- Fecha: Domingo 8 de febrero de 2015. 19:30
- Lugar: Zentral Pamplona, Pamplona, Navarra
- Componentes:
Jorge Pardo Trío
Jorge Pardo: saxo tenor y flauta
Josemi Carmona: guitarra
El Bandolero: cajón y percusión
Invitado:
Ekhi Ocaña: flauta
El nivel al que ha llegado Jorge Pardo con su trío en la fusión de flamenco y jazz está al alcance de muy pocos músicos. La mejor muestra fue la conversación entre aficionados a ambos estilos al finalizar un concierto magnífico que encandiló al público que acudió al Zentral, el nuevo local de música en directo de Pamplona, que tras unos meses después de su apertura (en diciembre de 2014 echó a andar), estrenaba su programación de jazz. En el diálogo, en el que no hubo acuerdo posible, se llegó a la conclusión de que los seguidores del flamenco vieron un concierto de flamenco, mientras que los aficionados al jazz vimos un magnífico concierto de jazz. En lo que sí que estuvimos de acuerdo los unos y los otros es que en la música del Jorge Pardo Trío no se situó en esa delgada línea de la fusión que en demasiados casos se emplea para hacer que la música vaya desplazándose a uno y otro terreno, en muchos casos de un modo un tanto forzado. La música fluyó con una naturalidad pasmosa, tomando tanto ingredientes del flamenco, y del jazz… y de los boleros, y de los standards, y de la música popular, y de donde consideraron necesario para construir una propuesta con una solidez que entusiasmó.
Introducirse en el terreno de las etiquetas para la música de un trío como este es tarea harto complicada. En su música hay elementos que vienen del flamenco. A lo largo de los noventa minutos sonaron distintos palos: alegrías, tarantas, bulerías, tangos, soleás… todo un repertorio de formas flamencas. En la forma de tocar de Jorge Pardo se intuyeron los quejíos y quiebros de los cantaores, ya que especialmente con la flauta, Jorge Pardo es un enorme cantaor.
En el otro extremo, también hubo mucho de jazz. El kit de bandolero añade al flamenco distintos elementos percusivos, una pequeña caja… el músico de Lavapiés no sólo empleó sus manos, sino que hizo un uso muy bien medido tanto de las escobillas y baquetas, así como de los distintos elementos que tuvo a su disposición. Algo similar ocurrió con la guitarra de Josemi Carmona, de la que este artista supo sacar un inspirado sonido que fue puro flamenco cuando hubo menester de ello, aunque los pedales a los que estaba unida su guitarra consiguieron que su labor no fuese únicamente la de un tocaor flamenco.
Jorge Pardo no sólo voló en sus improvisaciones, sino que llevó en volandas a sus dos compañeros. Este madrileño ha tenido la suerte de estar y aprender junto a los más grandes (Paco de Lucía o Camarón por citar únicamente a dos de ellos), y por tanto no es extraño que no tuviera problema alguno en improvisar sobre los distintos palos, o que sus improvisaciones se empapasen de sentimiento y arte flamenco.
Además de los temas que navegaron por distintos palos, el repertorio se nutrió con una versión más que notable de «Michelle» de los Beatles; las menciones (algo habitual en la carrera de Jorge Pardo) a temas populares en distintos ámbitos como «Anda Jaleo Jaleo», y «Summertime»; la versión del bolero (puro sentimiento) «Historia de un amor»; o el tema en que invitó a participar al flautista del grupo Zorongo, Ekhi Ocaña, en el que ambos se dedicaron a realizar un magnífico intercambio de solos compartiendo micrófonos y repartiendo intensidad.
Texto: © Pachi Tapiz, 2015
Fotografías: © Sera Martín, 2015