- Fecha: 29 de abril de 2016
- Lugar: Escuela TAI (Madrid)
- Grupo:
Kenny Werner Trio
Kenny Werner: piano
Johannes Weidenmueller: contrabajo
Ari Hoening: batería
Con motivo del Día Internacional del Jazz, el pianista Kenny Werner, el batería Ari Hoening y el contrabajista Johannes Weidenmueller, ofrecieron sendas master classes para los alumnos de los estudios de composición de músicas contemporáneas de la Escuela TAI. Una jornada pedagógica que culminó con un concierto en el que el trío entusiasmó al público, mayoritariamente joven, que abarrotó el salón de actos.
A sus 65 años, Kenny Werner cuenta con una treintena de discos firmados como líder y una carrera a sus espaldas que le certifican como uno de los mejores pianistas del jazz internacional. En su nómina de colaboraciones pocos nombres se quedan fuera. El trío se formó hace 16 años y desde entonces, el grupo no da señales de cansancio o debilidad. Al contrario su solidez, equilibrio y capacidad de emocionar siguen intactas.
Werner es uno de los grandes virtuosos del jazz. En este pianista neoyorkino confluyen una gran técnica, una extraordinaria capacidad para improvisar y unas cuidadas composiciones.
Si tenemos que atenernos a la literalidad del concierto, éste cumplió su función con creces como una lección magistral, tras la cual alumnos y demás asistentes se dieron más que satisfechos. El batería Ari Hoenig y el contrabajista alemán Johannes Weidenmuller son sus dos creativos acompañantes. Ambos poseen un gran bagaje como líderes y son el complemento perfecto para Kenny Werner.
A lo largo del concierto hubo tiempo para hacer un gran repaso de los grandes momentos del piano a trío, así como algunas pinceladas del nuevo trabajo del grupo titulado The Melody. En el escenario sonaron piezas como “Nardis” y “Blue in Green” de Bill Evans; “Antropology” de Charlie Parker; e incluso se atrevió con una versión de “Siciliana” de J.S. Bach, y por supuesto, algunos temas de su nuevos disco. Sus interpretaciones a piano solo, haciendo alardes de la melodía y un gran dominio de la balada, mostraron a un Kenny Werner en plenitud.
Las improvisaciones sobre temas que ya forman parte de la historia del jazz combinaron intensidad y emotividad, lirismo y elegancia. Calificativos todos que alcanzaron su plenitud gracias a las aportaciones de Hoening y Weidenmuller, contribuyendo con su colorido, sutilidad y empaque en una magnífica actuación, digna de una fecha tan señalada como la que conmemora un Día Mundial dedicado al jazz.
Texto: © Carlos Lara, 2016
Fotografías: © Enrique Farelo, 2016