- Fecha: 21 de febrero de 2013
- Lugar: Facultad de Bellas Artes (Madrid)
- Formación:
Juanma Barroso Grupo
Michael Vistel: saxo tenor y soprano
Bobby Martínez: saxo alto
Jorge Vistel: trompeta
Albert Bover: piano
Paco Charlín: contrabajo
Juanma Barroso: batería - Comentario: Tras la publicación de Nairi, su primer trabajo como líder, el batería Juanma Barroso se presentaba en directo al frente de una sólida banda compuesta por habituales de la escena jazzística nacional. Y hay que empezar diciendo que la selección del grupo fue muy acertada.
Aunque ya era conocida su faceta de compositor, en esta nueva etapa brilla con luz propia la gran labor que ha realizado este músico madrileño en un campo en el que resulta difícil mostrarse innovador. Después de una dilatada carrera de más de 20 años a sus espaldas acompañando a importantes nombres del jazz nacional e internacional, Juanma Barroso ha conseguido plasmar su propia concepción musical en un trabajo que lleva su firma. Otra cosa distinta es saber del propio interesado su grado de satisfacción, pero según lo que se desprende de su primera actuación en directo, Juanma Barroso ha pisado de manera firme un terreno en el que da buena muestra de la experiencia adquirida en estos años. Tanto a nivel de composición como de interpretación, la música que pudimos escuchar en la Facultad de Bellas Artes resume su particular manera de entender el jazz.
Para la ocasión supo rodearse de un buen plantel de músicos de contrastada solvencia, algunos de los cuales han sido partícipes de la grabación del disco, como el trompetista Jorge Vistel y el contrabajista Paco Charlín. Completaron la formación el pianista Albert Bover y el saxofonista Michael Vistel. A ellos se unió, en una aparición estelar, el saxofonista Bobby Martínez, que participó en uno de los temas.
Para empezar sobresale la calidez y la elegancia con que se expone el tema “Tales from Tajuña”. El juego alegre que presentan los hermanos Vistel a dos voces de vientos se refuerza con una sólida arquitectura sonora de la sección rítmica, en la que Barroso se erige como el catalizador de la banda. A lo largo de la actuación, las baladas y los temas más dinámicos se alternan formando un buen mosaico de jazz concebido desde la elegancia y con respeto a la tradición.
Desde un principio, se vislumbra una propuesta de sonidos que nos retrotraen a los grandes momentos del hardbop, en los que saxo y trompeta juegan un papel preponderante. Este es un terreno en el que Barroso se siente seguro y así quedó patente en muchos momentos. Tras la fuerza incontenible del comienzo, la calma se apoderó de la sala con una balada a cuarteto en “Rexob”. Fue la ocasión para Michael Vistel al tenor con un leve toque aterciopelado a medio tono, que culminó con un solo de piano a cargo de Albert Bover, un todo terreno del jazz nacional, que sabe crecerse en cualquier circunstancia que se le presente.
En su repertorio, Barroso ha combinado un buen conjunto de temas en los que los acompañantes pueden explayarse a las mil maravillas. En “Nairi”, no escatima recursos técnicos para ofrecer un consistente solo muy bien desarrollado, sin estridencias, que engarza a continuación con una nueva aportación de Jorge Vistel. La calidez y suavidad con que afronta el tema aporta el complemento justo a una rítmica, que, en ningún momento, se descompone. Albert Bover se muestra muy seguro de manos en unos temas que afronta por primera vez. Por su parte, Paco Charlín sigue siendo un auténtico aval para cualquier músico que se preste; parece que no está pero siempre es fundamental su presencia en cualquier fase del concierto.
En “Coruxo”, el saxo tenor cedió su protagonismo al alto de Bobby Martínez, en un tema a medio tempo en el que el músico latinoamericano ofreció una buena improvisación. De nuevo hubo que destacar aquí el trabajo en la sombra de Paco Charlín sacando a relucir su catálogo de matizaciones al contrabajo.Tanto en “Barro” como “Bllad”, los siguientes temas, se destilan interesantes momentos. Jorge Vistel traspasa la barrera del medio tempo y se muestra más incisivo en el primero, junto con una más que sobrada interpretación del trío de rítmica, otra vez muy sólida. En “Bllad”, se suceden destacados solos de Paco Charlín y un logrado final de Michael Vistel en el soprano tras una prolongada improvisación.
“It’s Coming”, la pieza que cerró el concierto, retomó los aires coloristas y festivos del comienzo. La alternancia volvió a ser la característica principal. Jorge Vistel tomas las riendas con un largo solo, que es relevado por Albert Bover mucho más suelto ya, y que da paso a una nueva serie improvisaciones de Michael Vistel al tenor. Todo culminado con el trabajo incansable de Juanma Barroso, siempre presente como director e impulsor del grupo.
Texto: © Carlos Lara, 2013
Fotografías © Sergio Cabanillas, 2013