A finales del pasado mes de octubre de 2020, Keith Jarrett declaró en el The New York Times, que sufrió un derrame cerebral en febrero de 2018, y otro en mayo de ese mismo año, lo que casi le descarta para volver a tocar el piano y le retira de la escena del jazz y de la música.
Ya en 1996 una extraña enfermedad diagnosticada como síndrome de fatiga crónica le puso contra las cuerdas. Tras dos años de retiro reapareció en 1998, para 20 años más tarde sufrir el mencionado derrame cerebral.
Todo esto no hace sino dar un valor añadido a éste su último trabajo publicado y grabado en directo en Budapest y que lleva por título Budapest Concert.
Budapest Concert es un doble CD a piano solo, como no podía ser de otra manera, tal como ya hiciera en el pasado con obras de profundo calado como: The Köln Concert o Solo Concerts: Bregenz/München.
Budapest Concert fue grabado el 3 de julio de 2016 en la Sala Nacional de Conciertos Béla Bartók en Budapest y lo integran doce improvisaciones y dos piezas “It’s A Lonesome Old Town” y “Answer Me” cuya autoría corre a cargo de Harry Tobias, y Charles Kisco, la primera y de Gerhard Winkler y Fred Rauch la segunda.
Budapest Concert sale al mercado después de Múnich 2016 que fue grabado posteriormente el 16 de julio de 2016 con el mismo número de improvisaciones y tres composiciones entre las que se incluye “It’s A Lonesome Old Town” y “Answer me my Love” e implementada por la afamada “Somewhere over the Rainbow” de Harold Arlen.
De Keith Jarrett se pueden decir muchas cosas y todas serían acertadas, pero de pocos se pueden decir con tanto acierto que fue desde sus inicios uno de los grandes pianistas del jazz (estilo que transcendió con creces) y que su obra como pianista en directo es de las más frescas y creativas que se pueden escuchar.
Budapest Concert vive de la improvisación como esencia, combinando pasajes de enérgica pasión con otros de pausada tranquilidad. Todo esto es, y ha sido posible con Keith Jarrett, un músico, un pianista, que ejerce como médium a través del cual pasa la música como una ofrenda espiritual y cuyos escorzos y sonidos guturales se sirven para la unión mística entre músico e instrumento. Piano y pianista forman la pareja indisoluble donde encontramos tanta cordura como sana locura y donde ambos hacen el amor buscando un orgasmo que parece no tener fin.
Los ecos de su música nunca dejaran de sonar ante su aparente tristeza que se tornará en alegría y conciencia del inconsciente colectivo de la Música.
© Enrique Farelo, 2021
Keith Jarrett: Budapest Concert (ECM, 2020)