Irene Reig Trio (Festival Feminajazz. Teatro del Bosque, Móstoles, Madrid. 2019-10-03) [Conciertos]

Por Carlos Lara y Enrique Farelo. Fecha: 3 de octubre de 2019. Lugar: Teatro del Bosque. Móstoles (Madrid). Grupo: Irene Reig Trio Irene Reig: saxo alto. Pau Sala: contrabajo. Joan Casares: batería. Feminajazz es un festival que cumple una función importante: poner en evidencia la situación de discriminación que sufren las mujeresContinúa leyendo

Nueva inmersión en el jazz cubano por Julián Ruesga Bono [Artículo]

Nueva inmersión en el jazz cubano por Julián Ruesga Bono Cuando se habla de jazz cubano y se quiere contextualizar la relación de Cuba con la música de jazz siempre se acude a esa época en la que el jazz no tenía nombre, o se nombraba de muchas maneras diferentes,Continúa leyendo

Eivissa Jazz 2019 (II): Big Band Ciutat d'Eivissa / José Carra Trio (2019-09-04) [Festival]

Por Juan Antonio Serrano Cervantes  y José Luis Luna Rocafort. Fecha: 4 de septiembre de 2019. 21:00 Lugar: Plaça Sota Vila (Eivissa / Ibiza) Grupos: Big Band Ciutat d’Eivissa Santiago Ramírez, Wiebke Pahrman, Antonio J. Marín, Pau García Rovés, Penélope Tafur (trompetas) Vicent Tur, Vicent Matoses, Jairo Marín, Jaume Tur (trombones.Continúa leyendo

Buddy Bolden. Por Marshall W. Stearns [Artículo] Buddy Bolden 001 Tomajazz 9.0 - La primera leyenda arquetípica del jazz es la vida de Charles Buddy Bolden, el hombre que no perdió una sola carving contest. Tenía ocho años cuando se acabaron las danzas de Congo Square, y probablemente sabía todo lo que había saber del vudú y asistía a sus reuniones clandestinas. Creció en medio del furor de las bandas y aprendió a dominar un instrumento europeo: la corneta. De niño formó parte de una congregación religiosa de shouting. Había heredado todas las influencias musicales que sobrevivían en Nueva Orleáns y sus contornos, y los sonidos que salían de su corneta sirvieron para establecer una música nueva.

La primera leyenda arquetípica del jazz es la vida de Charles Buddy Bolden, el hombre que no perdió una sola carving contest. Tenía ocho años cuando se acabaron las danzas de Congo Square, y probablemente sabía todo lo que había saber del vudú y asistía a sus reuniones clandestinas. Creció en medio del furor de las bandas y aprendió a dominar un instrumento europeo: la corneta. De niño formó parte de una congregación religiosa de shouting. Había heredado todas las influencias musicales que sobrevivían en Nueva Orleáns y sus contornos, y los sonidos que salían de su corneta sirvieron para establecer una música nueva.Continúa leyendo