, pocos, nombres: Red Novo, Lionel Hampton, Milt Jackson, Bobby Hutcherson y Gary Burton, o incluso, Terry Gibbs, Cal Tadjer, Tito Puente, Mike Mainieri (Steps Ahead), Dave Samuels o Stefon Harris, y en nuestro estado plurilingüe -con cuatro lenguas oficiales-, Geni Barry y Marc Miralta -cuando intercambia, de muy en cuando en cuando, las baquetas por los macetas-.

El vibrafonista Jeffery Davis, canadiense de nacimiento, pero desde muy temprana edad residente en Portugal, en la actualidad vive en una pequeña población equidistante de Oporto y Lisboa. Atesora un carácter amable y alegre, con una notable dosis de bonhomía, que lo hace florecer en sus composiciones, trabajos donde prima el valor de la frase bien matizada, de gusto melódico y andar fluido, accesible para un público amplio con buena capacidad de discernimiento.

Davis se desplazó a Barcelona para ofrecer una clase magistral en la ESMUC y posteriormente, aprovechando la ocasión, para ofrecer un concierto en la ciudad, relativamente vecina, de Granollers. Se formó un trío acompañante –guitarra, contrabajo y batería- de los que podríamos denominar local, con el cual no había tocado nunca. Cabía esperar el desarrollo típico, un repertorio a base de un buen puñado de estándares, pero Davis no quiso dejarlo tan fácil a sus compañeros de velada y plantó sobre los atriles cinco temas de composición propia, más uno del maestro Sam Rivers, “Cyclic episode”, y un estándar de estándares, de uno de los grandes iconoclastas del piano jazzístico, Thelonious Monk, el célebre “Pannonica”.

La baronesa Pannonica de Koenigswarter (1913-1988), también conocida como Nica, era una apasionada de los gatos, y una amante entusiasta del jazz, así como amiga íntima y confidente de una buena parte de los grandes músicos de la historia del Jazz norteamericano. Tiene el honor, y el reconocimiento, de atesorar una veintena de composiciones con su nombre, de autores como: Kenny Drew, Tommy Flanagan, Horace Silver, James Spaulding o Barry Harris, entre otros.

Con su cámara polaroid materializó un incontable archivo de retratos de sus amigos músicos. Buena parte de este interesante trabajo se pudo ver y disfrutar en Les Reencontres d’Arles 2007 (Francia). Existe una recomendable publicación de la editorial francesa “Buchet·Chastel” (2006) con el título Les Musiciens de jazz et leurs trois voeux, donde se recoge una buena muestra de su trabajo fotográfico y las respuestas de trescientos músicos a la cuestión de tres posibles deseos, que les planteó la baronesa, realizado entre 1961 y 1966. El libro obtuvo el “Prix de l’Académie du Jazz 2006”. La misma academia francesa que, el pasado enero, otorgó a Jorge Pardo el premio al mejor músico europeo del año y a su vez galardonó al sello barcelonés, Fresh Sound, por el conjunto de su catálogo y reediciones.

Volviendo al cuarteto de Jeffery Davis, y como decíamos anteriormente, interpretaron cinco composiciones del vibrafonista, los cuartetos números uno y dos, así como los temas “Conceptual Bullshit”, “Darkness” y “Cafe do Joao”, pertenecientes a su disco Haunted Garness (2009), editado por el sello portugués, Toap -Tone of a pich-.

Concierto interesante con temas sugestivos, en parte lastrado por la dinámica de este tipo de eventos, puntuales para una sola velada, o casi, sin apenas tiempo para poder ensayar, pero resueltos gracias al saber hacer de cuatro músicos bregados en la improvisación, y no sólo en la musical.