En algún momento u otro los aficionados al jazz nos hemos sentido impulsados a realizar algún tipo de recorrido por sus más de cien años de historia. Si hay algo especialmente característico en esa música es lo que se puede denominar “efecto dominó”. Éste está relacionado tanto con las composiciones (especialmente los standards, esa colección de temas mil veces interpretados), como con los músicos, centrándose en algunas figuras -aunque no únicamente- que han ido dejando y transmitiendo su influencia tanto a sus contemporáneos como a las generaciones posteriores. El intento de acercamiento por medio de algunas grabaciones de cierta importancia histórica o de los recopilatorios al uso producen un claro efecto de parcelamiento. En el primero quedan fuera artistas que no por tener un menor reconocimiento tienen una menor importancia, mientras que en los acercamientos del segundo tipo en muchos casos las barreras tienen nombre de discográficas.
Una magnífica alternativa, sirviéndose de la carencia de los derechos de autor sobre las grabaciones tras cincuenta años, es la colección cronológica dirigida por los expertos André Francis y Jean Schwarz titulada Les Trésors du jazz, puesta en marcha 2002, y que en estos momentos y tras una pequeña remodelación toma el nombre genérico de La grande histoire du jazz. El planteamiento es realmente sencillo, aunque el resultado final es monumental: una colección de más de 1600 temas grabados desde finales del siglo XIX hasta finales de la década de los años 50, un recorrido exhaustivo a lo largo de más de medio siglo de historia musical del siglo XX. Las ventajas de tal disposición aparecen conforme se avanza en la escucha. La primera y fundamental, la calidad de la música que allí aparece, la colección de hitos que lograron afianzar y hacer avanzar un estilo musical a una velocidad sin precedentes hasta esos momentos. La segunda es la lista de los nombres allí incluidos: no hay ningún autor que acapare una época concreta, lo cual permite que en los oídos de los aficionados de todo nivel y condición vayan aflorando figuras que en muchas ocasiones ocupan lugares no preponderante o directamente secundarios en las historias del jazz. La tercera, relacionada con la disposición cronológica, es la capacidad de tal colección de proporcionar una visión transversal que permite que el oyente sea consciente de que la evolución del jazz no está estructurada exclusivamente en torno a una serie de corrientes principales preponderantes en una época determinada y sobre las que se articula toda la música, sino que en el momento de su creación aparecen diferentes estilos confluyendo a la vez, lo que muestra su enorme riqueza como concepto musical. Otro aspecto muy importante es la ausencia del sesgo americanizante que se le suele dar al jazz cuando se realiza un recorrido histórico. Es cierto que es una música que nació en los Estados Unidos, pero la posibilidad de reproducirla mecánicamente fue esencial en su difusión junto al desarrollo de la radiodifusión, lo que permitió que llegase a todo el Orbe. De ese modo queda subsanado el efecto de ocultar el desarrollo de esa música fuera de los U.S.A. Finalmente la documentación (en inglés y francés), permite acceder rápidamente a los detalles de todas las grabaciones. Todo ello unido a un precio unitario de los CD muy reducido, logran que sea una colección imprescindible.
© Pachi Tapiz, 2011
Varios Autores. La grande histoire du jazz (4 cofres de 25 CD cada uno de ellos. Le Chant Du Monde. Distribuido por Harmonia Mundi)
Reseña publicada el en número 25 de la revista Ritmos del Mundo