Murajazz 2015
- Fecha: jueves, 15 de octubre de 2015
- Lugar: Sala de la Muralla, Auditorio Baluarte, Pamplona, Navarra
- Grupo: Josetxo Goia-Aribe + Seidagasa «Las cortinas…»
Josetxo Goia-Aribe: saxos tenor y soprano
Seidagasa:
Quique Simón: piano, melódica, ocarina
José María Pastor: batería, percusiones variadas y pequeños instrumentos
Son ya varios los músicos de jazz a los que he escuchado comentar que una vez uno se introduce en el vasto mundo de la improvisación libre, otro tipo de propuestas creativas se aprecian y disfrutan de una manera distinta que antes de esa epifanía creativa. Parece ser el caso del saxofonista Josetxo Goia-Aribe. Tras trabajar con Baldo Martínez, Antonio Bravo y Lucía Martínez en su proyecto Hispania Fantastic, en el que llevaban melodías tradicionales a los terrenos libres de la improvisación, el siguiente paso en su discografía ha sido Tras las cortinas…, una grabación de un encuentro de improvisación libre con el colectivo Seidagasa, o lo que es lo mismo, el pianista Quique Simón y el baterista José María Pastor. En ese doble CD los tres músicos muestran el resultado del proceso de creación musical instantánea en el estudio. Una creación que si bien no parte de un conjunto de composiciones preestablecidas, no por ello deja de estar llena de melodías, interacción entre los músicos y unos cuantos momentos muy brillantes. Algo que es, en definitiva, esa inspiración que cualquier artista busca en su proceso creativo. El tercer concierto del ciclo Murajazz 2015 sirvió para presentar en directo esta propuesta creativa.
Cual cronómetro natural, una vela sirvió para medir la duración de la actuación. Lo habitual es que los músicos, dejándose llevar por el placer de esa manera de tocar en la que lo esencial es la interacción con los compañeros, pierdan la noción del tiempo en un concierto inspirado… Y la cita de Pamplona lo fue.
Josetxo Goia-Aribe dio la bienvenida a sus dos compañeros, al pie del escenario, interpretando (libremente) un tradicional aurresku. Fue el inicio de un tipo de propuesta que no es habitual disfrutar en Pamplona. Entre los escasos conciertos de jazz que se programan, apenas hay espacio para la libre improvisación. Este es un estilo bastante más que establecido desde hace décadas, en el que hay múltiples referencias y formas de plantear la creación, con resultados excelsos tanto grabados como en forma de conciertos. A pesar de ello sigue siendo un terreno muy poco visitado en la escena nacional, si bien parece que desde hace unos años y gracias al reconocimiento de figuras como la de Agustí Fernández, y a sellos hiperactivos como Discordian o Vector Sounds, está tomando un cierto impulso.
Las cortinas… sirvió como punto de referencia para la música que sonó en el concierto, una hora y media larga de creación musical sin red. La música barroca, magnífico hallazgo presente en dos piezas de ese CD, estuvo presente en el concierto. En una propuesta libre improvisada es esencial el bagaje de cada uno de los músicos. Es bien conocida la querencia de Josetxo Goia-Aribe hacia la música tradicional, por lo que no resultó extraño en absoluto que estuviese presente en varios momentos. Tampoco que por ese mismo motivo los dos músicos de Seidagasa (erradicados en Torrevieja), planteasen una habanera que llevaron a lo libre improvisado como eje en torno al que estructurar su propuesta.
El concierto fue una sucesión de momentos inspirados que el trío desarrolló manejando con mucha maestría la dinámica de su propuesta. Los momentos más melódicos y los de mayor intensidad se fueron sucediendo con una gran naturalidad, dejando patente la capacidad de los tres músicos de construir un diálogo sin fisuras, lleno de melodías que escondían múltiples matices y detalles. Un enorme concierto, toda una sorpresa para quienes no acostumbran a dejarse llevar por la inspiración instantánea de la música libre improvisada.
El único pero al concierto, que no a la actuación -y que no fue culpa ni de los músicos, ni de los organizadores-, fue la rácana respuesta del potencial público pamplonés ante una oferta que se salía de lo habitual. Esta es una propuesta de músicos nacionales, distinta en su planeamiento a otras (lo que no significa a priori que sea mejor o peor que el resto, sino que simplemente es distinta), que ya estaba plasmada en forma de grabación, que por tanto se podía escuchar, y con ello constatar que no es un pandemónium sonoro. Por lo visto no fue suficiente para apelar a la curiosidad de ese supuesto público. Es paradójico que no hubiese movido a asistir al concierto tanto a los aficionados al jazz, como a los músicos del género de la escena local, o a los muchos estudiantes de música presentes en la ciudad, incluyendo a los que cursan los estudios de jazz en el conservatorio… Aunque es habitual escuchar quejas en ciertos círculos acerca de que no se programa a grupos locales, que siempre se programa lo mismo… ¡Incomprensible y patético! Nunca es tarde para hacer más y hablar menos, no vaya a ocurrir que alguien decida que ciclos como Murajazz o propuestas como las de Josetxo, Quique y Chema no tengan lugar, lo que sería una gran pérdida en una escena como la pamplonesa, que aunque cuenta con un buen número de músicos en activo, en lo relativo a ciclos y festivales de jazz es en estos momentos raquítica.
Texto: © Pachi Tapiz, 2015
Fotografías: © Sera Martín, 2015
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