Mary Halvorson’s Code Girl (53è Festival de Jazz de Barcelona / L’Auditori, Sala 02-Oriol Martorell, Barcelona. 2021-11-20) [Conciertos de jazz] Por Joan Cortès

53è Festival de Jazz de Barcelona

• Fecha: sábado, 20 de noviembre de 2021
• Lugar: L’Auditori, Sala 02-Oriol Martorell (Barcelona)
• Grupo:
  Mary Halvorson’s Code Girl
  Mary Halvorson, guitarra y composición
  Amirtha Kidambi, voz
  Adam O’Farrill, trompeta
  Brian Settles, saxo tenor
  Michael Formarek, contrabajo
  Tomas Fujiwara, batería

Code Girl es el título del doble CD grabado en 2016 por la compositora y guitarrista Mary Halvorson con su grupo homologo. Un quinteto que contaba con el trompetista Ambrose Akinmusire.

Cuatro años después, en 2020, publicaban su segundo trabajo, Artlessly Falling. Excepto el trompetista, mantenían los mismos componentes, es decir, Michael Formarek al contrabajo, Tomas Fujiwara a la batería, una rítmica de infarto, y la cantante Amirtha Kidambi. Incorporándose a ellos la saxofonista y cantante María Grand, la peculiar voz del cantante Robert Wyatt, que participó en tres de los ocho temas (en 2009 la francesa Orchestre National de Jazz dirigida por Daniel Yvinec editaba el doble CD Around Robert Wyatt, donde el exbatería de Soft Machine también participó como vocalista en varios de los temas) y como último integrante de la nueva formación el trompetista Adam O’Farrill (exalumno de Akinmusire y descendiente directo de una gran saga del jazz latino, nieto de Chico O’Farrill e hijo de Arturo O’Farrill, trompetista que escuchamos muy gratamente en el proyecto Bird Call del saxofonista Rudresh Mahantappa y unos años antes, en 2012, con el cuarteto del pianista Albert Marqués, quién nos remarcó las capacidades y más que posible proyección del joven neoyorquino).

Halvorson no se ha prodigado mucho por las coordenadas catalanas, la recordamos en dos actuaciones, ambas en 2016 en el Jamboree, primero con el trío de Tom Raney y después con Ingrid Laubrock Anti-House 4.

En la sala Oriol Martorell de l’Auditori de Barcelona, se presentó prácticamente con la misma formación de su último proyecto, exceptuando como era previsible a Robert Wyatt y el cambio de saxofonista, en esta ocasión con Brian Settles. El directo resultó una propuesta compleja, densa y variada, conformada por distintos mundos musicales, jazz, impro, free, rock, música tradicional, pop, servido en distintas proporciones y progresiones, con cambios tan imprevisibles como remarcablemente engarzados. Con una concepción dinámica, fluida, rica, en colorido, matices y sumamente fresca. Con intervenciones personales bien singularizadas y a su vez en perfecta consonancia con el global colectivo, de diabólica y encomiable envergadura, coordinado de forma sutil y sin ningún tipo de aspaviento por Halvorson, sentada detrás de su doble juego de atriles.

Un trabajo de rigurosa e impecable escritura con sus contrapuntos solistas, con distintas narraciones, aparentemente contradictorias, intercalándose de modo totalmente natural. Un sexteto que funciona como un todo orgánico inter conceptual.

La única pega de la noche, en absoluto atribuible al sexteto de Halvorson, fue que a la misma hora, en el mismo festival y a unos cuatro kilómetros actuaba Ambrose Akinmusire con su grupo.

Tomajazz: Texto y fotografías: © Joan Cortès, 2022

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