II Art i Escena
- Fecha: Sábado, 11 de julio de 2015
- Lugar: Auditori de Sant Josep (Moià) / 12h
- Componentes:
Marco Mezquida, piano
- Lugar: Cal Joan de la palla (Moià) / 13h
Celeste Alías: voz y electrónica
Joan Mas: saxo alto
Txema Rico: pinturas proyectadas
Comentario:
En la población de Moià, que no llega a los seis mil habitantes, capital de la recién aprobada –vía referéndum- comarca del Moianès, el sábado once de julio, se celebró el segundo “Art i escena”, también conocido como Ex Abrupto.
Un evento singular y transversal, tanto por la programación como por los escenarios. Un cruce de actividades plásticas y sonoras, en distintos espacios de buena parte de las casas, casitas y palacetes de la calle “Sant Sebastià”, antiguo arrabal medieval.
Desgraciadamente conocimos su programación a unas veinticuatro horas de su inauguración, con la agenda musical sabatina buenamente cerrada, lo cual condicionó nuestra presencia a lo largo de su densa programación, sin parada desde la diez de la mañana hasta bien pasada la medianoche.
De las tres actuaciones que guardaban plena relación con la cabecera de Tomajazz, pudimos asistir sólo a un par. Tuvimos que posponer el estreno como cantante del guitarrista Santi Careta.
A las doce del mediodía, a la hora del Angelus, en el pequeño Auditori de Sant Josep, en el concierto inaugural de la jornada, Marco Mezquida dio rienda suelta a un nuevo y rutilante piano solo, que se convirtió nuevamente en magistral.
Cuarenta y cinco minutos de un viaje sin paradas, enfrente de un público silencioso y enganchado, desde los más pequeños hasta los mayores, que llenaba a rebosar el recinto en total penumbra.
Mezquida nos transportó por parajes aparentemente opuestos, pero que en sus dedos resultaron perfectamente concordantes: románticos, repetitivos, folclóricos peruanos, albores del jazz, descargas controladas de free jazz, sonidos acariciadores, disonancias, con pianísticas tradicionales y extendidas. Por momentos se convirtió en un hombre orquesta, al simultanear reverberaciones percusivas –de los objetos situados sobre las cuerdas del piano- con el contínuum melódico de la pieza.
Creó un proceso narrativo constituido por diferentes relatos, elaborado con técnicas diversas, y urdido en total concordancia y gusto.
Nuevamente dejó gala su capacidad de saber conectar con propios y extraños, con los conocedores de su obra más personal y con los que le terminaban de conocer, de descubrirlo, como quedó bien manifiesto en el sonoro y prolongado aplauso final, con el público en pie.
A pocos metros del auditorio, en el dormitorio y sala de estar, del subterráneo/cava de Cal Joan de la Palla, sus propietarios cedieron el espacio para acoger la actuación/improvisación/performance, a tres bandas, integrada por la cantante Celeste Alías, el saxofonista alto Joan Mas y el pintor Txema Rico.
Nos ofrecieron tres pequeñas narraciones independientes, cada una de ellas con un público distinto –por cuestiones de espacio- y como en el concierto precedente, el de Marco Mezquida, la diversidad de edades fue una de las tónicas.
Cada uno de los tres ofrecía, insinuaba, sugería, continuaba y se entrelazaba sobre la marcha, en un trabajo vivo y abierto, instantáneo y efímero.
Celeste con sus sonoridades vocales, grabadas sobre la marcha, en un juego de capas múltiples, en la versión más experimental y arriesgada que le hemos visto hasta el momento, pero, cómo no, con el nivel al que nos tiene (mal) acostumbrados. Mas, con su alto, iba ofreciendo contrapuntos sonoros a modo de ligeras veladuras. Txema Rico, desde su estación plástica/visual, totalmente analógica, formada por un proyector de diapositivas, acetatos del ancho de una diapo, pinturas lacadas, acetona y un par o tres de pequeños pinceles, iba proyectado sobre una pantalla circular, a modo de luna llena, sus composiciones pictóricas de gran potencia visual, colores luminosos, texturas y formas sugerentes, totalmente abstractas, inmediatas y a su vez escurridizas, en perfecta simbiosis con sus dos compañeros.
Un proyecto que nos resultó tan interesante y complejo como breve, de notable juego plástico/sonoro. Esperando, a no tardar, de una nueva propuesta de esta experiencia vital.
Como muestra de la, también, transversalidad y promiscuidad musical de Alías y Mezquida, aquella misma tarde actuaban, en su conocido formato de dúo, en otra localidad catalana, en la que presentaban su último trabajo discográfico, Llunàtics.
Mezquida, al día siguiente partía para el Zelt Musik Festival de Freiburg (Alemania), donde estaría como artista residente, para ofrecer un nuevo piano solo, tocar con la orquesta en la gala inaugural, acompañar a una cantante americana interpretando a Gerswhin, tocar Piazzola con el acordeonista Enrique Ugarte y abrir una jam.
Esperando el próximo “Art i Escena”.
Texto y fotografías: © Joan Cortès, 2015
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