Por Paul Cautfield. Traducción por Fernando Ortiz de Urbina.
Paul Emil Breitenfeld, más conocido como Paul Desmond, ha pasado a la historia del jazz por: 1) su sonido inconfundible con el saxo alto, presente en el cuarteto de Dave Brubeck entre 1951 y 1967, y 2) su composición «Take Five». Quienes le conocieron añaden su ingenio rápido y su facilidad de palabra como rasgos más destacados de la personalidad de este músico.
La presente traducción consta de dos partes. La primera, los «desmondismos», está formada por una serie de aforismos recopilados por Paul Caulfield en su website Pure Desmond, que reflejan el sentido del humor cargado de ironía de este saxofonista y escritor frustrado.
La segunda es la transcripción de una entrevista radiofónica de Paul Desmond a Charlie Parker, un testimonio inusual de primera mano del diálogo entre dos grandes músicos: en enero de 1954 coincidieron en Boston Charlie Parker y el cuarteto de Dave Brubeck (el primero actuaba en el Hi Hat, el segundo en el Storyville), ocasión que aprovechó John McLellan –de la emisora de radio WHDH– para reunir a los dos saxofonistas en una entrevista histórica (disponible en el CD Philology W80.2) en la que Desmond, de natural locuaz y ocurrente, se muestra casi cohibido ante su admirado Parker.
Finalmente, destacar que desde febrero de 2005 los seguidores de Desmond están de enhorabuena, ya que en esa fecha se publicó la esperada biografía Take Five: The Public and Private Lives of Paul Desmond (Parkside, Seattle 2005) firmada por Doug Ramsey, crítico de jazz y amigo personal de Desmond. El libro supera cualquier expectativa, tanto en su contenido como en su edición (pesa unos 2 kg).
Esta traducción ha sido posible gracias a la amabilidad del propio Paul Caulfield.
La próxima traducción de esta serie mensual versará sobre el vibrafonista, compositor y productor Teddy Charles.
«DESMONDISMOS»
– He ganado varios premios al saxo alto más lento del mundo, así como un galardón especial al silencio en 1961.
– Yo ya había pasado de moda antes de que nadie me conociera.
– Probé a practicar unas pocas semanas y acabé tocando demasiado rápido.
– Creo que de forma inconsciente quería sonar como un martini seco.
Con respecto a cuál es el secreto de su tono:
– ¡De verdad que no lo sé! Tiene algo que ver con el hecho de que toco de forma ilegal.
Cuando Gene Lees le preguntó a qué se debía la melancolía en su forma de tocar, respondió:
– Bueeeeno, al hecho de que no consigo tocar mejor.
Paul Desmond se graduó en lengua inglesa en la universidad. Su motivo para no emprender una carrera literaria:
– Sólo era capaz de trabajar en la playa y no dejaba de entrarme arena en la máquina de escribir.
– La literatura es como el jazz. Se puede aprender, pero no se puede enseñar.
Con respecto al escritor Jack Kerouac:
– No me gusta nada cómo escribe. Sin embargo no me disgusta su estilo de vida.
– A veces tengo la impresión de que continuamente hay orgías por todo Nueva York, y si alguien dice «vamos a llamar a Desmond» otro le contesta «¿para qué? Seguro que está en casa leyendo la Enciclopedia Británica».
Poco antes de que se disolviera el cuarteto de Dave Brubeck:
– Estamos trabajando como si estuviera pasando de moda, cosa que por supuesto está ocurriendo.
Sobre el yogur:
– No me gusta, pero Dave siempre anda probando cosas de ese tipo. Es un masoquista de la nutrición. Se comerá cualquier cosa que crea que le va a sentar bien.
Sobre las lentillas:
– No son para mí. Si quiero desenfocar a todo el mundo, me basta con quitarme las gafas y disfrutar de la neblina.
Sobre el estilo de Ornette Coleman:
– Me alegra que sea tan individual. Me gusta la firmeza de pensamiento y de intención que implica lo que está haciendo, aunque no siempre me guste escucharlo. Es como vivir en una casa toda pintada de rojo”. [1]
Según Doug Ramsey, al ver un cuadro con cuatro gatos acosando a un ratón, Desmond dijo:
– Ah, la portada perfecta para cuando haga un disco con el Modern Jazz Quartet.
Cuando Ramsey le indicó que el ratón era mecánico, Desmond replicó:
– En ese caso el disco lo tendrá que hacer Cannonball [Adderley].
La afición de Desmond al whisky escocés era de todos conocida. Cuando en 1976 se le diagnosticó un cáncer de pulmón, se mostró irónicamente satisfecho de que su hígado estuviera bien:
– Impoluto, perfecto, uno de los grandes hígados de nuestra era. Bañado en Dewars y rebosante de salud.
N. del T.:
He optado por no traducir dos de los aforismos porque pierden la gracia bien debido a la traducción o por la necesidad de una glosa demasiado extensa (el referido a David Frost y David Susskind, y el juego de palabras sobre un poema de T S Eliot).
[1] En su colección de desmondismos, Caulfield sólo incluye la última frase sobre Ornette Coleman. El resto procede del libro de memorias de la pianista Marian McPartland, All in Good Time (Oxford University Press, Nueva York, 1987).
PAUL DESMOND ENTREVISTA A CHARLIE PARKER
PAUL DESMOND: […] esa música porque hay muchos músicos buenos tocando en ese disco, pero el estilo del saxo alto es tan diferente del resto del disco y de lo que le precedió. ¿Te dabas cuenta en esa época del efecto que ibas a tener sobre el jazz, de que ibas a cambiar toda la escena en los siguientes 10 años?
CHARLIE PARKER: Bueno, por así decirlo: no, no tenía ni idea de que fuera tan diferente.
JOHN McLELLAN: Me gustaría meter una pregunta si no os importa. Quisiera saber a qué se debió este cambio tan brusco. Después de todo, hasta ese momento la forma de tocar el alto era la de Johnny Hodges y Benny Carter, y éste parece ser un concepto totalmente distinto, no sólo con respecto a la forma de tocar el instrumento, sino para la música en general.
PAUL DESMOND: Sí, para cualquier instrumento.
CHARLIE PARKER: Bueno, para eso no creo que haya respuesta. Es simplemente una forma [comentarios inaudibles] de hablar, John. Eso es lo que decía cuando empecé a hablar, ésa fue mi primera idea, la vía que creía que debía seguir, aún hoy lo creo. Me explico, por supuesto que caben muchas mejoras. Lo más probable es que dentro de 25 años, quizás 50, aparezca algún joven que coja este estilo y realmente haga algo con él. Pero… lo que quiero decir es que, desde la primera vez que oí música, siempre he pensado que ha de ser limpia, muy precisa, tan limpia como sea posible, vamos. Y más o menos para el público, sabes, algo que pueda comprender. Algo que sea hermoso. Hay un montón de historias que se pueden contar con el lenguaje musical. No diría lenguaje, pero es tan difícil describir la música de otra forma que no sea la más fundamental, ya sabes, básicamente melodía, armonía y ritmo. Pero, lo que quiero decir es que se puede hacer mucho más que eso con la música. Puede ser muy descriptiva de miles de formas, para toda clase personas. ¿No estás de acuerdo, Paul?
PAUL DESMOND: Sí, y tú siempre cuentas una historia cuando tocas. Es una de las cosas más impresionantes de todo lo que he escuchado de ti.
CHARLIE PARKER: Ése es más o menos el objetivo, así es como creo que debería ser.
PAUL DESMOND: Otro de los principales factores en tu forma de tocar es tu formidable técnica, que nadie ha conseguido igualar. Siempre me ha llamado la atención eso, también… Si hay…, si se debe a realizar horas de práctica o si se debe simplemente a tocar; si ha evolucionado de forma gradual.
CHARLIE PARKER: Bien, me lo pones difícil, porque no veo qué tiene de formidable. He dedicado muchas horas al saxo, eso es cierto. De hecho, los vecinos amenazaron a mi madre con exigirle que nos mudáramos cuando vivía allí en el Oeste [en Kansas City]. Ella me dijo que les estaba volviendo locos con el saxo. Solía tocar al menos 11… de 11 a 15 horas al día.
PAUL DESMOND: Sí, a eso me refería.
CHARLIE PARKER: Sí, eso es cierto. Lo hice durante un período de tres o cuatro años.
PAUL DESMOND: Bueno, supongo que ésa es la respuesta.
CHARLIE PARKER: Ésos son los hechos, en cualquier caso [risas].
PAUL DESMOND: Hace un par de meses escuché un disco tuyo que, por alguna razón, me había perdido hasta ahora, y oí una breve cita de dos compases del libro de Klosé que me sonó como un eco familiar… [Desmond tararea la cita]
CHARLIE PARKER: Sí, sí. Todo eso lo hice con libros, ¿sabes? Naturalmente no se hizo con espejos, esta vez fue con libros.
PAUL DESMOND: Bien, reconforta oírte decir eso, porque yo pensaba que de alguna forma habías nacido con esa técnica y que nunca tuviste que preocuparte mucho por ello, por mantenerla.
JOHN McLELLAN: ¿Sabéis?, me alegro de que salga este tema, porque creo que hay muchos músicos jóvenes que tienden a pensar que…
PAUL DESMOND: Sí, lo hacen. Acaban de salir…
JOHN McLELLAN: …no es necesario pasar por esto…
PAUL DESMOND: … y tocan en sesiones y viven la vida, pero no le dedican 11 horas al día con ninguno de los métodos.
CHARLIE PARKER: Oh, desde luego que el estudio es totalmente necesario, en todas sus formas. Es como si cualquier talento innato en alguien… es como un par de zapatos cuando se les da lustre, ¿sabes? Como si la enseñanza sacara a relucir el lustre de cualquier talento que pueda haber en el mundo. Einstein fue a la escuela, pero a todas luces era un genio, ya sabes, por sí mismo. La enseñanza es una de las cosas más maravillosas jamás inventadas.
JOHN McLELLAN: Me alegra oír eso.
CHARLIE PARKER: Es absolutamente cierto.
PAUL DESMOND: Pues sí.
CHARLIE PARKER: ¿Y bien?
JOHN McLELLAN: ¿Qué otro disco ponemos?
CHARLIE PARKER: ¿Cuál sacamos ahora?
JOHN McLELLAN: Quiero saltarme un poco el orden. Hemos… Charlie ha escogido “Night and Day”, uno de sus discos. ¿Es con una big band o con cuerdas?
CHARLIE PARKER: No, éste es con la banda en vivo. Creo que son 19 músicos.
JOHN McLELLAN: ¿Por qué no lo escuchamos y lo comentamos?
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: “Night and Day”, Charlie Parker con una big band.
PAUL DESMOND: Charlie, esto nos lleva de alguna forma al momento en que tú y Diz empezásteis a aunar esfuerzos. ¿Cuándo conociste a Dizzy Gillespie?
CHARLIE PARKER: La primera vez que, digamos nos conocimos oficialmente, fue sobre el escenario del Savoy Ballroom en 1939, la primera vez que la banda de McShann vino a Nueva York [2]. Yo había estado antes en Nueva York pero regresé al Oeste, reingresé en la orquesta y volví a Nueva York con ellos. Dizzy vino a vernos una noche, creo que fue cuando él trabajaba con la banda de Cab Calloway, y tocó con nosotros. Me quedé fascinado con este tipo, y nos hicimos muy amigos, aún lo somos. Pero ésa fue la primera vez que tuve el placer de saludar a Dizzy Gillespie.
PAUL DESMOND: ¿En aquella época, antes de conocerte, tocaba igual que ahora?
CHARLIE PARKER: No recuerdo con exactitud cómo tocaba entonces, sólo sé que tocaba, lo que en la jerga de la calle llamaríamos un beaucoup de trompeta, ya sabes.
PAUL DESMOND: ¿“Bocú” de trompeta?
CHARLIE PARKER: Sí.
PAUL DESMOND: Ah, vale.
CHARLIE PARKER: Ya sabes, como si fuera a todas partes con el instrumento a cuestas.
PAUL DESMOND: Ya.
CHARLIE PARKER: Y solíamos ir por ahí, a varios sitios, a tocar juntos en jam sessions. Lo pasamos bien en aquella época y, poco después, de que la banda de [Jay] McShann regresara al Oeste –yo me marché con ellos– volví de nuevo aNueva York y me reencontré con Dizzy, en la vieja banda de [Earl] Hines en 1941, en la que entramos a formar parte juntos. Yo estaba en Nueva York y me… nos quedamos en la banda cerca de un año. Éramos Earl Hines [piano] y Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan [segundo piano y voz], Billy Eckstine [voz], Gail Brockman [trompeta], Thomas Crump [saxo alto]. Ah, y también Shadow Wilson [batería]… Unos cuantos nombres que reconocerías en la escena actual estaban en esa banda.
PAUL DESMOND: Menuda colección.
CHARLIE PARKER: Esa banda se disolvió en el 41. En el 42, Dizzy estaba en Nueva York. Formó su combo en el Three Deuces, en Nueva York, y yo entré en el grupo. Entonces fue cuando salieron los discos que vas a poner ahora. Ésos los grabamos en Nueva York en el 42.
PAUL DESMOND: Ya, supongo que la primera vez que oí ese grupo fue cuando viniste al Billy Berg’s [en Hollywood, California].
CHARLIE PARKER: Oh, sí, pero eso fue en el 45, eso fue más tarde… Ya llegaremos a ese punto.
PAUL DESMOND: Sólo estoy indicando hasta qué punto yo estaba retrasado respecto a todo esto.
CHARLIE PARKER: No digas eso, la modestia no te llevará a ninguna parte.
PAUL DESMOND: De buen rollo [risas].
JOHN McLELLAN: ¿Ponemos esto del 42, entonces?
PAUL DESMOND: Sí.
JOHN McLELLAN: Vale, esto es “Groovin’ High” con Dizzy y Charlie.
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: “Groovin’ High”, 1942, con Charlie Parker, Dizzy Gillespie y compañía.
CHARLIE PARKER: Efectivamente.
JOHN McLELLAN: Supongo que eran Slam Stewart [bajo] y Remo Palmieri [guitarra], y no sé quién está al piano.
CHARLIE PARKER: Sí, creo que era Clyde Hart.
JOHN McLELLAN: Probablemente. Sí, creo que sí.
CHARLIE PARKER: Y Big Sid Catlett [batería]… ya murió.
PAUL DESMOND: Decías que en el 42 había un buen ambiente en Nueva York.
CHARLIE PARKER: Sí que lo había. Podría decirse que eran los buenos tiempos, ¿sabes, Paul?
PAUL DESMOND: Sí, claro.
CHARLIE PARKER: Juventud, divino tesoro.
PAUL DESMOND: Dímelo a mí.
CHARLIE PARKER: Bueno, gráficamente, como iba diciendo, divino tesoro, sin un duro en el bolsillo.
PAUL DESMOND: Les habla el abuelo Parker.
CHARLIE PARKER: Teníamos que tocar, no nos quedaba otra, ya sabes, y lo pasábamos muy bien intentando tocar. Hice un montón de jam sessions, muchas madrugadas, mucha buena comida, vida sana, ya sabes, pero por lo general, mucha pobreza.
PAUL DESMOND: Eso siempre está bien… Nada de preocupaciones.
CHARLIE PARKER: Tiene su momento en la vida, desde luego.
PAUL DESMOND: ¿Te habría gustado que ese tipo de situación se hubiera mantenido indefinidamente?
CHARLIE PARKER: Bueno, me gustara o no, se mantuvo, Paul. En cierto modo me alegro de que se terminara… E insisto en lo de «en cierto modo».
PAUL DESMOND: Entiendo.
CHARLIE PARKER: Sí, es algo que disfrutaba un poco, en realidad mucho más, tener el placer de trabajar con los músicos que he conocido. Y también he conocido a gente más joven, gente que va saliendo. Disfruto trabajando con ellos cuando tengo la ocasión. Si se me permite decirlo, eso te incluye a ti, Paul.
PAUL DESMOND: ¡Oh, gracias!
CHARLIE PARKER: Lo he pasado muy bien trabajando contigo, ha sido un placer único, David… Dave Brubeck… David Brubeck. Desde aquel entonces han ido saliendo montones de gente. Te hace sentir que todo lo que has hecho no ha sido en balde, ¿sabes?, que realmente has tratado de demostrar algo y…
PAUL DESMOND: …Hombre, tú sí lo has demostrado. Creo que has hecho más que nadie en los últimos 10 años a la hora de dejar una huella decisiva en la historia del jazz.
CHARLIE PARKER: Bueno, aún no, Paul, pero ésa es mi intención, aún no he terminado del todo. No he… no me considero demasiado viejo para aprender.
PAUL DESMOND: No, yo conozco mucha gente que ahora mismo te observa con el mayor interés para ver con qué vas a salir en los próximos años, yo me cuento entre los que están en primera fila. Bien, ¿cuáles son tus planes?
CHARLIE PARKER: Hablando en serio, voy a intentar marcharme a Europa a estudiar. Tuve el placer de conocer a un tal Edgar Varèse en Nueva York. Es un compositor clásico europeo. Es francés, un señor muy agradable, y quiere enseñarme. De hecho, quiere componer para mí porque cree que a mí… más o menos en plan serio, sabes, y si me acepta… quiero decir, después de terminar con él, yo podría tener la ocasión de acudir a la Academia de Musicalle en el propio París y estudiar. Mi principal interés es aprender a tocar música, ya sabes.
PAUL DESMOND: ¿Estudiarías interpretación o composición?
CHARLIE PARKER: Ambas cosas. No quiero dejar de tocar mi instrumento nunca.
PAUL DESMOND: No deberías, sería una catástrofe.
CHARLIE PARKER: No quiero permitir que ocurra, no daría resultado.
PAUL DESMOND: Bueno, nos estamos adelantando a la secuencia de discos, pero ha sido muy interesante. ¿Algo que decir sobre Miles Davis?
CHARLIE PARKER: Sí, bien, yo… te diré como conocí a Miles. En 1944, Billy Eckstine formó su propia banda. Dizzy estaba en esa orquesta, también Lucky Thompson [saxo tenor]. Estaban Art Blakey [batería], Tommy Potter [bajo], un montón de gente más y, por último y en último lugar, un servidor.
PAUL DESMOND: La modestia no te llevará a ninguna parte, Charlie.
CHARLIE PARKER: [Risas]Tuve el placer de conocer a Miles en San Luis, cuando era un chaval y todavía iba a la escuela. Más tarde vino a Nueva York. Terminó sus estudios en Julliard, Miles. Se graduó en Julliard y, por aquel entonces, yo estaba empezando a formar mi grupo, ya sabes, cinco miembros, sin personal fijo. Así que formé un grupo y me lo llevé al Three Deuces unas siete u ocho semanas. Y y en aquel momento –después de que se disolviera la banda de Eckstine– Dizzy estaba a punto de formar su propia banda. Pasaban tantas cosas al mismo tiempo que es difícil describirlo, porque pasó todo en cosa de meses. En cualquier caso, me marché a California en 1945 tras disolver mi grupo, el primer grupo que tuve, y no regresé a Nueva York hasta el 47, a principios del 47. Y fue entonces cuando decidí tener mi propia banda de forma permanente, y Miles estaba en mi banda original. Tenía a Miles. Tenía a Max [Roach, batería], tenía a Tommy Potter [bajo] y a Al Haig [piano] en mi banda. Luego tuve otro grupo con Stan Levey [batería], tenía a Curley Russell [bajo], a Miles y a George Wallington [piano]. Pero, creo que por ahí tienes un disco, uno de los que hice con Max y Miles, creo, más un servidor, Tommy y Duke Jordan [piano]. Creo que es “Perhaps”. ¿No es ése? Bien, éste salió en, digamos, en el 47… 46 o 47. Estos temas se grabaron en Nueva York, en los estudios WNEW, en el 1440 de Broadway, y fueron el principio de mi carrera como líder. [3]
JOHN McLELLAN: Vale, escuchemos “Perhaps”.
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: De esta manera, dado que nos hemos quedado sin tiempo y aún hay mucho por comentar, continuaremos con esta entrevista grabada con Charlie Parker a cargo de Paul Desmond el próximo sábado a las 7. Me gustaría recordarles que aprovechen la ocasión, esta noche o mañana, para escuchar a Charlie Parker con su grupo en el Hi Hat y a Paul Desmond con el cuarteto de Dave Brubeck en el Storyville. John McLellan se despide de ustedes con el deseo de que reencontrarles el próximo sábado a las 7 para escuchar la segunda parte de la historia de Charlie Parker y más música…
N. del T.:
[2] A partir de este momento y hasta que menciona sus primeras actuaciones en California (diciembre de 1945), las fechas son erróneas. Parker viajó por primera vez a Nueva York en 1939, pero solo. Con la orquesta de Jay McShann no fue hasta principios de 1942. A principios de 1943 Parker y Gillespie se unieron a la orquesta de Earl Hines (Parker la dejó en agosto). Dizzy Gillespie formó su primer combo en la calle 52 en 1943, pero Parker no tocó en este grupo. La grabación de “Groovin’ High” tuvo lugar el 28 de febrero de 1945 –no en 1942– con Clyde Hart al piano y Cozy Cole –no Big Sid Catlett– a la batería. Bird se estrenó en la calle 52 en un combo dirigido por Ben Webster, pero Dizzy y Bird no actuaron juntos como grupo estable en la “calle del swing” hasta marzo de 1945. En diciembre de ese año Gillespie se llevó a su grupo, Bird incluido, a California.
[3] La primera grabación de Charlie Parker como líder fue el 26 de noviembre de 1945. Sus primeras actuaciones al frente de un grupo tuvieron lugar en agosto de ese mismo año (a las que Parker se refiere cuando empieza a hablar sobre Miles Davis). “Perhaps” se grabó el 24 de septiembre de 1948, más de un año después de su regreso a Nueva York.
© Fernando Ortiz de Urbina, 2006 (para la traducción al castellano)
Bibliografía recomendada:
– RAMSEY, D.:Take Five: The Public and Private Lives of Paul Desmond (Parkside, Seattle 2005).
Fernando Ortiz de Urbina es traductor y miembro del Chartered Institute of Linguists británico. Escribe sobre música desde 1993 y ha colaborado con El Diario Vasco (San Sebastián), Radio Euskadi (Bilbao), Jazzwise (Londres), La Tempestad (México) y Teoría (Puerto Rico). Actualmente es el corresponsal en Londres de Cuadernos de Jazz y prepara una discografía de Eddie Costa.
Traducciones anteriores de esta serie:
– Dan Morgenstern: La función del crítico de jazz (marzo 2006).
– Lewis Porter: El arte de la investigación jazzística (febrero 2006).
– Brian Ward: Jazz, Folk y el movimiento pro derechos civiles (enero 2006).
– Brian Ward: Sobre la autenticidad (diciembre 2005).
– Burton Greene: Entrevista con Dan Warburton (noviembre 2005).
– Gilad Atzmon: Boris Gamer y Martin Heidegger (junio 2005)
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