- Fecha: jueves 10 de marzo de 2016.
- Lugar: Galería Han-UL (Planta Baja) del Centro Cultural Coreano (Madrid).
- Grupo:
Maureen Choi Quartet
Maureen Choi: violín
Daniel García Diego: piano
Mario Carrillo: contrabajo
Michael Olivera: batería
Maureen Choi lidera con firmeza su cuarteto y lo hace valiéndose de una técnica envidiable desde su violín. No en vano su actuación partió de ahí con un solo a capella que puso en danza “Gracias a la Vida”. (Violeta Parra)
Las bases estaban puestas desde el principio. Latin jazz sí, pero sin olvidar que Maureen Choi tiene una rigurosa formación clásica iniciada a la tierna edad de dos años y que su progenitor fue un virtuoso de la guitarra clásica española.
Con todos estos ingredientes y los que se fueron añadiendo como el tango, la samba, la bossa nova, la música afro-cubana y española, y la ya mencionada música culta, el cuarteto ofreció un concierto de momentos brillantes que gustó al numeroso público que abarrotaba la sala.
“Bolero del Alba”, composición de la propia Maureen, supuso uno de los pasajes de mayor calado de todo el concierto. Este tema está incluido en el primer trabajo del cuarteto que lleva por título Ida y Vuelta y ha sido publicado en el recientemente finalizado año 2015. Violín solo al comienzo que conmovió a un bebé con un sonoro gorgoteo en este bolero vestido de nana que fue transformándose en diálogos entre Daniel García Diego y Maureen Choi en un paréntesis entre el neoclasicismo de Mozart y el barroquismo de Vivaldi.
Piezas como “Negra Presuntuosa” (Andrés Soto) son una demostración más del virtuosismo de Maureen Choi, de sonido edulcorado, lírico, diáfano y cristalino que busca la belleza clásica y que se contrapone al sabor, el calor y el color de la interactuación entre Mario Carrillo al bajo y las manos desnudas del cubano Michael Olivera a la batería.
Para finalizar “Capricho Español”, del compositor romántico ruso del siglo XIX Rimsky-Korsakov. Tema encarado desde la perspectiva del jazz, Third Stream o tercera corriente consistente en la mezcla entre éste y la música clásica. Donde Chick Corea fue el sujeto elíptico con pasajes de My Spanish Heart.
En resumen el mini-concierto fue un mestizaje de finas y trasparentes formas para acercar el jazz a un público menos avezado que disfrutó sin duda de lo ofrecido.
Texto: © Enrique Farelo, 2016
Fotografías: © Sergio Cabanillas 2016