Anthony Braxton Septet (Pittsburgh) 2008 New Braxton House 2011 |
Anthony Braxton Septet (Pittsburgh) 2008, incluye la “Composition Nº355”. Un tema que ya había aparecido publicado en la caja 9 Compositions (Iridium) 2006 (Firehouse 12 Records, 2007) en donde era interpretado por el Anthony Braxton 12+1-tet. En la grabación de 2008 el septeto que la (a)borda es una parte del conjunto de trece músicos que interpretaba las composiciones de Braxton en esa caja monumental: el propio Anthony Braxton (que emplea una amplia colección de saxos más el clarinete contrabajo), Taylor Ho Bynum (metales), Mary Halvorson (guitarra), Jessica Pavone (violín, bajo y viola), Jay Rozen (tuba), Carl Testa (contrabajo y clarinete bajo) y Aaron Siegel (batería, percusión y vibráfono).
Tal y como ocurría en la grabación de Iridium, la hora de música (posiblemente controlada por el gigantesco reloj de arena que Braxton acostumbra a emplear en sus conciertos) comienza con una fase inicial en la que el grupo expone el tema. A partir de allí el trabajo de los músicos pasa a desarrollarse en agrupaciones formadas por un número reducido de instrumentistas, los cuales bien se dedican a improvisar en un diálogo simultáneo, o bien mientras una parte improvisa el resto crea de algún modo una base rítmica para dichos solos. Obviamente no se debe esperar que el contrabajo, la tuba o las percusiones ejerzan únicamente la función de crear un esqueleto rítmico. Aquí todos los instrumentos son solistas. También esos tres instrumentos son los protagonistas exclusivos de alguno de los muchos pasajes que forman esta obra.
Resulta sumamente interesante observar cómo a lo largo de esta versión de la “Composición Nº 355” en septeto los solistas van recorriendo una pequeña parte del total de las posibles combinaciones instrumentales (que podrían llegar a ser más de 600 diferentes con todos los músicos a la vez, más de 1000 con cinco de ellos, casi 2000 con sólo cuatro y así sucesivamente combinatoria mediante). Con ellas aparecen una magnífica colección de solos e interacciones por parte de todos los músicos. Estos sirven como puntos de enganche gracias a los cuales la melodía del tema va apareciendo y desapareciendo. A su vez, esos momentos lo mismo sirven para que se incorporen nuevos músicos, que sirve para que los presentes dejen paso a nuevas intervenciones en solitario o en agrupaciones en un formato menor.
A lo largo de toda la hora la acción no cesa en ningún momento, y tampoco deja de cambiar la paleta sonora empleada, lo que proporciona una gran variedad a la música resultante. Propuestas como la aquí comentada (proyectos basados en standards aparte) son de lo más accesible de Braxton en su última época. En este caso con el añadido de estar disponible gratuitamente para su descarga por tiempo limitado.
© Pachi Tapiz, 2011