Niels Henrik Abel (1802-1829) fue uno de los más críticos con la falta de rigor en matemáticas: «En el análisis superior -escribió en 1826- sólo pocas proposiciones están demostradas de manera indiscutiblemente rigurosa. Constantemente se encuentra la deplorable costumbre de deducir lo general de lo particular y es sin duda muy notable que con tal manera de proceder no se llegue con más frecuencia a lo que se denominan paradojas». No es pues de extrañar que Abel estudiara los textos de Cauchy y apreciara sus esfuerzos por poner orden y rigor en las matemáticas: «Cauchy es un necio -escribió estando en París en 1826-, y uno no puede entenderse con él, aunque es el matemático que hoy día mejor sabe cómo deben tratarse las matemáticas. Lo que hace es excelente pero bastante enredado; en principio no comprendí nada, pero ahora empiezo a ver más claro».
Y en el artículo que publicó en 1826 sobre el binomio de Newton, escribió: «El Cours d’Analyse de Cauchy debería ser leído por cualquier analista que desee actuar con rigor en sus investigaciones matemáticas».
Antonio J. Durán. La verdad está en el límite. El cálculo infinitesimal. RBA Editores, 2010