I Ciclo de Jazz Contemporáneo Noruego en Madrid
- Fecha: jueves, 12 de junio de 2014.
- Lugar: Sala Off de La Latina (Madrid).
- Componentes:
Ola Kvernberg
Ola Kvernberg: violín, efectos electrónicos y percusiones flotantes
Steinar Raknes: contrabajo
Erik Nylander: batería
Reciente colaborador con el director cinematográfico Rune Denstad Langlo en el film: Chasing the Wind. Música de cámara noruega dirigida por el propio Ola Kvernberg, para dicha película, demostrando que como artista músico va más allá de cualquier etiqueta y encasillamiento.
Seis trabajos como líder entre los que encontramos el disco del año 2002 Cats & Doug en colaboración con el guitarrista Doug Raney. En el 2011 recibió el “Grammy noruego” al mejor álbum de jazz por su disco Liarbird contando con la colaboración de un buen puñado de buenos músicos noruegos entre los que encontramos a Mathias Eick o Håkon Kornstad.
Ola Kvernberg se presentó en Madrid con la intención de ofrecer su música y su último trabajo en el sello Jazzland, Northern Tapes de 2013.
La famosa frase de Baltasar Gracián: “Lo breve, si bueno, dos veces bueno” sirvió para definir el concierto ofrecido por el trío de Ola Kvernberg. Si bien es cierto que dicha brevedad vino condicionada por el cambio de programación, teniendo que incluir el concierto previsto para la jornada posterior y última, es decir, el Intercambio de jazz y flamenco con la participación de Josemi Carmona, Ola Kvernberg, Pablo Martín Caminero, Steinar Raknes, Enriquito, Erik Nylander y Bandolero.
Como digo, apenas unos 45 minutos fueron suficientes para demostrar e impactar gratamente al numeroso público asistente.
Siendo de todos los conciertos ofrecidos en este I ciclo de jazz contemporáneo noruego el que menos se ha asemejado a los anteriores, por la preponderancia de lo acústico sobre lo eléctrico.
Y es que Ola Kvernberg no es un violinista al uso, podríamos decir que no es ortodoxo sino más bien transgresor capaz de voltear su instrumento valiéndose de cualquier recurso ya sea con el arco, utilizar una cuerda como medio de friccionar o tocar las cuerdas de su instrumento como si de una guitarra se tratara.
En el concierto pudimos disfrutar de momentos realmente sugerentes y originales a más no poder, como las interactuaciones entre Ola Kvernberg y Erik Nylander donde la pasión y la velocidad endiablada de los tambores y platillos quemaron el ambiente sin piedad para el emocionado oyente.
¡Quién dijo que los noruegos eran fríos!
Y aún hubo más y Ola Kvernberg vistió su violín de bandoneón, de lirismo y de aires tango y lo convirtió en un hang (un instrumento musical de percusión de reciente creación) percutiendo sus cuerdas para regocijo y diálogo con Steinar Raknes que a su vez quiso hacer de su contrabajo un violín enorme con un arco superlativo.
En cuanto a su música es una amalgama de influencias que compactan sólidamente tanto el rock como el jazz, la new age, el folk americano, el hinduismo o incluso la música de cámara, todo ello sin parecer ninguna y ser todas a la vez. Es en definitiva un arte de difícil definición cuya forma de tocar también resulta complicado de comparar con otros violinistas, aunque en esencia y de forma fina y sutil podríamos hablar de L.Shankar, Barbara Higbie o el Jerry Goodman de la Mahavishnu Orchestra como principales influencias.
En resumidas cuentas un caleidoscopio repleto de formas, colores y texturas que catapultaron este concierto a lo más alto del festival.
Texto: © Enrique Farelo, 2014
Fotografías: © Sergio Cabanillas, 2014